Las elecciones que tuvieron lugar este año en Estados Unidos, a pesar de ser elecciones intermedias y no incluir la selección de candidatos presidenciales, presentaron una serie de desafíos y debates importantes que captaron la atención de la nación de costa a costa. Los votantes tuvieron la oportunidad de expresar sus opiniones sobre cuestiones controvertidas y participar en carreras por la gobernación en estados clave. Uno de los temas centrales en estas elecciones fue la legalización de la marihuana, un tema que ha generado un intenso debate en todo el país. Los resultados de estas votaciones proporcionaron una perspectiva sobre la evolución de la opinión pública en torno a la marihuana y su legalización, lo que podría influir en futuras políticas estatales y federales. En Virginia, la contienda electoral se centró en la lucha por la gobernación, donde los votantes tomaron la decisión de otorgar una victoria al gobernador republicano Glenn Youngkin y su agenda conservadora. Este resultado podría tener un impacto significativo en la dirección política del estado y en la forma en que se aborden diversas políticas, desde la educación hasta la economía.

Por otro lado, en Misisipi, los demócratas buscaron hacer avances en una región del país que históricamente ha sido fuertemente inclinada hacia el partido republicano. La reflexión sobre si los demócratas lograron ganar terreno en el Sur es un indicador importante de la dinámica política en juego y podría influir en las estrategias futuras de los partidos en la región.

En cuanto a los resultados del martes por la noche, los demócratas lograron tres victorias significativas. La reelección del gobernador de Kentucky, Andy Beshear, representa un voto de confianza en su liderazgo y su visión para el estado. En Ohio, la aprobación de una medida de papeleta para proteger los derechos de aborto en el estado es un hito importante en la lucha por los derechos reproductivos. Además, en Virginia, el control del Senado estatal por parte de los demócratas tiene implicaciones para la legislación y las políticas futuras en ese estado.

Estas elecciones intermedias, a pesar de no ser presidenciales, han demostrado ser una pieza fundamental en el panorama político estadounidense y proporcionarán valiosa información para los partidos a medida que se preparan para las elecciones de 2024. Los resultados reflejan la diversidad de opiniones en todo el país y subrayan la importancia del proceso democrático en la toma de decisiones a nivel estatal y nacional.

Estadounidenses de costa a costa votaron en las elecciones de medio término del martes, haciendo escuchar sus voces en medidas de papeletas controvertidas, competencias por la gobernación y mucho más.

Aunque los votantes no eligieron a ningún candidato presidencial este año, se pronunciaron sobre la legalización de la marihuana y otros debates controvertidos. En Virginia, los votantes decidirán si otorgar una victoria al gobernador republicano Glenn Youngkin y su agenda conservadora. Y en Misisipi, reflexionarán sobre si los demócratas han avanzado en el Sur.

Los demócratas obtuvieron tres victorias el martes por la noche, después de que el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, fue reelegido, los votantes de Ohio aprobaron una medida de papeleta para proteger los derechos de aborto en el estado y los demócratas en Virginia mantuvieron el control del Senado estatal.

El tercer debate republicano: con menos candidatos y Trump de nuevo como el gran ausente

El tercer debate de aspirantes republicanos a las presidenciales de 2024 en Estados Unidos tendrá lugar este miércoles en Miami con apenas cinco candidatos y sin el gran favorito en las encuestas, el expresidente Donald Trump, que por tercera vez prefirió ausentarse y hacer un evento paralelo en Florida.

Clasificaron para el penúltimo debate -el final será en Alabama en diciembre próximo- el gobernador de Florida, Ron DeSantis; la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley; el empresario Vivek Ramaswamy; el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, y el senador de Carolina del Sur Tim Scott.

El reducido grupo podrá facilitar “una discusión más profunda sobre cuestiones importantes que enfrentan los votantes indecisos”, expresó a EFE Aaron Kall, experto en Ciencias Políticas de la Universidad de Michigan.

Subrayó que la política exterior probablemente será un foco importante, ya que no ha habido ningún otro desde que recientemente se intensificaron los combates en el Medio Oriente y debido a que la financiación del Congreso para Ucrania sigue al borde del abismo.

Tras los debates de agosto y septiembre pasado en Wisconsin y California, respectivamente, la atención está puesta este miércoles en el Adrienne Arsht Center para las Artes Escénicas de Miami, una nueva oportunidad para que alguno de los candidatos amarre la segunda posición, que ha estado en manos de DeSantis, pero con varios bajones en el camino.

Kall señaló que DeSantis y Haley “competirán por ser la última alternativa creíble al favorito Trump para la nominación republicana”.

Subrayó también que el gasto en Ucrania y la política de refugiados palestinos son dos temas en los que ambos tendrán la oportunidad de avanzar en Miami.

Por otro lado, el académico señaló que el reciente respaldo de la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, debería darle a DeSantis algo de impulso en el debate, donde además tiene la ventaja de jugar en casa si surge alguna pregunta sobre Florida.

A su vez, el analista político republicano Alfonso Aguilar dijo hoy a EFE que Trump ha demostrado que ha sido “acertada” su estrategia de no participar en los debates ante la abrumadora ventaja que mantiene en las encuestas.

Su ausencia “no ha tenido ningún impacto en su campaña”, señaló.

Trump planea de nuevo robarse el protagonismo del debate con su ausencia y la contraprogramación de un mitin prácticamente a la misma hora del debate en Hialeah, una ciudad aledaña a Miami de amplia población de origen cubano.

Además, en una encuesta divulgada el domingo por The New York Times, Trump supera a Biden, en Nevada, Georgia, Arizona, Michigan y Pensilvania, estados clave para las presidenciales de 2024.

El republicano voluntariamente se ha negado a participar pese a que sus calificaciones se lo permiten.

En esta ocasión, el Comité Nacional Republicano (RNC) endureció las condiciones y los candidatos debieron alcanzar una intención de voto de al menos un 4 por ciento en dos encuestas a nivel nacional o alternativamente un 4 por ciento en un sondeo nacional, además de 70 mil donantes únicos, entre otros requisitos.

Otra ausencia en este debate será la del exvicepresidente Mike Pence, quien el pasado 28 de octubre anunció por sorpresa que retiraba su candidatura de las primarias.

Según el termómetro de popularidad elaborado por la web especializada FiveThirtyEight, la media de encuestas le otorga a Trump el 58.4 por ciento de posibilidades para la nominación republicana, una gran ventaja sobre DeSantis (13.6 %) y Haley (7.8 %).

El empresario Ramaswamy apenas alcanza el 5 por ciento y, en la cola, Christie y Scott presentan cifras insignificantes, 2.3 y 1.6 por ciento, respectivamente, según las proyecciones de la citada web.

Queda por ver si los cuatro casos penales que penden sobre el exmandatario le pasarán factura; pero, a tenor de las encuestas, el electorado republicano le sigue dispensando su apoyo.

La verdad es que Trump es imparable, a estas alturas de las primarias se puede anticipar que será el nominado”, expresó Aguilar.