Un hombre fue detenido por robar una obra de Banksy en el barrio de Peckham, en el sureste de Londres. La obra consistía en una señal de stop roja con tres drones militares en ella. El robo tuvo lugar una hora después de que la obra fuera inaugurada y Banksy confirmara su autoría a través de redes sociales, lo que generó un gran interés en la pieza. Los vídeos del robo capturados por ciudadanos se viralizaron en redes sociales, lo que ayudó a la identificación del ladrón. En las imágenes se ve a un individuo subiéndose a la señal de tráfico con la ayuda de otro hombre que sujeta una bicicleta. Después de recoger las tenazas, el ladrón fue detenido por la policía, que inició una investigación tras la denuncia del Ayuntamiento de Southwark. Las autoridades locales colocaron una nueva señal de stop en lugar de la obra de Banksy para evitar problemas con el tráfico y los peatones. Sin embargo, un artista local decidió reemplazar la obra robada con una réplica de la misma, argumentando que «el arte debe ser para todos». El incidente ha suscitado debates sobre la propiedad y el valor del arte callejero, especialmente el de Banksy. Las obras de Banksy, conocidas por su estilo distintivo y su crítica social, son altamente valoradas en el mercado del arte, lo que plantea preguntas sobre quién tiene derecho a poseerlas y cómo deben ser protegidas en espacios públicos.

Banksy es conocido por su anonimato y su enfoque provocativo, lo que ha contribuido a su fama mundial. Sus obras suelen abordar temas como la política, la guerra, la sociedad y la cultura popular, provocando reflexiones en el espectador. El robo de la obra de Banksy ha generado una amplia atención mediática y ha destacado la popularidad y el impacto cultural del artista en la escena contemporánea. Su influencia en el arte callejero y su capacidad para generar debate y reflexión a través de su arte lo han convertido en una figura influyente en el mundo del arte contemporáneo. Entre las interpretaciones de la obra destaca la de que es una petición del alto el fuego en Gaza, debido a las similitudes entre los drones utilizadas para esta pieza y para el hotel que abrió en 2017 en Bethlehem y del que dijo que “tenía la peor vista del mundo”, al referirse al muro israelí en Cisjordania.

Esta no es la primera vez que creaciones del misterioso grafitero, que oculta su identidad, son extraídas, a menudo para ser después puestas a la venta.
En el día de San Valentín de este año, poco después de que Banksy confirmara su autenticidad, se desmanteló un mural de 3,8 toneladas titulado ‘Valentine’s Day Mascara’, aparecido en un lateral de una casa en Margate, en el sur de Inglaterra. Banksy es un artista callejero y grafitero británico conocido por su estilo distintivo y su enfoque satírico y político en sus obras. Aunque su identidad real se mantiene en secreto, se cree que nació en Bristol, Inglaterra, alrededor de 1974. Su arte se ha exhibido en muros, puentes y edificios de todo el mundo, y a menudo aborda temas como la política, la guerra, la injusticia social y la cultura popular.