Reabrirá Inmigración oficinas a partir del próximo 4 de junio

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Historia del abuelo de Trump: Inmigrante, deportado y víctima de la gripe española

Nota Novedades News 

Dallas, Tx.- El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) anunció que planea empezar a reabrir sus oficinas para atender directamente al público a partir del 4 de junio próximo.

Desde el pasado 18 de marzo la agencia encargada de procesar los trámites migratorios en el país dejó de atender al público debido a la emergencia del coronavirus.

A menos que la cuarentena se prolongue, las oficinas de USCIS estarán operando de nuevo con servicio de atención directa en seis semanas.

Actualmente el personal de USCIS realiza tareas que no involucran contacto con el público, aunque ofrece servicio de emergencia para ciertos casos programando citas.

Para solicitar un servicio de emergencia, el usuario debe ponerse en contacto con USCIS a través de algunos de sus canales de comunicación.

Naturalización, un privilegio de hace 230 años que era sólo para blancos y que Trump vuelve a restringir

«Las oficinas locales de USCIS enviarán notificaciones a los solicitantes y peticionarios que tienen citas programadas y ceremonias de naturalización que se han visto afectadas por este cierre temporal», informó en un comunicado.

Las entrevistas para casos de asilo, indicó, serán reprogramadas de forma automática por lo que los solicitantes deberán de recibir una notificación con la nueva fecha, hora y lugar.

«Cuando USCIS reinicie sus operaciones normales, automáticamente reprogramará las citas en los centros de asistencia. Usted recibirá una nueva notificación de cita por correo postal. Las personas que tenían citas de InfoPass u otras citas, deben reprogramarlas a través del Centro de Contacto una vez que las oficinas locales reabran al público».

A partir del 4 de junio podrá consultar la página de oficinas locales para verificar cuáles han sido reabiertas.

USCIS pide cancelar o reprogramar citas de trámites de inmigración por alerta de coronavirus

Lo que inmigrantes con permiso de trabajo pueden hacer al quedar desempleados

La pandemia ha dejado sin trabajo a muchos extranjeros con visa H-1B, lo que implica que tendrían que dejar el país, sin embargo existen opciones

 

RIESGO POR

DESEMPLEO

 

Los inmigrantes que cuentan con permiso de trabajo temporal o visa H-1B y que recientemente han perdido su trabajo debido a la pandemia tendrían que abandonar el país o pudieran ser deportados de acuerdo con las normas de inmigración.

La visa H-1B se otorga a trabajadores temporales a través de compañías estadunidenses que requieren mano de obra calificada de otros países, sin embargo al quedar desempleados estarían incumpliendo con los requerimientos del permiso laboral.

Cada año se expiden 65,000 visas de trabajo H-1B a trabajadores extranjeros altamente calificados y otras 20,000 para estudiantes que obtuvieron un título de posgrado en los Estados Unidos.

Actualmente se estima que unos 200,000 trabajadores extranjeros con visa H-1B podrían perder su estatus legal a fines de junio debido a la tasa de desempleo generada por la pandemia.

Muchos de ellos, aunque no estén desempleados, también pudieran perder la visa al no poder realizar la renovación debido a las restricciones que ha planteado la administración del presidente Donald Trump.

Que nadie entre, el nuevo decreto que planea Trump para suspender más visas.

Los trabajadores extranjeros que enfrentan desempleo tienen 60 días, a partir de la fecha de despido, para demostrar una razón formal de permanecer en Estados Unidos, la cual debe ser aceptada por el gobierno o de lo contrario tendrían que abandonar el país.

 

RECOMENDACIONES

DE LOS EXPERTOS

 

Existen algunas opciones que le permitirían continuar en el país. Aquí algunas de las recomendaciones que hacen los expertos:

1. Consultar con un abogado de inmigración

Lo primero que debe hacer un trabajador extranjero con visa H-1B después de ser despedido o quedar desempleado es consultar con un abogado especialista en inmigración comercial.

2. Buscar un nuevo empleador

Otra opción para aquellos que han sido despedidos recientemente es encontrar un nuevo patrón que esté dispuesto a patrocinar la visa H-1B. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) cuenta con una base de datos de empleadores que contratan personal de otros países para trabajos temporales, es una herramienta con la que se puede averiguar qué empresas han patrocinado a trabajadores extranjeros con este tipo de visa entre 2009 y 2020.

Inmigrantes con visa de trabajo podrían ser deportados

3. Cambiar de estatus en un plazo de 60 días

Significa cambiar la razón de estadía en el país, la cual debe ser aprobada por el gobierno y realizarse dentro del período de 60 días que comienza directamente después de la pérdida de empleo. Es un proceso difícil y todavía más complicado en medio de la pandemia, pero es una opción que puede solicitarse al USCIS.

4. Solicitar visa alternativa

Otra de las alternativas que pueden considerar es la solicitud de otro tipo de visas, ya que muchos de los trabajadores extranjeros pueden ser elegibles para la B-1 que se otorga a visitantes con fines comerciales y la B-2 destinada a los turistas, o también pudieran recurrir a la visa de estudiante F-1, aunque en estos casos el tiempo es crítico ante la suspensión de trámites y entrevistas en persona que mantiene USCIS al menos hasta el 4 de junio.

5. Pedir una visa de manutención conyugal

Este tipo de visa le permite al inmigrante seguir trabajando en Estados Unidos mientras su cónyuge tenga empleo continuo. El Departamento de Estado ofrece una descripción general de las visas de manutención conyugal en su sitio de internet con información sobre quién es elegible y cómo solicitarla.

 

HISTORIA DEL

ABUELO TRUMP

 

La historia del abuelo de Trump: inmigrante, deportado y víctima de la gripe española

Ni la muerte de su abuelo en la pandemia de 1918 habría sensibilizado al presidente Trump sobre los casi 100,000 muertos que ha dejado el coronavirus en el país

La historia de Frederick Trump, un inmigrante que llegó a Estados Unidos en 1885 a la edad de 16 años procedente de Alemania, que fue deportado de su propia patria por no cumplir con el servicio militar y que murió víctima de la gripe española en 1918, es el reflejo de lo que hoy en día su nieto parece menospreciar: la vida del inmigrante, la muerte en la pandemia.

Es la historia del abuelo del presidente Donald Trump que como inmigrante logró salir adelante en este país hasta fundar un imperio inmobiliario que muchos años después el nieto cómodamente heredó.

Pero para el presidente Trump ese pasado le sería indiferente al implementar políticas que atacan, persiguen y rechazan a quienes como su abuelo vienen a este país en busca de un futuro mejor.

Lo que vivió su antepasado cuando fue expulsado de su patria aparentemente no causa sensación alguna en el presidente que enfáticamente ordena más y más deportaciones que separan a las familias.

Y ni siquiera la enfermedad que mató a su abuelo en la pandemia de 1918 estaría provocando en el presidente cierto grado de empatía por las familias de los casi 100,000 muertos que en Estados Unidos ha dejado el coronavirus, como lo reflejan sus declaraciones de autoelogio: «hemos hecho un grandioso trabajo», dice con un afán de minimizar el problema mientras el país atraviesa por una de las peores crisis de la historia.

 

EL ABUELO

MIGRANTE

 

Como muchos inmigrantes en este país que logran salir adelante, Frederick Trump empezó trabajando como peluquero en Nueva York y en el año de 1891, con el dinero que había ahorrado se mudó a Seattle, Washington, y compró un restaurante que también operaba como prostíbulo, según relata la escritora Gwenda Blair en el libro biográfico «Los Trump: Tres generaciones que construyeron un imperio».

En 1892 se naturalizó como ciudadano estadounidense y dos años después empezó a comprar terrenos en Washington, un estado de reciente creación en el que inició su carrera en bienes raíces y donde la especulación de la tierra le dejó muy buenas ganancias en medio de la fiebre del oro que se contagiaba de California.

Después abrió otro restaurante en Canadá y sus inversiones en la minería lo convirtieron en un hombre adinerado, fue así como en 1901 regresó a Alemania y al año siguiente se casó con Elisabeth Christ con quien regresó a vivir a Nueva York, donde en abril de 1904 nació su primera hija Elizabeth.

 

DEPORTACION

Y MUERTE

 

Ese mismo año tramitó su pasaporte para viajar con su esposa e hija a su pueblo natal de natal de Kallstadt, en el entonces estado alemán del Reino de Bavaria, cuyas autoridades lo acusaron de haber emigrado cuando era adolescente para evitar el servicio militar y por lo que le retiraron la ciudadanía.

En febrero de 1905 las autoridades alemanas emitieron la orden de deportación, le dieron ocho semanas para que saliera del país y aunque por varios meses peleó su caso tuvo que abandonar su patria y regresar a Nueva York en junio de ese año. Cuatro meses después nacería su hijo Fred Trump, padre del actual presidente.

El abuelo del presidente Trump murió el 30 de mayo de 1918 un día después de que enfermera de forma repentina mientras paseaba con su hijo Fred. Le habían diagnosticado neumonía, pero resultó ser uno de los primeros casos de gripe española que en esa época causó millones de muertes en todo el mundo.

 

REGRESEN

EL CHEQUE

 

Los portadores de visa J-1 que recibieron el cheque de estímulo de $1,200 deben regresar el dinero cuanto antes para no poner en peligro su estatus migratorio.

La visa J-1 es aquella que se otorga a personas que hacen parte de intercambios culturales. Usualmente son entregadas a estudiantes y a académicos. Algunos de los portadores de estas visas deben declarar impuestos en Estados Unidos ya que han tenido la oportunidad de trabajar.

El problema para el IRS es que algunos portadores de J-1 cometieron el error de declarar como residentes —posiblemente por usar servicios electrónicos como TurboTax— lo que llevó a que se les enviara el cheque de $1,200 por error.

El IRS ha solicitado a estas personas que devuelvan el pago cuanto antes. La agencia publicó una guía de cómo hacerlo tanto para los que recibieron cheque o a los que se les hizo un depósito directo.

De acuerdo con Study International, aquellos que gastaron el dinero deben llamar al IRS cuanto antes y explicar la situación.

Laura McHugh de Taxback.com dijo a IrishCentral que los que recibieron el pago deben hacer una enmienda a su declaración de impuestos además de regresar el dinero.

La experta advirtió que quedarse con el estímulo podría llevar a recibir multas y poner en peligro futuros trámites migratorios.

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