Será mujer quien pudiera vencer a Trump en 2024

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Cuando Joe Biden fue candidato presidencial, la preocupación número uno de la población era la pandemia. La doblegó en tiempo récord, al menos del vasto imaginario de miedos de los estadounidenses, y ahora menos del uno por ciento de la población considera al Covid como su preocupación primordial. Desde luego nadie se lo reconoce, simplemente no es tema. La preocupación fundamental es la economía y el empleo. Y sólo 13 por ciento de los votantes de este país opina que Estados Unidos va por buen camino, según la más reciente encuesta de The New York Times/Siena College. El pesimismo es general y la aprobación de Biden apenas alcanza 33 por ciento, aunque la población está consciente de que no es su culpa el alza en el precio de los combustibles. “No ha hecho lo suficiente para impedirlo”, opinan y lo hunden. Extrañamente la principal objeción a Biden para que busque la reelección no es ‘ineptitud’, sino que es muy viejo para el cargo. Tiene 79 años y es el presidente con mayor edad que haya habitado la Casa Blanca. Se espera que a fin de año, una vez que hayan pasado las elecciones intermedias que renovarán la Cámara de Representantes (Diputados) y la mitad del Senado, Biden anuncie que no se va a postular a la reelección. Analistas en distintos medios afirman que sería lo mejor para un hombre íntegro como Joe Biden, que salvó a Estados Unidos de un segundo periodo de Donald Trump y de desastres mayores por la pandemia. Sería muy doloroso, dicen, verlo arrinconado y atacado sin misericordia por otros precandidatos demócratas en las primarias, como las socialistas Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders, entre otros que no respetarían la regla no escrita de que un presidente en funciones no tiene contendientes dentro de su partido. La realidad es dura para Biden: ha sido un presidente de transición luego del destructor de instituciones y alianzas, Donald Trump. El 64 por ciento de los votantes demócratas prefiere a otro candidato, dice la encuesta. Y entre los demócratas menores de 30 años, 94 por ciento quiere que su partido lleve a un candidato distinto al viejo y paciente Joe Biden. La poca aceptación de Biden no quiere decir que, si el abanderado republicano fuera Trump, éste ganaría caminando. Trump es dueño del Partido Republicano. Y al escribir la palabra dueño no estoy utilizando una metáfora: lo compró. Nadie tiene el dinero que Trump dispone para apoyar candidaturas republicanas que le deben el cargo. La base del partido está con él, y si la ley no se lo impide, este otoño anunciará oficialmente su precandidatura. Pero el ‘voto duro’ de los republicanos no le alcanza para ganar. Puede triunfar, sí, pero no es inevitable. ¿Quién le puede ganar a Trump? Del gabinete de Biden destaca Pete Buttigieg, secretario de Transportes. Ahí hay éxitos rotundos: en infraestructura. Pero la marca Biden no ayuda, sino todo lo contrario. Ya lo sabemos, nadie ha dicho que la política sea justa. Es política, punto. Y sólo hay una candidata que podría poner fin a las aspiraciones de Trump y enterrarlo políticamente: Michelle Obama. Ahí no hay manera de perder. La ex primera dama acabaría a Trump y al trumpismo. Una mujer negra, razonablemente joven, profunda, que conecta con la población por canales opuestos a los de Trump: saca lo mejor de los estadounidenses.
Por ahora es todo; mientras tanto ¡!! AQUÍ NO PASA NADA  ¡!! Para cualquier información, favor de comunicarse a: editorial@novedadesnews.com  y/o  tulmex@hotmail.com

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