Detienen aprobación de la Reforma Migratoria

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La "árbitro" del Senado decidió que los demócratas no pueden usar su plan de gasto social de 3,5 billones de dólares para dar la ciudadanía a los inmigrantes, aunque los demócratas aseguran que presentarán su Plan B para los próximos días

“Horrible”, el trato a haitianos en la frontera: K. Harris 

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Dallas, Tx.- El Partido Demócrata no podrá utilizar su presupuesto de $3.5 billones de dólares destinado para reforzar programas sociales y climáticos para otorgar la nacionalidad a millones de indocumentados en los Estados Unidos, dijo la parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough.

La decisión de MacDonough, la intérprete no partidista del Senado, se convierte en un fuerte revés para el partido que puso todos sus esfuerzos en esta vía para legalizar a millones de indocumentados, y para la administración del presidente Joe Biden que contaba con el apoyo de múltiples organizaciones en pro de los migrantes y de la nacionalización de los mismos.

La decisión se dio a conocer después de una reunión en la que estuvieron presentes legisladores progresistas y del Partido Republicano.

La propuesta demócrata trató de incluir a distintos tipos de trabajadores indocumentados que han ayudado a recuperar la economía del país durante la pandemia, los niños que ingresaron al país de manera ilegal “dreamers”, los amparados bajo Estatutos de Protección Temporal (TPS) y los que huyen de desastres naturales o violencia extrema.

MacDonough ha tenido que decidir si este plan migratorio tenía suficiente efecto sobre el presupuesto federal como para ser incluido en un proyecto de ley de reconciliación, que requiere de una mayoría simple para ser aprobada en la Cámara Alta.

Esta sería la única manera de sacar adelante la legalización porque si el plan no es aprobado a través del mecanismo de reconciliación, se necesitarían 60 votos en el Senado, de los que los demócratas no disponen, ya que cuentan con 50 escaños más el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.

ESPERANZA 

FRUSTRADA 

En un principio, la decisión ayudaría a más de 6 millones de personas, pero Biden había anunciado que los beneficiados rondarían los 11 millones de indocumentados.

La última legalización masiva de inmigrantes irregulares se produjo en 1986.

A pesar de la decisión, representantes del Partido Demócrata presentarán una nueva propuesta a MacDonough con el fin de, al menos, incluir a uno o varios de los grupos que se iban a ver beneficiados en el primer proyecto presentado.

Fuentes demócratas dijeron a Univisión que la decisión de MacDonough no detendrá a los demócratas en el objetivo de nacionalizar a millones de inmigrantes en el país, pero que ahora se presentan caminos “más largos“.

“Estamos profundamente decepcionados con esta decisión, pero la lucha para brindar un estatus legal a los inmigrantes en la reconciliación presupuestaria continúa”, dijo el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, en un comunicado escrito.

Greisa Martínez Rosas, directora ejecutiva de United We Dream, un grupo pro-migrantes, escribió en Twitter que el Partido Demócrata todavía puede otorgar nacionalizaciones este año a pesar de la decisión de MacDonough.

PLAN “B” 

DEMOCRATA 

A inicios de agosto, el representante Raúl Ruiz (California), presidente del Caucus Hispano en el Congreso, reconoció ante medios de comunicación que el camino legislativo para otorgar la ciudadanía a millones de indocumentados no sería fácil, debido a las reglas del proceso de Reconciliación, pero adelantó que tenían varias propuestas sobre la mesa para lograr su objetivo.

Ahora que la parlamentaria del Congreso, Elizabeth MacDonough, les dio el esperado revés los demócratas, como lo dijo Ruiz, alistan su plan B, algo que confirmó el líder del Senado, Chuck Schumer (Nueva York).

“Los demócratas del Senado han preparado propuestas alternativas y mantendrán reuniones adicionales con la parlamentaria”, indicó Schumer. “He estado trabajando en estrecha colaboración con mis colegas en el Senado… continuaremos nuestra lucha para encontrar la mejor opción disponible para brindarles a los inmigrantes la oportunidad en un día obtener la residencia legal aquí en Estado Unidos”.

Los senadores que lideran el esfuerzo con la parlamentaria trabajan en coordinación con representantes, pero según Schumer llevan la mano, el presidente del Comité Judicial, Dick Durbin (Illinois), Alex Padilla (California), Bob Menéndez (Nueva Jersey), Ray Luján (Nuevo México) y Catherine Cortez Masto (Nevada).

Schumer y sus colegas parecen decididos en avanzar con una reforma para ayudar a trabajadores esenciales a tener mayor seguridad en el país.

“El último año y medio han demostrado cuán vitales han sido nuestros inmigrantes para mantener nuestra economía en marcha durante una época de crisis”, reconoció. “Muchos arriesgaron sus vidas en la primera línea de esta pandemia, pero siguen excluidos de los mismos beneficios federales que han mantenido seguras a millones de personas durante estos tiempos difíciles”.

El senador por Nueva York citó que en su ciudad “un tercio de los trabajadores de la salud en el punto álgido de la pandemia que arriesgaban sus vidas… eran inmigrantes”, por lo que considera necesario compensarlos por su labor, además de afirmar que la mayoría de los estadunidenses respaldan otorgar la ciudadanía a indocumentados, como ‘dreamers’, gente con el Estatus de Protección Temporal (TPS), empleados del campo, entre otros.

DURO 

GOLPE 

A pesar de que hay estudios económicos que indican los beneficios para EU al otorgar la ciudadanía a inmigrantes, la parlamentaria MacDonough consideró que esa reforma no puede ser considerada bajo el proceso de Reconciliación, pero los demócratas alistan otras opciones para evitar otro rechazo.

“Ella dio su opinión sobre un solo enfoque para la inclusión de un camino hacia la ciudadanía en el proceso de Reconciliación y espero que mis colegas y yo volvamos… con otras opciones en los próximos días”, manifestó el senador Menéndez en una llamada con periodistas.

Los congresistas empujaban la ciudadanía para ocho millones de inmigrantes, pero eso ya no será posible, por lo que el plan “mínimo” era para cinco millones, aunque el número final no se ha determinado.

CONTROL EN 

LA FRONTERA 

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió que pondrá “bajo control” la situación en la frontera con México, por la que han cruzado en los últimos días miles de migrantes, en su mayoría haitianos.

“Lo pondremos bajo control”, afirmó Biden en una breve declaración a la prensa al abandonar la sede de Naciones Unidas, después de dar su primer discurso como presidente ante la Asamblea General de la ONU.

El presidente respondió así a una pregunta sobre su reacción a las imágenes de la situación en la frontera, y no está claro si su respuesta se refería al volumen de migrantes que se han congregado en la zona o a las fotografías sobre cómo les han tratado los agentes de la Patrulla Fronteriza.

Una de esas fotografías muestra a un agente blanco de la Patrulla Fronteriza montado en un caballo que jala de la camiseta a un migrante afroamericano, mientras aparentemente le golpea con lo que parece un látigo, en la orilla estadunidense del Río Bravo (Río Grande), que separa a Estados Unidos de México.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, tachó de “horrible” ese trato de los migrantes y afirmó que, si se confirma que los agentes llevaban látigos y golpearon a los indocumentados con ellos, “por supuesto que nunca deberían poder volver a hacerlo”.

Y la vicepresidenta estadunidense, Kamala Harris, aseguró a periodistas que le pareció “horrible” ver “cómo trataban a esos seres humanos” los agentes de la Patrulla Fronteriza, y que se está investigando el tema.

No obstante, el Gobierno de Biden ha comenzado a deportar a los más de 13,000 migrantes, en su mayoría haitianos, que han llegado en los últimos días a la ciudad de Del Río (Texas), y ha sostenido que este “no es el momento” para que lleguen a Estados Unidos.

CRITICAS 

A BIDEN 

El líder de la mayoría demócrata en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, criticó duramente ayer martes la decisión de Biden de deportar masivamente a los migrantes a Haití, país sumido en una crisis tras el magnicidio y el terremoto de los últimos meses.

“Urjo al presidente Biden y al secretario (de Seguridad Nacional, Alejandro) Mayorkas a que pongan fin inmediatamente a estas expulsiones y a la política del Título 42 en la frontera sur”, afirmó Schumer durante un discurso en el pleno del Senado.

El senador se refería a una política amparada en la pandemia y conocida como Título 42 por la que Estados Unidos deporta automáticamente a la mayoría de los migrantes indocumentados que llegan a su frontera sur, sin darles la oportunidad de solicitar asilo.

“No podemos seguir con estas políticas llenas de odio y xenofobia, propias de (el expresidente Donald) Trump, que desdeñan nuestras leyes sobre refugiados”, clamó Schumer.

“HORRIBLE”: 

  1. HARRIS 

La vicepresidenta Kamala Harris calificó de “horrible” el trato que agentes de la Patrulla Fronteriza dieron a inmigrantes de Haití que intentaron cruzar la frontera en Texas y apoyó la investigación iniciada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

“Lo que vi… la forma de tratar a los seres humanos… es horrible”, expresó la Vicepresidenta al visitar a la familia Smith, un ejemplo de la llamada “Generación Sándwich” –de alrededor de ocho millones– que podrían ser beneficiadas por la política económica “Reconstruir Mejor” o Build Back Better.

Tras reunirse con la señora Jamie Smith, la vicepresidenta dijo que apoya completamente la investigación de autoridades migratorias sobre los hechos violentos en Texas contra inmigrantes, además de que hablará con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, al respecto.

“Tenemos que hacer mucho más para ayudar a apoyarlos”, consideró sobre los haitianos, en referencia a los problemas políticos, de seguridad y económicos que enfrenta su país.

Videos e imágenes de varios medios, como El Paso Times, mostraron las acciones de agentes migratorios, quienes gritaron a los haitianos volver a México.

“¡Vámonos! ¡Salgan ahora! ¡Regresen a México!”, dice un oficial montado a caballo y látigo en mano. Los extranjeros intentaban regresar a un campamento debajo del puente internacional en Del Río, después de comprar comida y agua en Ciudad Acuña, México.

DHS: ABRIO 

INVESTIGACION 

El DHS confirmó que abrió una investigación al respecto, al asegurar que no toleraría “el abuso a inmigrantes” en custodia de autoridades migratorias en EU.

“Tomamos estas acusaciones seriamente”, dijo la agencia. “La Oficinal de Responsablidad Profesional del CBP (Aduanas y Protección Fronteriza) investigan los hechos y ha alertado a la Oficina del Inspector General del DHS”.

También el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (Nueva York), descalificó el trato a los haitianos, quienes consideró que fueron recibidos “con una indignidad inimaginable”.

“Las imágenes de inmigrantes haitianos golpeados con látigos y otras formas de violencia física son completamente inaceptables”, consideró. “Este comportamiento debe abordarse y debemos proporcionar responsabilidad. Las imágenes te provocan náuseas. Hay que detener este tipo de violencia”.

Schumer criticó también las acciones de DHS para deportar a los haitianos, quienes serían enviados a su país en cuatro vuelos.

“Hay cuatro vuelos programados para deportar a estos solicitantes de asilo a un país que no puede recibirlos”, criticó. “Tal decisión desafía el sentido común. También desafía la decencia común y lo que significa Estados Unidos”.

El senador incluso pidió al presidente Joe Biden a que termine con la política de expulsiones aceleradas bajo el Título 42, que permite acciones expeditas contra inmigrantes en medio de la pandemia de COVID-19, una política impuesta por el expresidente Donald Trump, pero defendida por la administración demócrata.

“Insto al presidente Biden y al secretario Mayorkas a que pongan fin de inmediato a estas expulsiones y pongan fin a esta política del Título 42 en nuestra frontera sur”, dijo Schumer. “No podemos continuar con estas políticas odiosas y xenófobas de Trump que ignoran nuestras leyes sobre refugiados”.

EMERGENCIA: 

PIDE TEXAS 

El gobernador de Texas, Greg Abbott, pidió al presidente estadunidense, Joe Biden, que declare el estado de emergencia en esa región por la crisis que se vive en la localidad fronteriza de Del Río.

En una carta al mandatario, a la que tuvo acceso Efe, Abbott señaló que la situación en el campamento bajo el puente internacional que conecta Del Río y Ciudad Acuña (México) se ha agravado en las últimas jornadas con la llegada de miles de migrantes, en su mayoría haitianos.

“Solicito una declaración de emergencia para el estado de Texas como resultado de la actual crisis fronteriza, que continúa escalando como lo demuestra la terrible situación en el condado de Val Verde”, escribió el gobernador conservador.

Unos 13,000 migrantes han permanecido retenidos en los últimos días en un campamento improvisado por las autoridades migratorias de EU debajo del puente internacional.

En su petición, Abbott explicó que las familias detenidas ahí, incluyendo los bebés y los niños, “necesitan alimentos, agua y suministros médicos que el Gobierno local no puede suministrar”.

“Miles de familias están retenidas ahí a cerca de 40 grados centígrados de temperatura mientras su número continúa aumentando” durante la espera para que sus trámites migratorios sean gestionados, subrayó.

SITUACION 

PELIGROSA 

En esa misiva, Abbott indicó que la población de Del Río es de unas 35,000 personas, por lo que la ciudad “no está equipada para manejar a tantos migrantes”.

Además, el Gobernador apuntó que la pandemia del coronavirus hace que la situación sea “aún más peligrosa”, ya que no se le ha proporcionado información clara sobre si los migrantes han recibido la vacuna o si han sido sometidos a pruebas.

Estados Unidos empezó este domingo a deportar a decenas de los haitianos retenidos en el campamento improvisado bajo el puente y trasladó a otros a diferentes lugares de la frontera, como Eagle Pass, a unos 90 kilómetros al sureste.

El secretario de Seguridad Nacional de EU (DHS, en sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, visitó el pasado lunes la zona afectada y aseguró que su intención es aumentar la capacidad de los tres vuelos diarios de deportación en dirección a Puerto Príncipe, la capital de esa nación caribeña.

Por otro lado, la Oficina de Protección y Aduanas de EU (CBP, en sus siglas en inglés) ha enviado a 600 agentes a la zona de Del Río para aumentar el ritmo de la gestión de los trámites migratorios.

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