Trump y Biden serán matemáticamente candidatos a la Casa Blanca tras las primarias

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La noticia de que Joe Biden y Donald Trump se convertirán matemáticamente en los candidatos presidenciales de sus respectivos partidos, el Partido Demócrata y el Partido Republicano, tras las primarias en varios estados, marca un hito importante en el proceso electoral de Estados Unidos. Estos resultados confirman las expectativas previas y establecen una base sólida para la próxima etapa de la campaña presidencial. Sin embargo, a pesar de alcanzar la cantidad necesaria de delegados para asegurar su nominación, tanto Biden como Trump aún tendrán que esperar a las convenciones del verano para su proclamación oficial como candidatos. El proceso de nominación presidencial en Estados Unidos es un proceso largo y complejo que implica una serie de etapas, desde las primarias y los caucus estatales hasta las convenciones nacionales de los partidos. Aunque la mayoría de los votantes ya han expresado su preferencia a través de las primarias y los caucus, la proclamación oficial de los candidatos presidenciales se lleva a cabo en las convenciones nacionales, donde los delegados representan a sus respectivos estados y formalizan la nominación. En el caso del Partido Republicano, las primarias en Georgia, Mississippi, Hawái y Washington otorgan a Donald Trump una ventaja significativa en la carrera por la nominación. Con un total de 1,078 delegados hasta el momento, Trump necesita obtener 137 de los 161 delegados en juego en estos estados para alcanzar la cifra mágica de 1,215 delegados, que lo convertiría virtualmente en el candidato republicano.
 La confirmación de Biden como el candidato presidencial demócrata y de Trump como el candidato presidencial republicano marca el inicio oficial de la fase final de la campaña electoral, que culminará en las elecciones generales en noviembre. Ambos candidatos tendrán la tarea de consolidar el apoyo dentro de sus respectivos partidos y de ampliar su base de votantes en todo el país para asegurar la victoria en las elecciones.

La nominación de Biden y Trump también marca el comienzo de una intensa campaña electoral, en la que los candidatos buscarán persuadir a los votantes sobre sus propuestas y visiones para el futuro de Estados Unidos. La elección de noviembre será crucial para determinar el rumbo del país en los próximos años y tendrá importantes repercusiones a nivel nacional e internacional.

Después de que su última rival en la contienda conservadora, Nikki Haley, suspendiera su campaña tras el descalabro del supermartes de la semana pasada, Trump no debería tener problemas para hacerse con los delegados que necesita.

En el campo demócrata votan Georgia, Mississippi y Washington, que eligen 235 delegados, de los cuales Biden, que ahora tiene mil 872, tan solo necesita 96 para llegar a los mil 968 necesarios para asegurarse la candidatura.

Además de estos tres estados, en este martes ya se celebraron las primarias en el territorio de las Islas Marianas del Norte, en el Pacífico, donde Biden ganó sus seis delegados en juego.

El presidente ha enfrentado el voto protesta por su apoyo a Israel en estados como Michigan o Minnesota y se espera que esta noche se pueda repetir en el estado de Washington, pero aunque eso le pueda restar un puñado de delegados no amenaza su victoria.

De este modo, tanto Biden como Trump habrán finiquitado por la vía rápida sus procesos de primarias a casi tres meses de que terminen el 4 de junio.

Aunque a partir de esta noche los dos serán matemáticamente los candidatos presidenciales, todavía tendrán que esperar a las convenciones del verano para que sus partidos les proclamen oficialmente.

La Convención Nacional Republicana tendrá lugar del 15 al 18 de julio en Milwaukee (Wisconsin), mientras que la Convención Nacional Demócrata será en Chicago (Illinois) del 19 al 22 de agosto.

Biden es matemáticamente el candidato demócrata para las elecciones de noviembre

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se convirtió, matemáticamente, en el candidato demócrata para las elecciones de noviembre al ganar las primarias de su partido en el estado de Georgia, según proyecciones de las cadenas MSNBC, CNN y NBC.

Biden superó así la cifra mágica de mil 968 delegados que necesitaba para hacerse virtualmente con la candidatura.
Georgia, que fue el primer estado de los que celebraban elecciones este martes donde cerraron los colegios electorales a las 19:00 h del tiempo local, repartía en la carrera demócrata 108 delegados, pero Biden solo necesitaba 96 para asegurarse la candidatura.

Con el 5 por ciento de los votos escrutados, Biden se hizo con el 95.4 por ciento del apoyo en Georgia, superando por un amplio margen a los otros dos nombres que aparecían en las papeletas: Marianne Williamson, autora de libros de autoayuda que obtuvo un 2,6 por ciento y Dean Phillips, congresista de Minesota, que logró solo el 2 por ciento.

Las grandes cadenas de televisión de Estados Unidos, que son las encargadas de proyectar la victoria de candidatos en las elecciones, dieron la victoria de Biden apenas diez minutos después de que cerraran los colegios electorales, lo que muestra la contundencia de su victoria.

Aparte de Georgia, en el campo demócrata celebran primarias este martes Misisipi y Washington. Además, celebraron primarias el territorio de las Islas Marianas del Norte, en el Pacífico, donde Biden ganó sus seis delegados en juego.

El expresidente Donald Trump (2017-2021) también podría convertirse en el candidato republicano para la Casa Blanca, después de las primarias en Georgia, Misisipi, Hawái y Washington. Esos cuatro estados reparten en total 161 delegados.

Trump, que llegó a la noche electoral con mil 78 delegados, necesita ganar al menos 137 para llegar a la cifra de 1.215 delegados con la que será considerado virtualmente candidato republicano.

Sin embargo, el momento de la victoria de Trump podría llegar más tarde que el de Biden, una vez que hayan cerrado los colegios electorales del estado de Washington o se conozcan los resultados electorales de Hawái, ya el miércoles. En Estados Unidos, el proceso de primarias es indirecto: los votantes no eligen directamente a los candidatos, sino a los delegados que juran apoyar al candidato durante la convención del partido.

Por tanto, aunque a partir de esta noche los dos podrían ser matemáticamente los candidatos presidenciales, todavía deberán esperar a las convenciones del verano para que sus partidos les proclamen oficialmente.

La Convención Nacional Republicana tendrá lugar del 15 al 18 de julio en Milwaukee (Wisconsin), mientras que la Convención Nacional Demócrata será en Chicago (Ilinois) del 19 al 22 de agosto.

Donald Trump, un magnate enganchado al poder político

Donald Trump es un hombre al que le gusta el poder, y al haberse asegurado este martes matemáticamente la nominación para las presidenciales de noviembre vislumbra su mayor anhelo desde que abandonó la Casa Blanca: ejercer de nuevo la Presidencia de Estados Unidos.

El exmandatario (2017-2021) necesitaba 1.215 delegados para tener garantizada su candidatura en la convención de su partido en julio en Milwaukee, Wisconsin, y las primarias en Georgia, Misisipi, Washington y Hawái le han acabado de despejar un camino en el que en verdad no había obstáculos.

Trump lanzó su campaña en noviembre de 2022 y en este tiempo ha dejado atrás a una veintena de contendientes, aunque solo dos amenazaron con hacerle sombra: la exembajadora de EE.UU. ante la ONU Nikki Haley, que se retiró la semana pasada, y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que abandonó la lucha el 21 de enero consciente de la falta de apoyos. No le quedaban rivales dentro del Partido Republicano y gozaba igualmente del apoyo de la cúpula conservadora en el Congreso, pero este último trámite, a la espera de que se oficialice en verano, afianza las aspiraciones de quien siempre ha pensado que nunca llegó a perder la Presidencia. Este magnate nacido en una familia de clase media el 14 de junio de 1946 en Queens hizo de ‘Make America Great Again’ el lema tanto de sus campañas como de su presidencia, y agrupa bajo las siglas MAGA a todos los que ven en él a la persona necesaria para, tal y como estas dicen, devolver la grandeza a Estados Unidos.

A sus 77 años, cuatro menos que su probable rival, el presidente, Joe Biden, encara esta nueva etapa electoral sin lastres políticos pero sí jurídicos, los de sus cuatro casos penales, dos de ellos por intentar revertir los resultados de las presidenciales de 2020.

Los otros dos, por haberse llevado de la Casa Blanca documentos clasificados al abandonar el poder y por pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio durante la campaña de 2016 sobre un romance entre ambos. Estas causas judiciales en Washington DC, Georgia, Nueva York y Florida están condicionando su estrategia ante la necesidad de fondos para defenderse.

Son frecuentes los emails de su equipo pidiendo a los “patriotas” “un dólar, cinco, diez o incluso 24” para “salvar Estados Unidos”, y su victoria en noviembre le facilitaría la retirada de los cargos federales en su contra.

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