El Ayuntamiento de Chicago limitó el arribo de autobuses con migrantes, por lo que Texas envió un avión con 355 indocumentados.  Un avión fletado por el Gobierno de Texas con más de 350 migrantes aterrizó en un aeropuerto cercano a Chicago (EE.UU.), lo que supone un desafío a la reciente orden ejecutiva del Ayuntamiento de esa ciudad que limita el arribo de buses enviados desde la frontera sur. a aeronave con 355 migrantes aterrizó la madrugada de este domingo en el Aeropuerto Internacional de Rockford, ubicado a unos 150 kilómetros al noroeste de Chicago, informó la televisora WTVO.

El envío de una delegación de alto nivel por parte del presidente Joe Biden a México se interpreta como una respuesta a la nueva orden ejecutiva del alcalde de Chicago, Brandon Johnson, que busca regular la llegada masiva de inmigrantes como parte del operativo «Estrella Solitaria», emprendido por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott. Este operativo ha trasladado a más de 80,000 migrantes a ciudades demócratas, lo que ha generado tensiones políticas y logísticas significativas.

La ciudad de Chicago se encuentra en medio de una crisis debido al aumento del flujo de migrantes que ha llegado a la zona. Desde agosto de 2022, Chicago ha recibido a más de 23,800 migrantes, con más de 600 autobuses enviados para transportarlos. En las últimas semanas, la ciudad ha enfrentado dificultades para proporcionar refugio a los migrantes, especialmente ante la llegada del invierno y las condiciones climáticas adversas.

El 19 de diciembre, Texas envió un avión al Aeropuerto O’Hare de Chicago con más de 100 migrantes, marcando el primer vuelo fletado por ese estado para transportar a personas recién llegadas que cruzaron la frontera sur del país. Esta medida ha generado debate y controversia sobre las políticas migratorias y la distribución de responsabilidades entre los diferentes niveles de gobierno en Estados Unidos. Un portavoz de Abbott reconoció recientemente que el gobernador había comenzado a alquilar vuelos en respuesta a la política de Johnson, que limitaba la llegada de autobuses de migrantes. Esta confrontación entre autoridades estatales y locales refleja las tensiones y desafíos en torno a la gestión de la crisis migratoria, así como las diferencias ideológicas y políticas entre los actores involucrados. La situación en Chicago y Texas ilustra los complejos problemas que surgen cuando se trata de la migración a gran escala. Además de las preocupaciones logísticas y humanitarias, la crisis también plantea interrogantes sobre la coordinación entre diferentes niveles de gobierno y la capacidad de las ciudades y estados para responder eficazmente a estas situaciones.

Las alcaldías de Nueva York y Denver tomaron medidas similares, que ordenan el decomiso de los vehículos si no se cumplen con las órdenes de dejar a los extranjeros en lugares y horarios determinados.

En las últimas semanas, los conductores de los autobuses enviados por Texas han dejado a los migrantes en suburbios cercanos a Chicago, como Indiana, y les han entregado boletos de tren o metro Amtrak o tarjetas Metra para llegar al centro, según el periódico Chicago Tribune. La respuesta de la administración Biden, a través del envío de una delegación a México, sugiere un esfuerzo por abordar la crisis migratoria desde una perspectiva diplomática y de cooperación regional. Sin embargo, la situación en Chicago y Texas sigue siendo un desafío significativo que requerirá un enfoque integral y colaborativo para su resolución.