Por: Gamaliel Espinoza

Hay algo que nunca voy a cambiar… mis principios.

Soy como siempre lo he dicho… “chapado a la antigua”, así de sencillo.

Soy de los que piensan que si algo empieza mal, terminará mal.

Recuerdo que en mis tiempos… (hace unas décadas) no era como lo es ahora. Han cambiado muchas cosas, pero en la que quiero enfocarme es en el noviazgo, así es. Todavía me acuerdo de esos días, aunque usted no lo crea.

En lo particular (quiero hablar de mi familia), frente a mis padres nunca le di un beso a una novia. Es mas, ni siquiera fui capaz de tomarle la mano. Había un respeto hacia mis padres que creo que varias de mis novias no entendían como era mi familia.

Cuando nos casamos y el juez dijo: -los novios se pueden besar…- no sabíamos que hacer. No estoy diciendo que no sabíamos como hacerlo, pero el hacerlo delante de mis padres… por favor, trágame Tierra.

Ahora, ahora es muy diferente… muy diferente.

Apenas si son novios y caray… ¿me estoy explicando?

Bien, una pregunta. ¿Que pareja de novios llegan vírgenes al matrimonio?

Excelente pregunta. Puedo asegurar que para que una pareja llegue virgen al matrimonio… esta muy canijo, o ¿usted cree que si?.

Ahora van embarazadas en la ceremonia del matrimonio… eso si, vestidas de blanco.

Ya no hay respeto para nuestras costumbres, nuestros principios, nuestros ideales.

Ahora les vale un cacahuate el matrimonio. Total, si no funciona pues nos divorciamos y ya. Se vuelven a casar y asunto arreglado.

Volviendo al tema de hoy que es el noviazgo me llamó la atención una encuesta que se hizo de las parejas que se tratan mal durante el noviazgo.

Según la encuesta a nivel nacional (México) los motivos para tener una relación de noviazgo son: un 90 %  de los encuestados respondió es que le gustaba su pareja. Un 4 % porque le insistieron y un 2 % por presión social.

Ahora que, en base a esta encuesta un 76 % de los jóvenes mexicanos de entre 15-24 años de edad sufrieron episodios de violencia al menos una vez durante el noviazgo.

Siguiendo con la encuesta, los motivos que ocasionaban el enojo de los hombres: 41 % se lo llevan los celos. Un 26 % por la cantidad de amigos que tiene la pareja. Un 23 % es… que se enoja por todo y nada.

Ahora vamos con las mujeres que no cantan mal las rancheras: 46 % por celos, esto es un 3% mas que los hombres. 42 % porque el hombre queda en algo y no lo cumple. Por último, lo que resta es porque cree que esta siendo engañada.

¿Hasta donde se puede creer que es verdad?

No me quiero meter en camisa de once varas, y pues creo que hay algo de cierto en esta encuesta.

En mi opinión muy particular creo que debemos de estar cerca de nuestros hijos. Estar al tanto de sus relaciones de noviazgo.

Muchas de las veces cerramos los ojos cuando tienen una relación de noviazgo. Y es aquí en donde los tenemos que abrir lo mas que se pueda.

Porque una vez casados ahora si, lo mejor será cerrarlos.

¿Somos capaces de decirles a nuestros hijos… ese muchacho (a) no te conviene? ¿Sabe por qué?  Porque tenemos miedo a que nos respondan… Y que!!!!!

¿Cuantas veces hemos visto a novios discutiendo como si estuvieran casados?

Ni uno ni el otro se quiere dejar. Y pareciera que de una vez por todas quisieran dejar bien claro quien es el que manda… en el noviazgo. Así que si se llegaran a casar pues se seguirá lo establecido.

No se trata de quien pueda mas. Se trata de que se hable y que se llegue a un acuerdo.

Cuantos padres habrán visto a su hijo o hija con un moretón por una “caricia” de su novio (a)… y se quedan callados. Esperan que ella o él  reaccione. Pidiéndole a Dios que no se casen… y sin embargo se casan.

Pobresitos de ellos… si empiezan mal, terminarán mal

Les he contado lo que me pasó al ir a un aniversario de bodas (60 años). Le pregunté al anciano festejado:

–           Don Juanito, ¿cuál es el secreto para llegar a tantos años?-

–           Mira hijo, te voy a dar mi secreto… para que haya un pleito se necesitan dos “pen…conejos”… yo nunca he sido uno.

Creo que la lección se me quedó bien grabada. La apliqué de chavo y mas ahora de casado. Me he evitado un montón de problemas.

Es mas, lo he aplicado a donde voy y me ha dado muy buenos resultados.

Y es que uno enojado dice y hace cosas que después nos estamos arrepintiendo, pero ya se dijo ya se hizo. Y luego tenemos que vivir con eso. Como dijo Juan Gabriel… “pero que necesidad”.

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