Por: Ing. Esteban Sánchez

En días pasados se llevaron a cabo dos eventos de contrastes. Por un lado, la ceremonia de inicio de la Guardia Nacional y por el otro, las marchas en varios estados contra el Presidente.

La GN es la gran apuesta de este gobierno por reducir los niveles de violencia en el país, que se salieron de control desde el sexenio de Calderón y que con Peña Nieto no se lograron revertir.  El comandante de la GN será el general Luis Rodríguez Bucio, quien cuenta con el respaldo del secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, y del general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena, por lo que estará a la altura del reto.

Recordemos que la creación de la GN viene de un proceso que comenzó en noviembre del año anterior y que incluyó audiencias públicas en la Cámara de Diputados y un ejercicio de Parlamento Abierto en el Senado. Durante el proceso legislativo se privilegió el diálogo entre  legisladores, especialistas y académicos y tuvo como resultado una aprobación histórica, con un solo voto en contra en la Cámara de Diputados y por unanimidad en el Senado. En este proceso, destacó la participación de Mario Delgado y de Ricardo Monreal, quienes lograron consensos entre los distintos grupos parlamentarios para crear este cuerpo de seguridad que inició operaciones.

El evento de arranque del despliegue de la GN se llevó a cabo en el Campo Marte. Ahí, el

Presidente reconoció que aún quedan pendientes en el tema de seguridad, “ahí no podemos decir que se ha avanzado, prevalecen las mismas condiciones que heredamos de los gobiernos anteriores”. Esto es cierto, por más que se haya visto un ligero descenso del -0.76% en el número de víctimas de homicidio doloso y feminicidio en el último bimestre (abril y mayo) en comparación con el año anterior. En el tema de seguridad aún hace falta mucho, pero se ha dado un paso en la dirección correcta.

La seguridad fue uno de los reclamos en la marcha contra el Presidente. Hubo también otros, como la cancelación del NAIM, el cierre de las estancias infantiles, el pacto migratorio y la iniciativa para el desarrollo en Centroamérica, entre otras. Incluso hubo algunas pancartas que pedían su renuncia y que sea juzgado por traición a la patria. Esto es excesivo, ya que se le quiere hacer una evaluación de un año al Presidente cuando apenas cumple 7 meses en el cargo. Al hacer el análisis del inicio de la administración, el balance es favorable. Esto se aprecia al hacer un recuento de los primeros meses de la administración.

Hay muchas cosas que destacar, como el cierre de los Pinos y su conversión en un recinto cultural, la subasta de los vehículos de lujo y de aviones para destinar recursos a municipios marginados de Oaxaca y Guerrero, los ahorros que ha generado el combate al huachicol, el refinanciamiento de la deuda de Pemex, el crecimiento del salario promedio real, la nueva reforma educativa y la reforma para otorgar derechos laborales a las trabajadoras del hogar. También hay que señalar que el Presidente inicia actividades desde temprano con la reunión de  su gabinete de seguridad y que durante la semana tiene conferencias todos los días, además de recorrer el país para presentar sus programas sociales, que se espera pronto den resultados.