El Paquete…
Llega la compañía de paquetería a una casa en una casa de Nuevo Laredo
Tamps. El paquete a entregar viene a nombre del señor de la casa.
–
Eso no puede ser posible señores- les dice la mujer que los atiende.
–
Y ¿porque no puede ser posible? ¿Acaso no hay una persona que
tenga este nombre?
–
Claro que sí, pero eso es imposible-
–
Y ¿porque no puede ser posible?
–
Ese que esa persona es mi esposo y el murió hace 20 años.
Los encargados del paquete lo regresan a la oficina.
después de varios días de estar el paquete en la oficina… se empieza a
sentir un olor muy desagradable.
Desinfectante, desodorante… todo lo que se tenía a la mano se usó para
contrarrestar el olor tan desagradable que se estaba presentando en la
oficina.
Cuando por fin dieron con el origen del olor se dieron cuenta de que el
olor desagradable venia de la caja que la señora no había aceptado.
Se mandó llamar a la Procuraduría General para que se pudiera abrir el
paquete.
Cuando los encargados lo hicieron, se dieron cuenta el porqué del olor
tan desagradable… no podían creer lo que había dentro de esa caja.
Dentro de la caja había 4 cabezas… así es, 4 cabezas de ajos y como dos
kilos de cebollas echadas a perder.
Un estudio reciente que se hizo… se llegó a la conclusión de que la gente
prefiere ser molestado antes que pensar.
El experimento consistió en encerrar varias personas en un cuarto sin
nada de nada… sólo por 15 minutos.
Al final de los minutos marcados la mayoría de los que estuvieron dentro
preferían escuchar ruidos escandalosos o que se les fastidiaría… menos
volver a experimentar el silencio absoluto.
En este mundo tan ajetreado nos hemos acostumbrados al ruido y si no
lo hay pensamos que estamos muertos.
Tenemos que estar oyendo ruido… para saber que estamos vivos.
Lo que me llama la atención es que, los que aguantaron más el silencio
fueron los hombres… que las mujeres. La única duda que tengo es si
dentro de los hombres quienes aguantaron más el silencio eran los
casados o los solteros… aunque me doy una idea.
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La señora encuentras a un niño comiendo dulces a manos llenas
No aguantándose las ganas de evitar que siga comiendo tanto dulce le
dice…
–
Te va a hacer daño comer tantos dulces-
–
Mi abuela comía muchos dulces y vivió 100 años-
–
Y ¿acaso crees que vivió muchos años porque comía muchos dulces?
pregunta la señora.
–
No- contesta el niño.
–
¿Entonces?
–
Pues porque nunca se metía con nadie señora.
¿Sabía que hay una aplicación para su celular en donde podremos saber
que tanto estrés tenemos? Lo único que necesitará nuestro teléfono para
saber cómo andamos de estresados es un poco de saliva.
Así que si usted es de los que le da cosa una cosa babeada pues se va a
tener que aguantar las ganas… le pueden prestar un teléfono ensalivado.
Ahora que si su esposa novia, novia, esposo, amigo, amiga… se le pone al
brinco lo primero que tiene que hacer es sacar su teléfono y buscar la
aplicación del estrés y ya está.
En caso de que su nivel de estrés este muy alto… no se ponga a discutir.
Si está en nivel bajo… aproveche para poner las cosas muy en claro.
Lo podrá hacer cada vez que sienta que se le sube la hormona del estrés.
El costo normal de esta prueba es de 80 dólares y se tarda una semana…
normalmente.
¿Difícil? hasta un niño de 12 años de edad lo puede hacer.
Tendrá que tener cuidado porque las personas con diabetes pueden
confundir el resultado ya que estas personas con problemas con el azúcar
tienen una producción alta de cortisol… que es lo que hace que se pueda
medir el estrés en las personas.
Claro que no hay pierde, porque si usted es diabético pues lo único que
tiene que hacer es saber cómo anda de azúcar y luego medir el cortisol
en la prueba.
Yo no gastaría un centavo en esto. Claro que no. Es fácil saber cuando
una persona esta estresada.
Ahora imagínese que le dice a una persona estresada que le va a hacer la
prueba del estrés… no creo que le vaya a responder de buena forma.
Sugerencias, cometarios y opiniones favor de hacerlos llegar a:
gammaliel9.10@gmail.com
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