El Consejo Nacional Agropecuario (CNA), una entidad que representa a los empresarios mexicanos del sector agropecuario, está siguiendo de cerca la resolución del panel de controversias que Estados Unidos ha presentado contra México por las restricciones impuestas al maíz transgénico. Esta disputa se centra en la prohibición de importar maíz amarillo estadounidense debido a preocupaciones sobre su impacto en la biodiversidad y la agricultura local. El CNA, consciente de la relevancia de esta cuestión para el sector, está abogando por que cualquier resolución se base en evidencias científicas sólidas.

Mario Puente, el vicepresidente de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria del CNA, ha manifestado la importancia de que el panel de controversias considere la ciencia como base para su resolución. La decisión final debe ser respaldada por investigaciones científicas rigurosas que permitan una comprensión sólida de los riesgos y beneficios asociados con el maíz transgénico y sus implicaciones para la agricultura y el medio ambiente. Puente enfatiza que la adopción de enfoques basados en la ciencia es esencial para garantizar decisiones informadas y justas.

La controversia en torno al maíz transgénico no es un asunto aislado y ha sido objeto de debate en diversos lugares del mundo. Los transgénicos, organismos modificados genéticamente para resistir plagas o mejorar características como el rendimiento, han generado preocupaciones tanto ambientales como de salud en diferentes comunidades. La decisión sobre su uso y comercialización a menudo involucra una evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios, así como la consideración de las implicaciones a largo plazo.

El CNA, como representante de los empresarios del sector agropecuario en México, está haciendo hincapié en la necesidad de un enfoque basado en la ciencia para resolver esta controversia. Esta postura refleja la importancia de considerar todas las perspectivas y evidencias disponibles antes de tomar decisiones que puedan afectar la producción de alimentos y la seguridad alimentaria en el país.

En un mundo cada vez más complejo y tecnológico, el papel de la ciencia en la toma de decisiones se ha vuelto crucial. El caso del maíz transgénico y la controversia entre México y Estados Unidos destacan la importancia de contar con información objetiva y basada en investigaciones sólidas para abordar cuestiones que afectan la agricultura, el medio ambiente y la salud humana. En tanto, David Soriano, director general de inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), comentó que las decisiones se sostienen en la ciencia, por lo que enfatizó que “el caso del maíz no será la excepción”.

“Nosotros apostamos y estamos convencidos de que debe prevalecer la parte científica en la toma de decisiones”, dijo.

La Oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, en inglés) notificó la semana pasada su intención de abrir un panel arbitral bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por las restricciones a la importación de maíz amarillo que impuso el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pese a ello, el Gobierno mexicano no ha solicitado evidencia científica del Senasica para defender su postura contra el maíz amarillo estadounidense frente al T-MEC, según el funcionario del Senasica, organismo encargado de vigilar y regular que los productos animales y vegetales que se importan, exportan y comercializan en el país no generen un daño a la población. “Al día de hoy, mi Dirección General (de inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera), no tiene solicitud de esa información (por parte de la Secretaría de Economía)”, señaló.

El funcionario apuntó que si la Secretaría de Economía lo solicita, el Senasica está dispuesto a colaborar con la información sobre los aspectos fitosanitarios del maíz que puedan ser relevantes. La Secretaría de Economía ha afirmado que está preparada para defender la posición mexicana ante este panel internacional y demostrar que la regulación nacional es consistente con los compromisos suscritos en el T-MEC y que las medidas impugnadas no tienen afectaciones comerciales.

Soriano precisó que Senasica, que depende de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), solo podrá colaborar con información fitosanitaria, que tiene que ver con “los efectos que pudiera tener hacia la sanidad vegetal. Esto es, la eficiencia que tiene este producto”. El directivo del Senasica dijo que los aspectos medioambientales le corresponden a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), mientras que lo relativo a la salud a la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).“A nosotros solamente nos corresponde los aspectos de fito (sanidad) de este producto o de esta tecnología”, detalló.