¿Caries? ¡Qué vergüenza!

sonrisa

Luisa Fernanda Montero Má s d e 1 6 millones de niños sufren en Estados Unidos de caries dentales no tratadas. La cifra me hace pensar en una aldea medieval. Pero no, estamos hablando de 16 millones de niños estadounidenses del siglo XXI. Resulta que según se ha encargado de hacer público una coalición preocupada por la salud dental de los americanos, la caries dental es la enfermedad crónica más común en los niños. Eso habla muy mal del desarrollo del que se precia este país porque la caries es una enfermedad ampliamente prevenible. Lo más grave es que una boca descuidada puede relacionarse con obesidad, diabetes e incluso enfermedad cardíaca. En Estados Unidos la enfermedad oral es la causa de que 51 millones de niños pierdan horas escolares y de que sus padres pierdan 25 millones de horas de trabajo al año. Esas son malas noticias. Pero vamos por partes. Todos hemos escuchado hablar de la caries, pero, ¿qué es? De acuerdo con la explicación ofrecida por el doctor Manuel A. Cordero, Secretario de la Academia de Odontología General – Academy of General Dentistry – en términos sencillos, la caries es la rotura de la protección del diente. El encargado de proteger al diente es el esmalte, este esmalte, según el doctor Cordero es el material más duro que produce el cuerpo hu- mano y está realmente diseñado para durar toda una vida. Sin embargo, se rompe. ¿Por qué? El esmalte puede romperse por accidente, pero también por el ataque de las bacterias. “Si uno no tiene una buena higiene oral, o sea, si no se cepilla bien la boca y permite que la bacteria se acumule en los dientes por más tiempo del debido esa bacteria produce un ácido que rompe la integridad del esmalte, una vez se abre el esmalte la parte abierta del diente es susceptible a la caries y se va dañando hasta que se pierde”, explica Cordero. La forma de evitarlo es sencilla y aunque todos la conocemos, muchos parecen ignorarla en su propio comportamiento y en el que transmiten a sus hijos: Hay que lavarse los dientes. Sencillo. Lavarse los dientes por al menos dos minutos, al menos dos veces al día. Pero de acuerdo con una encuesta recientemente realizada por la mencionada coalición: Partnership for Healthy Mouths, Healthy Lives o Alianza para Bocas Sanas, Vidas Sanas, sólo el 44 por ciento de los padres reportan que sus hijos se cepillan los dientes dos veces al día o más. La misma encuesta reveló que el 60 por ciento de ellos no ayuda regularmente a sus hijos a lavarse los dientes ni se ocupa de revisar para asegurarse de que hayan hecho un buen trabajo. Las consecuencias del descuido son nefastas. Además de las molestias de la caries, una mala salud oral puede tener consecuencias graves en la salud general del individuo y generar infecciones mortales. La boca es la puerta a la salud general de una persona y una boca descuidada puede relacionarse con obesidad, diabetes e incluso enfermedad cardíaca. La prevención es la clave. De nuevo, hay que lavarse los dientes y enseñar a nuestros hijos a hacer lo mismo. De acuerdo con el doctor Cordero, además, las dietas saludables, son también muy importantes para la salud dental. Los alimentos procesados y los ácidos presentes en gran variedad de bebidas envasadas son altamente dañinos para el esmalte. Para el doctor Cordero es bien sencillo: evita que se te acumule la bacteria, evita que el nivel de acido sea muy alto y evita las comidas que tienen muchos ácidos. Es hora de mejorar nuestra salud oral y la de nuestros hijos. Tú puedes hacerlo.

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