“Llego a nuestro Estado el gobierno de la Transformación”, dijo Américo Villarreal Anaya al abrir su discurso para asumir como gobernador de Tamaulipas, que fungirá durante el periodo 2022-2028 con el compromiso de poner fin al saqueo y priorizar a los pobres. Ayer por la mañana, en sesión solemne del Congreso, Villarreal Anaya formalizó el arranque de su gobierno ante los diputados de la 65 Legislatura, del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, representante personal del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; de David Cerda Zúñiga, presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado y de la diputada presidenta de la Mesa Directiva, Alejandra Cárdenas Castillejos, con la notoria ausencia del gobernador saliente, Francisco García Cabeza de Vaca. Hoy comienza una nueva etapa de esperanza para Tamaulipas. Más que anclarnos en nuestras posibles diferencias legítimas y respetables, tengamos presente que nos debemos al pueblo. Ratifico mi compromiso de gobernar para todas y todos, porque nuestro proyecto humanista es para la inclusión, dejando atrás las viejas y anacrónicas formas de hacer política que no han estado a la altura de las exigencias de la sociedad tamaulipeca. Debido a su incompetencia, a su hipocresía y a su deshonestidad dejaron a Tamaulipas no sólo en una crisis por la debilidad de sus finanzas, sino por la bancarrota moral en la que concluyeron su mandato.

Todo eso quedó atrás. Pero no sus consecuencias. Donde encontremos conductas ilegales o desvío de los recursos públicos simple y llanamente, el castigo que marca la ley.