Sheinbaum condena la violencia en la nueva protesta contra la gentrificación en México

La Universidad Nacional Autónoma de México emitió un comunicado oficial informando que ya se inició una evaluación detallada de los daños, con el objetivo de presentar las denuncias correspondientes ante las autoridades capitalinas. La institución reafirmó su compromiso con la libertad de expresión y la protesta pacífica, pero condenó de manera categórica cualquier forma de violencia o vandalismo que atente contra sus espacios.
Esta manifestación, realizada el domingo, fue la segunda de su tipo contra la gentrificación en la capital del país. En contraste con la primera marcha —que tuvo lugar en las colonias Roma y Condesa, epicentros del fenómeno de desplazamiento urbano— esta vez los activistas y colectivos decidieron movilizarse hacia el sur de la ciudad, particularmente en la alcaldía Tlalpan. El punto de concentración fue el área cercana al Estadio Azteca, donde se ubica el megaproyecto inmobiliario “Fuentes Brotantes 134”. Este desarrollo ha sido duramente criticado por organizaciones sociales y ambientalistas, quienes señalan que su construcción amenaza con alterar el equilibrio ecológico de la zona, además de propiciar el desplazamiento de comunidades originarias y el encarecimiento de servicios.
Las protestas contra la gentrificación han ido en aumento en los últimos años en Ciudad de México, impulsadas por el incremento de proyectos de lujo en zonas anteriormente populares o rurales. Este fenómeno ha generado un encarecimiento generalizado de rentas, servicios y alimentos, dificultando la permanencia de sectores vulnerables y comunidades tradicionales en sus propios territorios.
Colectivos participantes en la marcha denunciaron que han sido ignorados por las autoridades urbanas, pese a que llevan tiempo alertando sobre los impactos ambientales y sociales de estos megaproyectos. Alegan que detrás de estos desarrollos existe una colusión entre empresas inmobiliarias, funcionarios públicos y políticas de planeación urbana que priorizan el negocio sobre el bienestar colectivo. Pese a los reclamos legítimos de fondo, los actos violentos registrados han generado un rechazo generalizado entre la sociedad civil. Numerosos usuarios en redes sociales, intelectuales, académicos y estudiantes se pronunciaron contra la destrucción de espacios culturales, haciendo un llamado a la protesta responsable y al respeto por los bienes comunes. Mientras tanto, la comunidad universitaria continúa con labores de limpieza, evaluación y reconstrucción de los espacios afectados, reafirmando su compromiso con el pensamiento crítico, el arte y la libertad académica como pilares de una sociedad democrática.
0 Comments