¿QUE TAN DE ACUERDO?

Podrán hacer lo que les pegue la gana, pero no me harán cambiar de opinión. Soy de los antigüitos que preferimos las cosas naturales… no normales.
Hice una pequeña encuesta con los que me rodean (compañeros de trabajo) y me dio risa el resultado.
¿Qué tan de acuerdo estas con el LGBT+? Fue la primera pregunta formulada
-La gran mayoría respondió que no había ningún problema.
-Que eran de mente abierta.
-Que cada quien puede hacer de su vida un papalote.
-Que los tiempos cambian.
Claro que también hubo quien dijo que…
-Son puras cochinadas… pocos, pero si hubo quien dijo eso.
Estos últimos no les seguí preguntando, no había necesidad de hacerlo. Así que me enfoqué con los que les daba lo mismo y que todo había estaba cambiando. Voy a usar un nombre ficticio para relatar lo que pasó.
– Marcos… te consideras homosexual o heterosexual.
– Por supuesto heterosexual.
– Dices que te da lo mismo la vida de estas personas del LGBT
– Así es… muy su vida.
– Correcto. Una pregunta… ¿tendrías una relación con una persona homosexual?
– Por supuesto que no.
– Entonces ¿porque estás de acuerdo con ese estilo de vida?
– Pues porque… es la vida de ellos.
– Pero ¿no compartirías tu vida con una de esas personas?
– Claro que no, porque soy heterosexual.
El siguiente es Daniel
– Que te parece los “trans”.
– Me parecen perfectos.
– No te desagrada la compañía de un “trans”.
– Por supuesto que no. No me considero una persona que discrimine.
me gusta respetar el gusto de otras personas. Inclusive mi hija tiene amistades de ese grupo.
– Supongamos que vas a un bar y te encuentras con una mujer despampanante. La mujer mas bonita y buena del bar. ¿Le invitarías unas bebidas?
– Claro que lo haría.
– Ok. Entre bebida y bebida hay atracción visual.
– Ella te dice que le caes bien y que pues le gustaría estar a solas contigo.
– Me gusta la idea.
– Te la llevas a un motel y entre besos y besos, entre caricias y caricias se va poniendo bueno el asunto. Siguen bebiendo a tal grado que estas bien borracho y pues pasa lo que tiene que pasar. Al día siguiente despiertas y te das cuenta de que pasó algo fuerte entre ustedes dos. Despiertas y ella está en el baño. Ves una peluca en la cama. Ves unos condones en la mesita… y aparece ella sin maquillaje y te dice con una voz muy varonil – buenos días papito- que le dirías. Por estar bien borracho no te diste cuenta de lo que pasó. ¿Qué harías?
No sé hasta dónde llevé a Daniel, pero lo dejé sin palabras.
– ¿Qué harías? Le volví a preguntar.
– Creo que le partiría su madre- por fin respondió.
– Pero si acabas de decir que eres de mente abierta y que no tienes ningún problema con esas personas.
– Si, pero… el problema es que no me dijo lo que era.
– Y si te hubiera dicho lo que era… ¿lo hubieras hecho de todas maneras?
– Pues no.
– Bien, creo que tienes que aceptar que no estás del todo de acuerdo con el LGBT… siempre no te toque uno, ¿cierto?
Mi amigo no dijo nada. Pero por un buen rato lo vi pensativo.
No me quiero imaginar que ya tuvo una experiencia.
¿Hasta donde estamos de acuerdo con el LGBT+?
¿Muy abiertos? ¿medianamente abierto? O ¿totalmente cerrados?
Eres o no eres… así de fácil. Creo que en este tema no se puede ser término medio… creo. Se muy bien que es un tema muy delicado porque no queremos ir en contra de la corriente. No queremos que nos vean como bichos raros. Pero es que no podemos ser indiferentes ante este tipo de situaciones. ¿Qué mensaje le estamos dando a nuestros hijos?
¿Qué mundo le estamos dejando a nuestros nietos?
¿Qué lo vean normal o natural?
Como siempre he dicho… mis respetos a esas personas. Nomas que no se metan conmigo… y con los que no están de acuerdo con ellos. Así como ellos piden respeto nosotros lo pedimos también.
Sugerencias comentarios y opiniones favor de hacerlos llegar a: gammaliel9.10@gmail.com
0 Comments