Trump dice que impondrá aranceles del 25% a todos los países que compren petróleo a Venezuela

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Washington, 24 mar (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes la imposición de aranceles del 25 % a los países que compren petróleo de Venezuela, ya sea de forma directa o a través de una tercera parte. Estos aranceles entrarán en vigor el próximo 2 de abril y el líder republicano dejó en manos del secretario de Estado, Marco Rubio, la imposición de dichos aranceles a los países que se considere pertinentes.

La orden ejecutiva no menciona a los países que compren gas de Venezuela, algo que Trump sí había citado en su mensaje en Truth Social. Sin embargo, la ambigüedad en torno a esta cuestión ha generado incertidumbre entre los países que importan productos energéticos venezolanos, pues aún no está claro si en el futuro la medida podría ampliarse al gas natural y sus derivados.

El comunicado detalla que por petróleo venezolano se entiende el petróleo o productos derivados independientemente de la nacionalidad de la entidad involucrada en la producción o venta de los mismos. Esto significa que incluso compañías de terceros países que refinan o revenden crudo venezolano podrían verse afectadas por los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos.

Dicha orden precisa que una vez impuesto el gravamen, este expirará un año después de la última fecha en la que el país afectado haya importado petróleo venezolano. No obstante, el secretario de Comercio, en coordinación con el de Estado, el del Tesoro, el de Seguridad Nacional y el representante comercial, podrá decidir levantar la medida antes de lo previsto si considera que las condiciones lo justifican.

En el caso de que el arancel previsto afectara a China, también se aplicaría a Hong Kong y a Macao como medida para reducir el riesgo «de evasión». Washington ha expresado en varias ocasiones su preocupación por la participación de bancos y empresas de Hong Kong en la triangulación de recursos financieros para eludir sanciones previas contra Venezuela.

Rubio y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, presentarán al presidente informes periódicos 180 días después de la entrada en vigor de esta orden, y cada 180 días a partir de entonces, evaluando la efectividad de la medida. Se espera que estos informes incluyan un análisis del impacto de los aranceles en la economía estadounidense y en las relaciones comerciales con los países afectados.

En su primer mensaje en Truth Social, Trump había apuntado que «cualquier país que compre petróleo y/o gas a Venezuela deberá pagar un arancel del 25 % a Estados Unidos sobre cualquier transacción comercial» que realice con Estados Unidos. Sin embargo, la orden ejecutiva solo menciona el petróleo, lo que ha generado dudas sobre la aplicabilidad de la medida al gas.

Este «arancel secundario» responde, según dijo en esa plataforma, a que Venezuela ha enviado a Estados Unidos «a decenas de miles de criminales de alto nivel y otros delincuentes» de manera «intencionada y fraudulenta». La Casa Blanca ha vinculado esta política con su estrategia de endurecer la seguridad fronteriza y frenar la inmigración ilegal.

«Entre las bandas que han enviado a Estados Unidos se encuentra el Tren de Aragua, que ha sido designado como ‘Organización Terrorista Extranjera’. Estamos en el proceso de devolverlos a Venezuela. ¡Es una tarea enorme!», añadió Trump en su mensaje. Según informes recientes de agencias de inteligencia estadounidenses, la organización criminal se ha expandido en varios estados del país.

Además, Trump citó en Truth Social que Venezuela «ha mostrado una actitud muy hostil hacia Estados Unidos y las libertades» que, según el presidente, representa su país. Estas declaraciones han sido interpretadas como una señal de que la administración estadounidense endurecerá aún más su postura hacia el gobierno de Nicolás Maduro en los próximos meses.

La orden ejecutiva subraya que las sanciones ya vigentes contra Venezuela siguen en vigor y considera que las acciones y políticas del régimen de Nicolás Maduro «siguen representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos». Esta política de presión económica busca aislar aún más al gobierno venezolano en el contexto internacional.

Las actividades del Tren de Aragua, según se añade, «han intensificado esta amenaza». Investigaciones de agencias de seguridad han señalado que la organización ha estado involucrada en delitos como narcotráfico, secuestros y extorsiones en diversos países de América Latina y Estados Unidos.

El mensaje de la Casa Blanca consideró que «las políticas de fronteras abiertas del gobierno anterior facilitaron la infiltración de miembros del Tren de Aragua en Estados Unidos», lo que en su opinión «permitió a estos peligrosos criminales establecerse en ciudades estadounidenses y atacar a ciudadanos estadounidenses». Esta afirmación refuerza el discurso de Trump sobre la necesidad de reforzar la seguridad fronteriza y tomar medidas drásticas contra la inmigración irregular.

A Maduro le reprocha a su vez facilitar «la afluencia de miembros del Tren de Aragua a Estados Unidos durante el gobierno anterior al no controlar sus fronteras, permitir el florecimiento de las operaciones de la banda en Venezuela y negarse a tomar medidas contra sus miembros, agravando así la crisis de inmigración ilegal».

Trump mantiene que impondrá aranceles en abril pero contempla “flexibilidad”

El presidente estadounidense, Donald Trump, subrayó este viernes que mantiene su intención de imponer aranceles recíprocos a partir del 2 de abril sin excepciones, pero consideró que puede haber cierta flexibilidad al respecto.

“Flexibilidad es una palabra importante. Habá flexibilidad, pero básicamente es recíproco”, dijo en el Despacho Oval de la Casa Blanca en un acto donde anunció que la producción del avión de combate de nueva generación del Ejército, bautizado como F-47, se ha adjudicado a Boeing.

Trump consideró que la imposición de esos gravámenes es un proceso justo y no tiene un porcentaje definido: “Imponemos lo que nos impongan. (…) Haremos lo que nos hagan”.

En su alocución no consideró excepciones: “En cuanto lo haces para uno, lo tienes que hacer para todos”, sostuvo. Desde su retorno a la Casa Blanca el 20 de enero, el líder republicano ha apostado por activar aranceles para corregir lo que considera déficits comerciales injustos para Washington y también como medida de presión contra México, Canadá y China para reducir el flujo de fentanilo que entra por las fronteras estadounidenses.

Trump estimó que su política ya está dando resultados.

“No tengo tiempo suficiente para dar tantas conferencias de prensa, pero diría que, hasta ahora, al menos 4 billones de dólares están llegando de las compañías automotrices. Y lo que es más importante, muchas de las que iban a fabricar en México o Canadá ahora lo van a hacer aquí porque no quiero vehículos de Canadá ni de México”, dijo.

El presidente destacó que “se ha acabado” la época en la que las empresas se implantaban en otros países, provocando en Estados Unidos “desempleo y fábricas vacías”, y criticó a su antecesor, el demócrata Joe Biden tachándolo de haber sido “incapaz” de corregir la situación.

Trump subrayó que la estrategia de aranceles busca fortalecer la economía estadounidense y recuperar la industria manufacturera. Según el mandatario, Estados Unidos ha sido tratado de manera injusta en el comercio internacional durante décadas, permitiendo que otros países se beneficien a expensas de los trabajadores norteamericanos.

Algunos sectores industriales han manifestado preocupación por posibles represalias comerciales, pero la administración Trump insiste en que los beneficios superarán los riesgos. «Estamos reconstruyendo Estados Unidos, estamos recuperando lo que es nuestro», enfatizó el presidente.

Además de las medidas arancelarias, Trump anunció que se reforzarán los controles aduaneros para evitar el ingreso de productos que no cumplan con los estándares estadounidenses de calidad y seguridad. Esta decisión busca proteger a los consumidores y fomentar la producción nacional.

En cuanto a las reacciones internacionales, varios países han expresado su preocupación por el impacto de estas medidas en la economía global. China y la Unión Europea han advertido que podrían tomar acciones recíprocas si se ven afectados por los aranceles.

Mientras tanto, en el Congreso de EE.UU., la oposición demócrata ha cuestionado la eficacia de estas medidas, argumentando que podrían encarecer los productos para los consumidores y afectar negativamente a sectores que dependen de la importación.

Trump, sin embargo, desestimó estas críticas y aseguró que la estrategia es parte de su compromiso de poner a «Estados Unidos primero». Según el mandatario, las empresas que han dependido de la manufactura en el extranjero tendrán que reconsiderar sus estrategias y regresar al país.

“El 2 de abril será el Día de la Liberación de Estados Unidos. Nos han estafado todos los países del mundo, amigos y enemigos. Nos han estafado en comercio. Nos han estafado en el ámbito militar. Nosotros protegemos a la gente y ellos no hacen nada por nosotros. Es una injusticia que dura años y años y ahora parte de ese dinero volverá a nosotros en forma de aranceles”, concluyó.

El anuncio ha generado reacciones mixtas en el sector empresarial. Algunos ejecutivos han mostrado su respaldo a la medida, destacando la necesidad de una política comercial más agresiva, mientras que otros advierten sobre posibles aumentos de costos que podrían trasladarse a los consumidores.

En los próximos días, se espera que la administración estadounidense brinde detalles adicionales sobre cómo se implementarán los aranceles y cuáles serán los mecanismos de control para garantizar su efectividad. El impacto de esta medida en la economía global sigue siendo una de las principales incertidumbres para analistas y gobiernos en todo el mundo.

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