Texas y Florida comienzan a votar, entre cifras récord de participación anticipada
Texas.- Millones de estadounidenses ya comenzaron a emitir su voto anticipado para las elecciones del próximo 5 de noviembre, una opción que ha sido bien recibida en estados como Texas y Florida, donde se busca facilitar la participación ciudadana. Esta modalidad de voto temprano se suma al aumento récord de votos por correo, lo que refleja un fuerte interés del electorado en estas elecciones generales, consideradas decisivas tanto a nivel federal como estatal. En Texas, que cuenta con más de 18 millones de votantes registrados, la apertura del voto temprano ha generado un movimiento significativo en los centros de votación. Lo mismo sucede en Florida, donde más de 13 millones de ciudadanos están habilitados para votar, de los cuales un millón ya lo hizo por correo. Esta participación temprana ha sido clave para descongestionar los centros de votación el día de las elecciones, evitando largas filas y garantizando mayor seguridad y comodidad para los votantes. Además de la elección presidencial, los ciudadanos deberán decidir sobre una serie de cargos importantes en los Congresos estatal y nacional, lo que aumenta la relevancia de estas elecciones. En varios estados, como Alaska, Arkansas, Connecticut, Idaho, Dakota del Norte y Carolina del Sur, también se ha habilitado el voto temprano, brindando opciones adicionales a los ciudadanos para participar en el proceso democrático.
Sin embargo, las elecciones en Texas y Florida no han estado exentas de controversia. Ambos gobiernos estatales, liderados por administraciones republicanas, han promovido campañas para combatir lo que llaman «fraude electoral», una narrativa que ha sido cuestionada por numerosos expertos y medios de comunicación. Estas campañas alegan que «millones» de migrantes indocumentados intentarán votar en las elecciones, una afirmación que ha sido desacreditada repetidamente.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró que su administración eliminó a más de 6,500 personas sin ciudadanía estadounidense de las listas de votación, buscando prevenir irregularidades en el proceso electoral. No obstante, una investigación del Texas Tribune reveló que estas cifras fueron exageradas e incluyeron incluso a ciudadanos estadounidenses, lo que ha generado críticas sobre la precisión y motivación de esta purga en las listas electorales.
En Florida, la situación es similar, con medidas restrictivas que buscan limitar el acceso al voto en ciertas comunidades. Activistas y organizaciones de derechos civiles han señalado que estas políticas afectan de manera desproporcionada a votantes de minorías, en particular a latinos y afroamericanos, quienes constituyen una parte importante del electorado en ese estado.
A pesar de los esfuerzos por limitar el acceso al voto, la respuesta de los votantes ha sido positiva. Tanto en Texas como en Florida, los ciudadanos han mostrado un gran interés en participar de manera anticipada, aprovechando las facilidades ofrecidas. Este entusiasmo refleja la importancia que los ciudadanos otorgan a estas elecciones y su deseo de incidir en las decisiones que afectarán el rumbo del país.
La participación de Kamala Harris y Donald Trump en la campaña electoral ha sido intensa en estas semanas previas a la elección. Harris ha enfocado sus esfuerzos en movilizar a los primeros votantes y a las comunidades afroamericanas en estados clave, mientras que Trump ha buscado consolidar su base en estados como Pensilvania y Florida. Ambos candidatos saben que la carrera será reñida y que cada voto cuenta para asegurar la victoria.
Las elecciones del 5 de noviembre no solo definirán al próximo presidente de Estados Unidos, sino que también influirán en la composición de los Congresos estatales y nacional. Esta combinación de elecciones simultáneas aumenta la complejidad del proceso y pone en juego decisiones clave que afectarán la vida de millones de personas en los próximos años.
Mientras tanto, el voto anticipado sigue su curso, con millones de estadounidenses aprovechando la oportunidad para hacer oír su voz antes del día oficial de la elección. Esta modalidad ha demostrado ser una herramienta efectiva para facilitar la participación y garantizar un proceso más inclusivo y democrático.
En EE.UU., cada estado tiene potestad para elegir cuándo iniciar la votación anticipada y más de 40 ya iniciaron el proceso electoral.
En algunos estados clave, incluyendo Carolina del Norte y Georgia, las autoridades locales han informado de cifras récord de participación, en una apretada contienda que definirá el futuro político de EE.UU. para los próximos cuatro años.
Casi 14 millones de estadounidenses han votado ya por correo o en persona de manera anticipada para las elecciones de hoy a 15 días, lo que supone aproximadamente el 7 % del censo, según datos oficiales de los estados.
Entre los que más participación están registrando están Georgia y Carolina del Norte, dos de los estados clave llamados a decidir los comicios entre Trump y Harris. En Georgia han votado en apenas seis días más de un millón 425 mil personas, un 20 por ciento de su electorado. En Carolina del Norte también se ha superado el millón de votos con más de un millón 30 mil en cuatro días, un 16 % del censo.
El resto de estados que se consideran clave para este 5 de noviembre -Míchigan, Pensilvania, Nevada, Arizona y Wisconsin- están también por encima de la media nacional en participación anticipada. En Míchigan han votado más de un millón 18 mil personas (13 %), en Pensilvania más de 787 mil (10 %), en Nevada más de 187 mil (10 %), en Arizona más de 398 mil (9 %) y en Wisconsin más de 305 mil (9 %).
La mayoría de las personas que se han adelantado al día oficial de las elecciones, el 5 de noviembre, son demócratas: con 4,5 millones de votantes inscritos en este partido, contra 3.1 millones de republicanos en votación anticipada, según datos de la firma TargetSmart.
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