Katy Perry es la primera cantante en viajar al espacio. La misión NS-31 de Blue Origin despegó hace unos minutos y fue transmitida a través del sitio web de la empresa. Para Katy Perry, quien por cierto tiene confirmados tres conciertos en México a finales de abril, este viaje espacial de 11 minutos de duración será un impacto generacional.

«Todos los días me repito: ‘Eres valiente, eres audaz, estás haciendo esto para la próxima generación'», destacó la cantante en una entrevista para la Associated Press, quien ha estado entrenando en Ontario, California, para este propósito.

Además de la intérprete de «Dark House» y «Road», la tripulación estuvo formada por cinco mujeres más de diferentes ámbitos profesionales: Gayle King: Reconocida periodista y copresentadora de CBS Mornings; Lauren Sánchez: periodista y empresaria; Aisha Bowe: excientífica de cohetes de la NASA; Amanda Nguyen: investigadora en bioastronáutica y activista y Kerianne Flynn: productora de cine con amplia trayectoria en la industria audiovisual.

La misión NS-31 es la primera de Blue Origin, compañía espacial de Jeff Bezos, en estar compuesta exclusivamente por mujeres, un hecho que no ocurría desde el histórico vuelo de Valentina Tereshkova en 1963.

La periodista Lauren Sánchez, prometida de Bezos, fue la encargada de liderar esta tripulación pionera que desafía los límites de la representación femenina en la ciencia y la tecnología.

«Si me hubieras dicho que sería parte de la primera tripulación femenina en el espacio, te hubiera creído. Nada estaba más allá de mi imaginación cuando era niña», fueron las palabras de Perry cuando se enteró que sería parte de este vuelo histórico. Cabe señalar que la artista visitará México para ofrecer tres conciertos en la Arena Ciudad de México, los días 23, 25 y 26 de abril. «No puedo recomendar más esta experiencia… Le pongo un 10». La cantante y desde este lunes también astronauta Katy Perry ha valorado así su misión espacial de 11 minutos, que pasará a la historia como la primera integrada exclusivamente por mujeres. Un viaje durante el que ha interpretado en el espacio la canción What a Wonderful World, de Louis Armstrong. Junto a otras cinco tripulantes, entre ellas la periodista Lauren Sánchez, novia de Jeff Bezos, Perry ha despegado este lunes desde Texas a bordo de un vehículo espacial de Blue Origin, la empresa aeroespacial del también fundador de Amazon, repitiendo la experiencia que vivió el aventurero español Jesús Callejael pasado 25 de febrero, y el propio Bezos el 20 de julio de 2021: alcanzar los 100 kilómetros de altitud y experimentar unos minutos de ingravidez durante un vuelo suborbital en una cápsula automatizada.

El magnate estadounidense, que aseguró en 2021 tras salir de la nave que había sido el día más feliz de su vida, eligió como compañeros de vuelo a su hermano Mark, a un estudiante llamado Oliver Daemen y a la piloto Wally Funk, que por entonces tenía 82 años. Funk intentó, sin éxito, convertirse en astronauta en los años 60, en el marco de un programa privado para incorporar mujeres a la carrera espacial. La NASA no permitió que volaran mujeres así que ni ella ni sus colegas, conocidas como las Mercury 13, pudieron hacer su sueño realidad.

La soviética Valentina Tereshkova se convirtió en 1963 en la primera mujer que voló al espacio. Los estadounidenses no asignaron una misión a una astronauta hasta 1983 y aunque desde entonces es frecuente ver a mujeres en el espacio, la mayoría de las personas que vuelan al espacio son hombres.
Cuatro años después del viaje suborbital de Wally Funk, la empresa de Bezos vuelve a impulsar la presencia de mujeres en el espacio con esta misión organizada por su prometida, con la que se casará por todo lo alto en Venecia dentro de dos meses.

«He sentido una gran alegría… Y espero que mucha más gente pueda sentir esto», resumió Lauren Sánchez, visiblemente emocionada, al ser entrevistada minutos después del aterrizaje. Ella ha sido la encargada de elegir a las tripulantes de esta misión con la que pretenden fomentar la presencia de mujeres en el sector espacial.

Además de Katy Perry y Lauren Sánchez, han volado al espacio la exingeniera de cohetes de la NASA Aisha Bowe, la activista por los derechos humanos y astrofísica Amanda Nguyn, la cineasta Kerianne Flynn, y la periodista de la CBS Gayle King, que trabaja con Oprah Winfrey.

La famosa presentadora de televisión, íntima amiga de King, ha sido una de las invitadas al lanzamiento de la misión NS-31. «Me siento muy tranquila, más tranquila que nunca», ha asegurado Winfrey tras destacar la importancia de esta misión pionera. «Habrá otras misiones sólo de mujeres, pero sólo ésta será la primera».

Gayle King destacó «el silencio y la tranquilidad» que experimentó durante su aventura espacial, y aseguró que no se arrepentía de haber salido de su zona de confort. «Ningún sueño es demasiado grande», había declarado antes del viaje, cuando le preguntaron qué diría a los niños que la iban a ver subida a una nave.

«Nunca volveré a ser la misma», afirmó por su parte la ingeniera de cohetes Aisha Bowe, que señaló que está impaciente por volver al espacio. Aunque las protagonistas eran ellas, Jeff Bezos ha estado omnipresente desde que comenzó la retransmisión, una hora y media antes del despegue. Acompañó a las seis tripulantes durante el traslado en coche hasta la plataforma de lanzamiento y subió con ellas hasta la cápsula, donde se despidió de su pareja con un beso antes de pronunciar unas palabras. El cohete New Shepard, denominado así en homenaje a Alan Shepard, el primer estadounidense que voló al espacio, en 1961, despegó a las 15.30 horas, justo cuando se abría la ventana de lanzamiento. El vuelo transcurrió según lo previsto, la cápsula alcanzó los 100 kilómetros de altitud y permitió a las tripulantes flotar durante unos minutos antes de emprender el regreso a la Tierra. Los paracaídas se desplegaron para reducir la velocidad y la cápsula cayó en el desierto texano envuelta en una nube de polvo por el impacto.

El despegue del turismo espacial
Con estos vuelos suborbitales que realizan tanto Blue Origin como Virgin Galactic, empresa del millonario Richard Branson, se están consolidando las primeras experiencias de turismo espacial. Hasta ahora ya han volado con la compañía de Bezos más de medio centenar de personas y aunque Blue Origin no ha publicado el coste de sus viajes suborbitales, los de Virgin Galactic, que también permiten disfrutar de unos pocos minutos de ingravidez, cuestan actualmente 600.000 dólares (526.000 euros), el triple de lo que inicialmente se barajó hace más de una década.

En general, se considera que una persona es astronauta cuando ha volado por encima de los 100 kilómetros de altitud sobre el nivel del mar, que es donde se ha establecido la llamada línea de Kárman, que marca el límite entre la atmósfera y el espacio exterior.