El panorama es menos alentador cuando se incluyó en el análisis a los padres y madres que trabajan medio tiempo, con tan solo 41 centavos ganados por las madres latinas en comparación con los hombres blancos no hispanos.

La brecha también cambia drásticamente cuando se analizan los cincuenta estados de forma independiente. California se encuentra como el estado donde las madres latinas enfrentan una mayor brecha de salario al ganar solo 36 centavos por cada dólar que gana un padre blanco no hispano.

Le siguen Nueva Jersey (37 centavos) y Maryland y Texas, con 40 centavos.

Ramírez explica que la brecha salarial en estados como California se debe a que los padres blancos en su mayoría tienen muy buenos salarios, mientras las madres latinas se dedican a trabajos mal pagos como la limpieza, el cuidado de personas mayores y el campo.

Pero no solo las madres hispanas con trabajos mal pagados están afectadas por la desigualdad salarial. En un estudio más amplio NWLC encontró que la disparidad existe incluso entre las madres con grados universitarios o estudios avanzados y los padres blancos con el mismo nivel de educación.

Por ejemplo, una madre trabajadora con un título universitario gana 68 centavos por cada dólar que gana un padre blanco no hispano con el mismo nivel de educación.

La brecha no cambia mucho cuando se trata de una madre trabajadora que tiene un máster, ellas ganan 70 centavos por cada dólar de los padres blancos con estudios de postgrado.

“Estos datos nos muestran que hay mucha discriminación para las madres trabajadoras en todos los espectros”, valora Ramírez.

La activista hispana radicada en El Paso (Texas) y mamá de dos cuenta que ha vivido en carne propia estas barreras. “En un trabajo previo que tenía cuando recién tuve mi primer hijo me dijeron que debería quedarme en casa a cuidarlo en vez de trabajar”.

“Hay un extenso camino por recorrer para acortar esta brecha y cambiar la mentalidad sobre las madres trabajadoras”, agregó Ramírez.

NWLC ha presionado para que tanto el Gobierno Federal como los gobiernos estatales aprueben proyectos de infraestructura que apoyen a las madres trabajadoras.

El estudio realizado por el Centro Nacional de Derecho de la Mujer (NWLC) revela que las madres latinas en EE.UU. enfrentan una significativa brecha salarial en comparación con los padres blancos no hispanos. Este análisis, publicado en conmemoración del Día de la Igualdad Salarial de las Madres, muestra que las madres latinas ganan aproximadamente 51 centavos por cada dólar que obtienen los padres blancos no hispanos. Este desbalance salarial resalta una desigualdad económica que afecta profundamente a la comunidad latina y refleja disparidades estructurales en el mercado laboral.

La brecha salarial reportada resulta en una pérdida anual de alrededor de 39 mil dólares para cada madre latina trabajadora a tiempo completo. Esta cifra representa una parte considerable de los ingresos de las trabajadoras latinas, afectando su capacidad para cubrir necesidades básicas, ahorrar para el futuro y mantener un nivel de vida adecuado. Diana Ramírez, gerente de Política y Justicia en el Trabajo del NWLC, subraya que esta pérdida económica se traduce en una forma de injusticia salarial que afecta de manera desproporcionada a las madres latinas.

El estudio también destaca cómo esta brecha salarial es el resultado de múltiples factores interrelacionados, incluyendo la discriminación en el lugar de trabajo, la falta de acceso a oportunidades de avance profesional, y la sobrecarga de responsabilidades familiares y laborales que enfrentan las madres latinas. La discriminación salarial y la segregación ocupacional contribuyen a que las mujeres latinas a menudo ocupen puestos con menor remuneración y menos oportunidades de crecimiento en comparación con sus colegas masculinos y con padres blancos no hispanos.

Además, el análisis revela que las madres latinas son más propensas a trabajar en industrias y roles que ofrecen menos beneficios y menor estabilidad laboral. Las barreras estructurales en el mercado laboral, como la falta de acceso a cuidado infantil asequible y la insuficiencia de políticas de licencia parental, exacerban la situación. Estas condiciones a menudo llevan a las madres latinas a aceptar trabajos que no les proporcionan un salario equitativo y que dificultan su progreso profesional.

El impacto de esta brecha salarial va más allá del ámbito económico, afectando la calidad de vida y el bienestar de las familias latinas. Las madres que enfrentan esta desigualdad no solo tienen que lidiar con una menor remuneración, sino que también pueden experimentar mayores niveles de estrés financiero y emocional. Esto puede tener consecuencias negativas para sus hijos y su familia en general, afectando su acceso a recursos y oportunidades.

Las políticas públicas y las reformas laborales juegan un papel crucial en la reducción de esta brecha. Es esencial implementar políticas que promuevan la igualdad salarial, como la transparencia en los salarios, el refuerzo de las leyes contra la discriminación y la mejora de las condiciones laborales para las madres trabajadoras. La creación de un entorno de trabajo más inclusivo y equitativo es fundamental para abordar estas disparidades y garantizar que todas las trabajadoras reciban una compensación justa por su trabajo.

El estudio también enfatiza la importancia de la visibilidad y el reconocimiento de las contribuciones de las madres latinas en el lugar de trabajo. Aumentar la conciencia sobre esta brecha salarial y sus efectos es un primer paso importante para movilizar a los legisladores, empleadores y a la sociedad en general hacia el cambio. Es necesario que se promuevan y apoyen iniciativas que aborden las desigualdades salariales y fomenten una mayor equidad en el empleo.

La brecha salarial que enfrentan las madres latinas es una cuestión compleja que requiere un enfoque multifacético para su resolución. A nivel individual, las madres pueden buscar recursos y apoyo a través de organizaciones que promueven la igualdad salarial y ofrecen asesoramiento legal y laboral. Sin embargo, la solución a largo plazo dependerá de cambios estructurales en el mercado laboral y en las políticas públicas.

Finalmente, abordar esta brecha salarial no solo es una cuestión de justicia económica, sino también de equidad social. Asegurar que todas las trabajadoras reciban una compensación justa y adecuada es crucial para construir una sociedad más equitativa e inclusiva. La colaboración entre organismos gubernamentales,
organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil es esencial para lograr un cambio significativo y duradero en la igualdad salarial.