Dak Prescott brilló el domingo tras firmar una millonaria extensión de contrato con los Dallas Cowboys, lanzando un pase de anotación y liderando a su equipo a una victoria convincente de 33-17 sobre los Cleveland Browns. Este triunfo llegó horas después de que Prescott acordara un contrato de cuatro años y 240 millones de dólares, convirtiéndose en el primer jugador en la NFL en promediar 60 millones de dólares por temporada. Esta renovación de contrato puso fin a meses de especulación sobre el futuro del quarterback, quien ha sido fundamental en las recientes temporadas exitosas del equipo de Dallas.

La extensión de Prescott reafirma la confianza de los Cowboys en su capacidad para liderar al equipo, luego de que los guiará a 12 victorias en tres temporadas consecutivas. Dak no solo se ha consolidado como uno de los mejores mariscales de campo de la liga, sino que también ha expresado abiertamente su deseo de acabar con la sequía de Super Bowls que persigue a la franquicia desde hace casi tres décadas. “Quiero ser el quarterback que ponga fin a esa sequía”, dijo Prescott al inicio de la semana, dejando claro que su objetivo es llevar a los Cowboys de vuelta a la cima.

En el partido contra los Browns, Prescott completó 19 de 32 pases para 179 yardas y, aunque no tuvo números espectaculares, controló el ritmo del juego y fue eficiente en momentos clave. Logró un pase de anotación de 21 yardas a Brandin Cooks en el primer cuarto, lo que le dio a los Cowboys una ventaja temprana. A partir de ahí, Dallas se mantuvo en control, aprovechando los errores de Cleveland y la sólida actuación de su defensiva para mantenerse al frente en el marcador.

La jugada más electrizante del partido llegó en el tercer cuarto, cuando KaVontae Turpin devolvió una patada de despeje 60 yardas para un touchdown, extendiendo la ventaja de los Cowboys a 27-3. Esta anotación fue un golpe anímico para los Browns, que no lograron recuperarse del dominio de Dallas en todas las fases del juego. Turpin, conocido por su velocidad y agilidad, demostró una vez más por qué es uno de los jugadores más explosivos en equipos especiales de la liga.

Brandon Aubrey también fue una pieza clave para los Cowboys, conectando cuatro goles de campo de 57, 50, 46 y 40 yardas, sumando puntos importantes que mantuvieron a Dallas en una posición cómoda durante todo el partido. La precisión de Aubrey se ha convertido en un arma valiosa para los Cowboys, especialmente en encuentros cerrados donde cada punto cuenta. Su actuación fue fundamental para asegurar la victoria y mantener la presión sobre los Browns.
En el juego terrestre, Ezekiel Elliott contribuyó con un acarreo de anotación de 3 yardas, demostrando que sigue siendo una pieza importante en la ofensiva de Dallas. Aunque Elliott ya no tiene el mismo protagonismo que en sus primeros años con el equipo, su experiencia y capacidad para mover las cadenas en situaciones críticas continúan siendo valiosas para el esquema de los Cowboys. La combinación de Elliott y Tony Pollard le da a Dallas un ataque terrestre versátil y peligroso.

Del lado de los Browns, Deshaun Watson tuvo un regreso complicado tras recuperarse de una lesión en el hombro derecho que lo mantuvo fuera desde noviembre. Watson fue capturado seis veces y lanzó dos intercepciones, evidenciando la falta de ritmo y la presión que ejerció la defensiva de Dallas. A pesar de completar 24 de 45 pases para 169 yardas, el mariscal de campo de Cleveland no logró encontrar la consistencia necesaria para liderar una remontada, y los errores costaron caro a los Browns.