El Comisionado de la PUCT, Jimmy Glotfelty, comentó: «Texas ha sido durante mucho tiempo la capital energética del mundo, y hoy tenemos una oportunidad increíble de construir una industria nuclear avanzada líder a nivel mundial que ofrecerá energía segura y confiable para las generaciones venideras. Quiero agradecer al gobernador por su dirección en este importante tema y a las muchas personas que dedicaron su tiempo y experiencia a este trabajo. Las recomendaciones económicas y políticas que hemos delineado inspirarán una acción rápida y ayudarán a Texas a convertirse en el líder de la energía nuclear avanzada».

En agosto de 2023, el gobernador Abbott instruyó a la PUCT para formar un grupo de trabajo con el fin de estudiar y planificar el uso de reactores nucleares avanzados en Texas. A lo largo del último año, el grupo de trabajo desarrolló recomendaciones clave y estrategias para posicionar a Texas como el líder mundial en la industria nuclear avanzada.

Ampliación del informe

El informe final abarca diversas facetas del plan para impulsar la energía nuclear avanzada en Texas, destacando las ventajas estratégicas que este tipo de energía puede ofrecer al estado. Entre las recomendaciones clave se encuentran la creación de un entorno regulatorio que apoye la innovación en la energía nuclear y la colaboración con empresas tecnológicas para el desarrollo de nuevas formas de reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés). Estos reactores son más pequeños, más seguros y más flexibles que los reactores tradicionales, lo que los convierte en una opción atractiva para el futuro de la generación de energía. Una de las metas más importantes es asegurar que los proyectos nucleares en Texas sean financieramente viables, tanto para el sector privado como para los consumidores. La propuesta sugiere incentivos para la inversión en nuevas plantas nucleares, al tiempo que mantiene los costos de operación lo más bajos posible. A través de políticas públicas innovadoras, el informe también busca fomentar la participación del sector privado en el desarrollo y operación de plantas nucleares, lo que a su vez podría atraer inversiones y crear miles de empleos en todo el estado.

La necesidad de diversificar las fuentes de energía de Texas se ha vuelto aún más crítica debido al aumento de la demanda energética y los desafíos asociados con el cambio climático. Abbott y la PUCT han destacado que la energía nuclear avanzada no solo es una opción para proporcionar electricidad de manera más confiable, sino que también puede contribuir significativamente a la reducción de las emisiones de carbono. En un momento en que muchas naciones y estados están buscando formas de cumplir con sus objetivos climáticos, la energía nuclear avanzada se presenta como una solución clave para la transición energética. Además, el informe subraya la importancia de garantizar la seguridad de las plantas nucleares y de los trabajadores involucrados en su construcción y operación. La industria nuclear de Texas se basaría en los más altos estándares de seguridad y sostenibilidad, utilizando tecnologías de última generación para minimizar cualquier riesgo potencial. De acuerdo con las recomendaciones del grupo de trabajo, el estado también debe invertir en la capacitación de la fuerza laboral para asegurar que Texas cuente con los profesionales capacitados para operar una industria nuclear avanzada de manera segura.

La investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías nucleares avanzadas también jugarían un papel fundamental en el crecimiento de la industria. El informe sugiere que Texas debe convertirse en un centro de innovación para las tecnologías nucleares del futuro, lo que no solo beneficiaría al estado en términos de energía, sino que también colocaría a Texas a la vanguardia de la investigación científica en este campo. Esto podría generar nuevas oportunidades comerciales y consolidar a Texas como líder en la exportación de tecnología nuclear avanzada a otras regiones del mundo.

En cuanto a la infraestructura necesaria para respaldar el crecimiento de la energía nuclear, el informe destaca la necesidad de crear una red eléctrica más robusta y flexible. A medida que se integren más fuentes de energía nuclear, será esencial asegurar que la infraestructura existente pueda soportar la generación adicional de electricidad sin comprometer la confiabilidad. Para ello, el informe sugiere que Texas debe invertir en el fortalecimiento de su red eléctrica y en la actualización de sus capacidades de almacenamiento de energía.

Una de las preocupaciones recurrentes en torno a la energía nuclear es el manejo de los desechos radiactivos. El informe aborda este tema proponiendo un enfoque de ciclo cerrado para el reciclaje de combustible nuclear, lo que permitiría reducir la cantidad de desechos a largo plazo y hacer que el proceso nuclear sea más sostenible. Además, se aboga por el establecimiento de instalaciones seguras para el almacenamiento temporal de desechos, asegurando que se gestionen de manera responsable y efectiva.

En cuanto a los plazos, el informe estima que la industria nuclear avanzada en Texas podría comenzar a tomar forma en los próximos cinco a diez años, con la posibilidad de que las primeras plantas operativas estén en funcionamiento dentro de una década. Si bien se reconoce que el proceso puede ser largo y desafiante, se señala que la construcción de una infraestructura sólida y la implementación de políticas eficaces permitirán a Texas alcanzar sus objetivos de manera efectiva.

El informe también sugiere que, para asegurar el éxito de esta transición energética, Texas debe contar con el apoyo de todas las partes involucradas, incluidos los legisladores, los reguladores, las empresas del sector energético y la ciudadanía en general. Esto requerirá un esfuerzo coordinado y un compromiso continuo para garantizar que los beneficios de la energía nuclear avanzada sean accesibles para todos los texanos.

Texas, conocido por su liderazgo en la producción de petróleo, gas y energía eólica, podría ahora ampliar su alcance hacia el sector nuclear, que ha ganado relevancia en los últimos años como una fuente de energía libre de emisiones de carbono. Abbott ha subrayado que la energía nuclear no solo es crucial para satisfacer las crecientes necesidades energéticas, sino también para garantizar la estabilidad de la red eléctrica, especialmente durante condiciones extremas, como las olas de calor o frío que han afectado gravemente al estado en el pasado. El enfoque del gobernador se alinea con los esfuerzos nacionales e internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático. Según Abbott, la energía nuclear puede complementar las fuentes renovables como la solar y la eólica, que a menudo enfrentan problemas de intermitencia. En este sentido, las plantas nucleares, al operar de manera continua, ofrecen una base energética estable que puede equilibrar la red incluso cuando las fuentes renovables no están generando.

Actualmente, Texas alberga dos plantas de energía nuclear: la planta South Texas Project, cerca de Bay City, y la planta de Comanche Peak, al suroeste de Fort Worth. Juntas, estas instalaciones producen una cantidad significativa de electricidad para el estado, pero Abbott cree que hay espacio para expandir esta capacidad. De hecho, ha planteado la posibilidad de construir nuevas instalaciones nucleares con tecnología avanzada que sea más segura, eficiente y económica que las plantas tradicionales. El impulso hacia la energía nuclear no está exento de desafíos. Uno de los principales puntos de debate es el alto costo inicial de construcción de las plantas nucleares, que puede ser una barrera significativa. Sin embargo, Abbott ha argumentado que los beneficios a largo plazo superan con creces estos costos, ya que las plantas nucleares tienen una vida útil extensa y producen energía de manera constante y confiable durante décadas. Además, el manejo de los desechos nucleares sigue siendo una preocupación tanto a nivel estatal como nacional. Abbott ha señalado que es fundamental invertir en tecnologías de reciclaje y almacenamiento seguro para abordar este desafío. Según él, las innovaciones tecnológicas en el sector nuclear están avanzando rápidamente, y Texas tiene la oportunidad de liderar estos desarrollos y establecer estándares para la industria.

La política del gobernador también se centra en crear un entorno regulatorio favorable que atraiga a empresas e inversionistas interesados en el desarrollo nuclear. Abbott ha manifestado su intención de trabajar con el gobierno federal y las agencias de regulación para agilizar los procesos de permisos y garantizar que los proyectos nucleares en Texas puedan avanzar sin obstáculos burocráticos innecesarios.

Un punto importante del plan de Abbott es que la expansión de la energía nuclear podría generar miles de empleos de alta calificación en el estado. La construcción, operación y mantenimiento de plantas nucleares requieren una fuerza laboral altamente capacitada, lo que podría traducirse en oportunidades económicas para las comunidades locales. Además, el gobernador ha señalado que la industria nuclear podría fomentar la colaboración con universidades y centros de investigación de Texas, impulsando la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías.  El respaldo de Abbott a la energía nuclear también está influenciado por los eventos recientes en el estado, como el apagón masivo de febrero de 2021 causado por una tormenta invernal severa. Este evento dejó en evidencia las vulnerabilidades del sistema eléctrico de Texas y reforzó la necesidad de diversificar y fortalecer la red. La energía nuclear, según Abbott, puede desempeñar un papel crucial para evitar que se repitan crisis similares. El gobernador también ha señalado la importancia de educar al público sobre los beneficios de la energía nuclear. Según Abbott, la percepción negativa que algunos tienen sobre esta fuente de energía es, en muchos casos, el resultado de desinformación. Por ello, ha propuesto campañas informativas para aumentar la aceptación pública y disipar mitos sobre la seguridad y el impacto ambiental de la energía nuclear.