Arriesgada y demasiado pronta la decisión del Gobernador, advierten expertos 

Nota Novedades News 

Dallas, Tx.- Ya no se requerirá que los tejanos usen una mascarilla en público y todos los negocios pueden abrir a plena capacidad a partir de la próxima semana, anunció ayer martes el gobernador Greg Abbott.

El republicano hizo un movimiento radical, el Día de la Independencia de Texas, incluso cuando los funcionarios de Salud Pública afirman que las restricciones siguen siendo críticas para controlar la pandemia, que ha matado a más de 42,500 tejanos.

Abbott citó las crecientes tasas de vacunación en su decisión, aunque menos de 2 millones de tejanos están completamente inoculados contra COVID-19 en un estado de 29 millones. El anuncio pone a Texas en desacuerdo con los expertos federales, que han dicho que incluso ahora cuando aumentan las vacunas, la gente todavía necesita usar máscaras, evitar las multitudes y la distancia social.

Abbott también señaló una disminución de las hospitalizaciones, pero los expertos advierten que esos avances se están desacelerando y podrían revertirse.

Los tejanos estarán a cargo de administrar su propia seguridad individual, dijo Abbott, utilizando las prácticas aprendidas durante la pandemia.

REAPERTURA, 

EL MIERCOLES 

A partir del próximo miércoles, todas las empresas podrán abrir al 100% de su capacidad por primera vez en casi un año. Si bien Abbott señaló que las empresas aún pueden optar por limitar los clientes o requerir máscaras, el cambio abre la puerta a reuniones sociales potencialmente masivas, incluso en estadios deportivos, salas de conciertos y otros lugares grandes.

“Demasiados tejanos han sido marginados de las oportunidades de empleo. Demasiados propietarios de pequeñas empresas han tenido problemas para pagar sus facturas. Esto debe terminar”, expresó Abbott en un restaurante lleno de gente en Lubbock, donde muchos a su alrededor iban sin máscaras.

“Ahora es el momento de abrir Texas al 100%”, enfatizó ante los vítores de una audiencia que incluía a miembros de la cámara de comercio local.

Pero la medida enfrentó el rechazo de los expertos en salud pública. Si bien los nuevos casos de COVID-19 y las hospitalizaciones han caído desde un pico en enero, los niveles de enfermedad aún son altos. A partir de esta semana, alrededor de 5,600 personas en Texas están hospitalizadas con el virus. El estado ha estado promediando alrededor de 5,000 casos nuevos por día durante la última semana.

El impacto de la reciente tormenta invernal en la transmisión no está claro. Algunos hogares se agruparon durante cortes de energía en todo el estado, pero las personas también pasaron menos tiempo en el trabajo, la escuela o establecimientos minoristas.

SEVERA 

ADVERTENCIA 

Revertir las restricciones, especialmente antes de las vacaciones de primavera, es arriesgado porque es cuando la gente normalmente viaja, se reúne en grupos y sale a bares, advirtió Diana Cervantes, epidemióloga del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas en Fort Worth.

«No queremos un pico de vacaciones de primavera», dijo. “En este momento estamos en un punto crítico en el que las cosas definitivamente podrían cambiar. Podría subir o bajar”.

Reducir el distanciamiento social y el enmascaramiento también aumenta la probabilidad de que surjan nuevas variantes más peligrosas del virus, advirtieron los expertos.

Se espera que el ritmo de la vacunación en Texas aumente con la reciente aprobación de una tercera inyección hecha por Johnson & Johnson que requiere solo una dosis. Aún así, aún no está claro cuándo la vacuna estará ampliamente disponible para el público en general. El presidente Joe Biden anunció ayer martes que el país tendrá suficiente vacuna contra el coronavirus para todos los adultos en los EU, a fines de mayo, dos meses antes de lo programado.

Actualmente, Texas limita las vacunas a varios grupos prioritarios, incluidos los trabajadores de atención médica de primera línea, los ancianos y las personas con problemas de salud subyacentes. Los maestros y trabajadores expuestos al virus en el trabajo, como los almacenistas de comestibles y los conductores de autobuses, aún no son elegibles. Abbott ha insinuado que el estado podría ampliar el acceso a partir de este mes.

No está claro si los cuatro asesores médicos del gobernador, a quienes nombró al comienzo de la pandemia, estuvieron de acuerdo con la decisión de eliminar el mandato de las máscaras y dejar que las empresas abran por completo.

DISCREPANCIAS 

Uno de ellos, el doctor John Zerwas, es vicerrector de asuntos de Salud en el Sistema de la Universidad de Texas y exrepresentante estatal republicano. En un correo electrónico, Zerwas dijo que Abbott lo había consultado y que estaba de acuerdo con los cambios, pero no ofreció más detalles.

Mark McClellan, excomisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EU y director del Centro Duke-Margolis de Políticas de Salud de la Universidad de Duke, dijo en un correo electrónico ayer martes que «no se le consultó sobre esta decisión».

Los otros dos asesores, el doctor John Hellerstedt, comisionado del Departamento de Servicios de Salud del Estado, y el doctor Parker Hudson, profesor asistente de medicina interna en la Escuela de Medicina de Dell, no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios. Tampoco la oficina de Abbott.

JENKINS 

CONDENA… 

Los jueces del condado podrán imponer sus propias restricciones de coronavirus si las hospitalizaciones por COVID-19 superan el 15% en su región durante siete días consecutivos. Hasta ayer martes, solo un área en Texas cumplía con ese criterio: la región que incluye El Paso, según datos estatales.

La región que incluye los condados de Dallas y Tarrant tenía un 8,7% hasta el lunes.

El juez del condado de Dallas, Clay Jenkins, reprendió a Abbott en Twitter por levantar «todas sus órdenes estatales diseñadas para protegerlo a usted y a sus seres queridos» del coronavirus el mismo día en que el número de muertos por Covid-19 en el condado superó los 3,000. “Deben concentrarse en lo que los médicos, los hechos y la ciencia dicen que es seguro; ¡no en lo que el gobernador dice que es legal! «

“Escúchenme a mí y a los médicos”, enfatizó el juez del condado de Dallas Clay Jenkins tras aseverar que las máscaras deberían quedarse.

Un crítico frecuente de la respuesta de Abbott a la pandemia de coronavirus, el Jenkins calificó la decisión de reabrir completamente Texas sin ningún requisito de cobertura facial como «desafortunada».

…WHITLEY 

APRUEBA 

El juez del condado de Tarrant, Glen Whitley, dijo que eliminaría el mandato de máscara del condado ayer martes, a la luz del anuncio de Abbott, según el Fort Worth Star-Telegram. 

Queda por ver cómo afectará el cambio a los distritos escolares y los eventos deportivos profesionales. Los distritos escolares estaban esperando más orientación de los funcionarios de educación estatales. Y los Texas Rangers, que esperan dar la bienvenida a los fanáticos a su nuevo estadio, estaban decidiendo si la medida de Abbott podría allanar el camino para multitudes más grandes.

Stephen Love, presidente y director ejecutivo del Consejo Hospitalario de Dallas-Fort Worth, por su parte, le suplicó a Abbott que reconsiderara la medida.

Su anuncio recibió elogios de los republicanos, incluido el vicegobernador Dan Patrick, quien dijo que «nos ayudará a restaurar los medios de vida de millones de habitantes de Texas aún más rápido».

El presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan, republicano por Beaumont, dijo que la acción del gobernador «marca un paso importante en la reapertura de Texas, mejorando la salud mental de nuestros estudiantes, aumentando las denuncias de violencia doméstica y abuso infantil y revitalizando nuestro clima empresarial».

Pero los demócratas en la legislatura estatal se apresuraron a criticar la decisión de Abbott, señalando una advertencia reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU de que ahora no es el momento de relajar las restricciones.

«Si el año pasado nos ha enseñado algo, es que tenemos que escuchar más a los médicos y científicos, no menos», aseveró el representante Chris Turner, demócrata de Grand Prairie, quien preside el Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes de Texas. «Desafortunadamente, el gobernador Abbott está desesperado por distraerse de sus recientes fracasos durante la tormenta invernal y está tratando de cambiar de tema».

Ayer martes, en la Casa Blanca, se le preguntó a la secretaria de prensa Jen Psaki si Biden está presionando a Abbott y a otros gobernadores para que mantengan las precauciones de seguridad.

“Habiendo viajado con el presidente a Texas el viernes, dejó en claro que debemos estar atentos”, recalcó Psaki. “Necesitamos permanecer alerta. Todavía estamos en guerra con el virus”.

UN DEBIL 

ABBOTT 

Abbott, quien será reelegido en 2022, ha enfrentado la presión de algunos dentro de su propio partido para derogar las restricciones que, según dicen, infringen sus libertades personales. La semana pasada, Shelley Luther, la propietaria del salón de Dallas que fue noticia nacional por desafiar las órdenes estatales de cierre la primavera pasada, criticó la respuesta del gobernador a la pandemia en un escenario nacional en la Conferencia de Acción Política Conservadora en Florida.

La mayoría de los habitantes de Texas deben usar una mascarilla en público desde julio. Los restaurantes y bares se han visto limitados en la cantidad de clientes que pueden tener adentro desde la primavera pasada, luego de que se detectaran los primeros casos del coronavirus en Texas.

En este momento, muchos negocios en Texas, como restaurantes, boleras y cines, están abiertos al 75% de su capacidad. Deben reducirse cuando al menos el 15% de las camas de hospital en la región sean ocupadas por pacientes con COVID-19 durante siete días seguidos.

MASCARAS, 

VITALES 

Los expertos en Salud Pública aseguran que las mascarillas han sido fundamentales para frenar la propagación del virus al tiempo que permiten a las personas salir en público, trabajar en tiendas y restaurantes o asistir a la escuela, porque la enfermedad se transmite en gran medida por el aire. El martes, muchos distritos escolares dijeron que seguirían requiriendo máscaras hasta recibir más orientación de los funcionarios estatales de Educación.

Se ha demostrado que las reuniones llenas de gente en interiores son lugares especialmente peligrosos para la propagación del virus.

El Dallas ISD indicó que planea continuar con el requisito de máscaras después de que Abbott anunciara el fin del requisito estatal.

Un informe reciente de los CDC sugirió que la exposición a virus transmitidos por el aire disminuyó en aproximadamente un 95% cuando tanto una persona infectada como una no infectada usaban máscaras. Algunos expertos han abogado recientemente por el uso de dos máscaras a medida que han surgido variantes más transmisibles.

Otra investigación reciente también ha reforzado la idea de que simplemente mantenerse a dos metros de distancia de otras personas no garantiza la seguridad, especialmente en interiores, lo que hace que las máscaras y una buena ventilación sean aún más importantes para frenar la propagación del virus.

MASCARAS 

HASTA EL 2022 

El doctor Anthony Fauci sugirió recientemente en una entrevista en CNN que las personas podrían necesitar seguir usando máscaras hasta 2022.

La semana pasada, la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky, advirtió que la disminución de casos en todo el país desde los máximos históricos de enero se ha desacelerado y posiblemente incluso se ha estabilizado.

También se están propagando variantes del virus que son más transmisibles. Walensky dijo la semana pasada en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que la llamada variante del Reino Unido representó hasta el 10% de los casos nuevos en los EU, un aumento del 1% al 4% unas semanas antes.

«Es posible que hayamos terminado con el virus, pero claramente el virus no se ha terminado con nosotros», advirtió Walensky. «Sé que la gente está cansada y quiere volver a la vida, a la normalidad, pero todavía no hemos llegado».

PREMATURA: 

1. PRICE 

La alcaldesa de Fort Worth, Betsy Price, dijo ayer martes que la orden del gobernador Greg Abbott de poner fin al mandato de máscaras en todo el estado y abrir negocios a plena capacidad la próxima semana era «prematura».

En Twitter, la Alcaldesa dijo que los tejanos deben seguir usando máscaras, lavarse las manos y practicar el distanciamiento social, e instó al gobernador a aumentar la cantidad de tejanos que pueden recibir la vacuna COVID-19. Actualmente, solo son elegibles los trabajadores de atención médica de primera línea, los residentes de centros de atención a largo plazo, las personas mayores de 65 años o las personas mayores de 16 años con una condición de salud subyacente.

“Hago un llamado a @GovAbbott para que abra categorías de niveles de vacunas adicionales para que más personas sean elegibles para recibir una vacuna si la quieren”, dijo en un tuit. “A medida que la directiva del Estado ha cambiado, también debe cambiar nuestra respuesta. Ahora, más que nunca, las vacunas y las pruebas deben estar fácilmente disponibles».

EXHORTO 

DE JOHNSON 

El alcalde de Dallas, Eric Johnson, dijo que los residentes deben seguir usando máscaras y tomar precauciones para frenar la propagación y las mutaciones del COVID-19.

«Estamos cada vez más cerca de lograr la inmunidad colectiva y ahora no es el momento de bajar la guardia», dijo en una declaración preparada. «Las vacunas, las mascarillas y la responsabilidad personal son las mejores herramientas que tenemos para combatir este virus, que se ha cobrado demasiadas vidas en el último año».

Mientras tanto, el gobernador de California, Gavin Newsom, reaccionó a la noticia de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, está levantando todos los mandatos de usar mascarillas y otras restricciones para protegerse de COVID-19 en el estado.

“Absolutamente imprudente”, tuiteó el gobernador Newsom.