Türk expresó su profunda preocupación por la escalada de violencia en Gaza y las graves consecuencias humanitarias que se derivan de ello. El alto comisionado destacó que el conflicto ha provocado una crisis humanitaria que afecta principalmente a la población civil, incluyendo la muerte de cientos de personas, la destrucción de infraestructura esencial y un aumento en el desplazamiento forzado. Türk enfatizó que la guerra en Gaza no solo amenaza la estabilidad local, sino que también podría desencadenar un conflicto regional de mayores proporciones. En su discurso, Türk instó a la comunidad internacional a trabajar en soluciones que aborden no solo el cese de las hostilidades, sino también las causas subyacentes del conflicto.

El alto comisionado también mencionó la situación de ilegalidad en los territorios palestinos ocupados, enfatizando que las políticas y prácticas de Israel en Gaza han sido catalogadas como ilegales por la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Türk recordó que la CIJ, en una decisión emitida en julio pasado, reafirmó que la ocupación continua de esos territorios es contraria al derecho internacional y exigió el fin inmediato de estas acciones. Según Türk, estas políticas no solo perpetúan la violencia, sino que también socavan cualquier posibilidad de una solución pacífica a largo plazo.

Türk hizo un llamado directo a los Estados a no aceptar el “flagrante desprecio del derecho internacional” demostrado en Gaza. Subrayó que las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU y de la CIJ son vinculantes y deben ser respetadas por todas las naciones. Türk criticó la inacción de la comunidad internacional en este y otros conflictos, señalando que la falta de cumplimiento con las leyes internacionales solo prolonga los ciclos de violencia y sufrimiento.

Además de señalar la urgencia de detener el conflicto, Türk destacó la necesidad de proteger a la población civil en Gaza, que ha sufrido las consecuencias de ataques indiscriminados y bombardeos constantes. Recordó que tanto las fuerzas israelíes como los grupos armados palestinos tienen la obligación de proteger a los civiles y de no atacar infraestructuras civiles, como hospitales, escuelas y viviendas, que son esenciales para la supervivencia de la población.

El alto comisionado también pidió un acceso humanitario sin restricciones a Gaza para que las organizaciones internacionales puedan proporcionar ayuda a los afectados. Türk señaló que las restricciones de movimiento y el bloqueo en Gaza han empeorado la situación humanitaria, limitando la capacidad de los organismos de ayuda para entregar suministros médicos, alimentos y otros artículos esenciales. La ONU ha reiterado la necesidad de abrir corredores humanitarios seguros para garantizar que la asistencia llegue a quienes más la necesitan.

Finalmente, Türk concluyó su intervención recordando a los líderes mundiales que la paz y la estabilidad en Gaza solo se lograrán a través de un compromiso serio con los principios del derecho internacional y el respeto a los derechos humanos. Subrayó que la comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución duradera al conflicto, que incluya la creación de un Estado palestino viable y la garantía de la seguridad de Israel.

El mensaje de Türk es un recordatorio urgente de que la situación en Gaza no es solo un conflicto local, sino una crisis de derechos humanos que requiere una respuesta inmediata y coordinada a nivel global. Ante este llamado, la responsabilidad recae ahora en los líderes mundiales para actuar y evitar una mayor tragedia humanitaria en la región.

Familiares de rehenes de Hamás piden a Netanyahu frenar los ataques en su contra

El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos de Israel, que aboga en favor de los secuestrados por el grupo islamista Hamás el 7 de octubre, exigió al primer ministro, Benjamin Netanyahu, que frene las amenazas y ataques que sufre la organización por parte de civiles y uniformados.

A la vanguardia de un potente movimiento de protesta que exige la renuncia de Netanyahu y una tregua con Hamás que permita la liberación de los 97 rehenes que aún están cautivos en la Franja de Gaza, el Foro pidió al primer ministro que “condene pública y enfáticamente la peligrosa incitación contra las familias de los secuestrados”.

Denunciando un “aumento del nivel de incitación” contra los familiares, tanto en redes sociales como en las calles, el Foro informó en su cuenta de la plataforma X que acompañó a Einav Tsengauker, madre del secuestrado Matan Tsengauker, a presentar una denuncia ante la Policía contra un hombre que la amenazó en línea.

Desde el ataque de Hamás el 7 de octubre, que provocó la guerra y dejó mil 200 muertos y 251 secuestrados, “las familias de los secuestrados han estado bajo un sufrimiento indescriptible y una preocupación interminable por el destino de sus seres queridos, y nadie en Israel debería juzgar ni criticar a ninguna familia por la forma en que elige luchar por el regreso de sus seres queridos”, añadió en la publicación.

El líder de la oposición, el ex primer ministro Yair Lapid, escribió en X que “las amenazas a la vida de Einav Tsengauker son una vergüenza para la sociedad israelí”.

“La incitación en su contra es producto de un discurso violento hacia las familias de los secuestrados que comienza por los miembros de la coalición”, añadió Lapid, quien ha participado en muchas de las multitudinarias protestas antigobierno.

La noche del sábado, más de 500 mil personas salieron a las calles en varias ciudades de Israel, todas ellas exigiendo una tregua con Hamás a la que Netanyahu se ha negado rotundamente, al igual que sus ministros de ultraderecha.

La Policía utilizó la fuerza para dispersar a las multitudes, lo que dejó varios heridos: un hombre con golpes en pecho y cabeza, un joven alcanzado por una granada aturdidora, un manifestante con ambas piernas rotas tras caer desde un lugar elevado y una anciana con heridas en la cara.