NO CREO EN LOS DOCTORES

banners sin foto-08

 

Hay una expresión que me gusta mucho… “ya no estoy entendiendo lo que esta pasando, o ya pasó lo que estaba entendiendo”.

Me había propuesto en lo que se podía no volver a tocar lo del coronavirus. Pero, es que cada cosa que siguen sacando que ya en vez de preocuparme… me sigue dando risa.

Alguien me preguntó que si me llegara a pegar el coronavirus ¿iría al hospital? Mi respuesta fue… NI LOCO.

Quiero relatar varias anécdotas que me divierten (ahora) y pues quiero compartirlas con usted mi estimado lector.

Quiero aclarar que no creo en los doctores de aquí (EUA), son muy dados a “ponerle mucha crema a los tacos”. Si no estas enfermo… te enferman. El asunto es sacar dinero a mas no poder… y mas si tienes aseguranza.

Empecemos porque luego se nos hace tarde.

Primer caso:

  • ¿A dónde va suegra?
  • A ver a la doctora, hijo-
  • ¿Se siente mal? Porque yo la veo bien-
  • Es que mis hijas quieren que la doctora me haga un chequeo-
  • Pero si se siente bien… ¿para qué quiere el chequeo?
  • Ya sabes como son mis hijas, quieren cuidarme-
  • Pues si no esta enferma… la van a enfermar

Después de unas horas regresó mi suegra. Venia con una cara que me para que les cuento.

  • ¿Qué pasó suegra?
  • Nada hijo
  • Como de que nada. Se fue con una cara alegre y regresa con una cara de preocupación. ¿Qué le dijo la doctora?
  • Me dio estas pastillas. Que estoy muy mal hijo- me dijo.

Mi suegra siempre había sido una persona muy sana, pero nada más fue con esa doctora… fue su acabose.

Después de unos meses una cuñada me dice…

  • La doctora se compró una “camionetota del año”.
  • Se compró… se la compraron.

300 por consulta mas aparte la medicina… negocio ¿no?

Segundo caso:

La enfermera de la escuela donde estaban mis hijas nos dijo que una de mis niñas tenía problemas con la vista. Que la lleváramos con el oculista.

La llevamos y para no hacer el cuento largo el oculista nos dio una regañada porque mi niña tenía problemas con la vista. Que cómo era posible que no nos diéramos cuenta del problema.

Le recetó unos lentes que no debería de quitárselos más que para bañarse y dormir. Y me la traen en un año para ver cómo ha evolucionado el problema.

Al salir del consultorio mi niña no podía caminar… se mareaba con los lentes. Le dije que se los quitara.

Después del año regresamos al consultorio y le dije a mi niña que se pusiera los lentes.

Cuando el oculista la revisó… nos felicitó por el buen trabajo que habíamos hecho con la niña. -El problema ha desaparecido, su niña ya no tiene el problema- dijo. Mi esposa y yo nos miramos y sonreímos… por no decir que nos carcajeábamos.

Tercer caso:

Mi hijo el menor lo tuvimos que llevar al dentista por recomendación de la enfermera de la escuela.

Cuando el dentista lo revisó, nos preguntó qué agua tomaba el niño. La respuesta fue… de la llave.

  • No tienen consideración, solo a ustedes se les ocurre darle agua de la llave al niño. De ahora en adelante solo agua embotellada. Aquí los espero dentro de un año.

En realidad, no le creí al dentista y pues le seguimos dando agua de la llave al niño.

Después del año lo llevamos con el dentista. Antes de entrar a revisarlo nos preguntó qué agua le habíamos estado dando al niño.

  • Seguimos su recomendación. Solo agua embotellada.
  • Vamos a ver si es cierto- dijo.

Después de revisarlo… nos felicitó. Habíamos hecho un excelente trabajo con el niño.

Cuarto caso:

¿Sabía usted que la diabetes se cura? Dije se cura, no se controla.

Pues mi madre por mucho tiempo la estuvieron tratando de diabetes.

Muchas veces le dije que ella no tenía diabetes. Que solo le estaban sacando dinero por tener buena aseguranza.

  • Como crees hijo, el doctor es muy buena gente, no creo que me esté mintiendo.
  • Pues yo pienso lo contrario madre, usted no está enferma… la están enfermando.

Cada vez que iba a consulta, los medicamentos iban cambiando… y también en el precio.

Acostumbro a llamarle todos los días. Y un día me contestó llorando.

  • Hijo, el doctor me acaba de decir que ya no tengo diabetes-
  • Madre, yo se lo dije primero… y sin análisis.
  • Es un milagro hijo, gracias a Dios.
  • Madre, usted nunca tuvo diabetes.
  • ¿No crees en los milagros?
  • Claro que creo… pero no en esta ocasión madre.

No se pierda la continuación… viene lo mejor.

Sugerencias, comentarios y opiniones favor de hacerlos llegar a: gammaliel9.10@gmail.com

0 Comments

Leave a Comment

Login

Welcome! Login in to your account

Remember me Lost your password?

Don't have account. Register

Lost Password

Register