LECCION APRENDIDA
Llegamos al negocio (estética) de mi cuñada; mi esposa, mis hijos y yo. Al
retirarme del lugar les dije a mis hijos que se portaran bien.
–
Eres un ogro- me dijo la cuñada.
–
Sé muy bien lo que tengo-
–
Ya déjalos, están mi terreno y ellos pueden jugar o correr.
–
Estas en lo cierto, pero después no me digan que quebraron algo
porque no te lo voy a pagar.
Salí del negocio. Después de unas dos horas regresé por mi familia y
cuando vi a mis hijos y los hijos de mi cuñada sentaditos pensé luego,
luego que algo había pasado.
–
A caray, que quebraron- pregunté
–
Nada, están cansados de tanto jugar- respondió mi cuñada.
–
Pues si tú lo dices esta bien, pero creo que algo pasó para que estén
bien sentaditos y ordenados.
Cuando se subieron al carro le pregunté a mi esposa qué había pasado.
–
Jugando quebraron un frasco de una crema muy cara.
–
De cuanto estamos hablando- mi esposa se rio y dijo…
–
48 dólares (esto fue en México).
–
48… ¿dólares? ¿Fueron mis hijos?
–
Afortunadamente no- contestó mi esposa
Mi pregunta es… si su hijo jugando le destruye un objeto de 50 dólares…
¿lo va a premiar? Yo sí, le daría unas nalgadas bien dadas para que no lo
vuelva a hacer. A lo mejor usted piensa diferente… lo cual es permitido.
¿Qué pasó con un video que se hizo en donde se ve a una maestra que está
castigando a una niña de 6 años por haber destruido una pieza de una
computadora que costaba 50 dls? se hizo viral. Salió en “los medios
informativos”.
Desgarradoras imágenes, dijeron unas personas.
Impactantes imágenes, dijeron otras.
Imágenes polémicas… también dijeron otras personas.
Imágenes que dan lástima…
Perturbadoras imágenes…
Bueno, estas y muchas calificaciones mas que no vienen al caso.
¿Cómo es posible que nos pongamos del lado de la niña? Pobrecita, va a
quedar traumada para toda su vida… dijeron muchas personas.
¿En serio? Si la maestra le estuviera castigando por nada entonces yo sería
el primero en decir que la corran, pero si hay una justificación pues creo
que primero hay que ver que fue lo pasó para luego saber que vamos a
decir… digo.
El castigo fue con una tabla que si mi padre me hubiera castigado con esa
tabla… me hubiera reído y no estuviera aquí escribiendo esta columna.
Tres tablazos en las pompis de la niña. No fue en la cabeza, en las manos,
en la espalda… fue en las pompis. Dijo mi abuelita, para eso también son
las nalgas.
Ya se esta hablando de correr a la maestra, de meterla a la cárcel… y no
cuanta tarugada más (Hay que aclarar que muchos estados permiten el
castigo y esas tablas son propias para eso).
¿En serio? No puedo creer que estemos dándole por su lado a una niña que
si no hubiera hecho nada no hubiera pasado NADA.
Muchos niños hacen lo que les da la gana porque los padres no se atreven
a castigarlos cuando es necesario… dije castigarlos, no matarlos.
Cuando el castigo tiene razón de ser, estamos educando, cuando es
injustificado pues es maltrato.
Conozco muchas personas que sus padres nunca los golpearon. Que
bueno, por ellos y por los padres.
Una persona me dijo… pero no son los padres los que están castigando a
la niña. No, pero son los maestros.
En mis tiempos… se decía que los maestros eran nuestros segundos
padres. Así que, si los maestros nos castigaban por algo llegando a la casa
ni mencionarlo. Porque lo más seguro es que si se llegaban a enterar
nuestros padres… nos iba peor. Así que con una teníamos, los que
entendían. Los que no, pues venía la segunda oportunidad de aprender la
lección.
Cuando estaba viendo el video, otra maestra que participó en ese video le
pregunta a la niña que si lo va a volver a hacer… la niña inteligentemente
contesta que no. LECCION APRENDIDA.
A una acción hay una reacción. Muchos padres tienen miedo castigar a sus
hijos cuando hacen algo mal. ¿Por qué? Porque están amenazados por sus
hijos que si les pegan van a llamar a la policía.
¿Hasta dónde hemos llegado con ser unos padres sumisos a los hijos?
Les damos lo que quieren, hacen lo que les da la gana y todavía maltratan
a los padres… “no pos ta gueno”.
Por eso tenemos hijos que hasta le mientan la madre a sus padres… y los
padres se quedan quitecitos (unos padres hasta se ríen)
Nomás imagínese que se haga lo que pide los padres susceptibles piden…
que la maestra se quede sin su trabajo… mucho le costó como para
perderlo por la culpa de una niña que en unos días se le pasara el dolor de
las pompis.
¿Cuántos niños se han caído de una bicicleta, patineta, de una barda… han
sufrido accidentes fuertes y como quiera lo vuelven a hacer? Y no quedan
traumados.
Dónde quedó la canción… “sana sana colita de rana…”
Vamos a contarles a nuestros hijos cómo eran nuestros tiempos para que
se den cuenta como era que se castigaba en las escuelas.
Si, ya sé que muchos dirán que son otros tiempos… ¿Y? las travesuras son
las mismas. Los niños no… tampoco los padres.
Sugerencias, comentarios y opiniones favor de hacerlos llegar a:
gammaliel9.10@gmail.com
novedadesnews6747 Posts
0 Comments