Las células del cuerpo deben ser mantenidas a una temperatura de 36 grados centígrados para que funcionen correctamente. Hay una amenaza de muerte para las células cuando la temperatura baja o sube de cuatro a seis grados por cualquier período de tiempo.

Una célula fría parece quedar paralizada y sin defensa de enemigos que, bajo condiciones normales, podría vencer. Una fiebre extrema, la hace mas lenta en su actividad.

Una célula ligeramente calentada de mas, según parece, puede ofrecer un aumento de resistencia. Esta es probablemente la razón de la fiebre causada por infecciones de varias clases.