La inmunidad de Wall Street

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  Por: Ing. Esteban Sánchez
El nuevo coronavirus se comporta de manera misteriosa. Nadie sabe aún por qué parece ser
que para la gran mayoría inflige un padecimiento apenas perceptible, pero a una aparente
minoría de los infectados los lleva a la muerte. Nadie sabe aún qué y cuánto tiempo
necesitaremos para lograr un grado aceptable de inmunidad, pero lo que sí está claro es que
hay alguien que se ha hecho inmune a sus estragos: Wall Street, en donde los mercados han
subido de manera desconcertante. Pero tal inmunidad es peligrosa, pues puede acabar de
manera violenta, de nuevo.
Los datos son impresionantes. Tras hundirse a los mínimos de este año el 23 de marzo, los
mercados se han disparado 23% hasta el viernes pasado. Es decir, estamos de nuevo en un
mercado alcista, en un bull market (definido como más de 20% por encima del mínimo). El
mercado bear o bajista desapareció, pues apenas estamos 16% por debajo del máximo
histórico presentado en febrero de este año, antes del derrumbe provocado por la pandemia.
Jeff Gundlach, uno de los inversionistas más hábiles del mercado, hacía este sencillo cálculo.
A tasa anualizada, la economía de
Estados Unidos probablemente se hunda casi 15%
promedio en el primer semestre de 2020. Si el mercado sólo se ha caído 16%, entonces el
mercado está hoy igual de caro, igual de fastuosamente valuado que a inicios de año, cuando
nadie sospechaba de la pandemia y Wall Street surcaba rumbo a nuevos récords históricos
con la máxima facilidad.
Creo que Gundlach está en lo correcto. El mercado en este momento está tan caro como lo
estaba en enero. Es decir, carísimo, y está apostando que los casi 14 billones de dólares que
la Fed, los bancos centrales del mundo y los gobiernos de EU y los países avanzados han
inyectado, lograrán el milagro de que en unas muy pocas semanas, la pandemia haya
terminado, los países se reabran a lo cotidiano y que la vida y los negocios regresen a la
normalidad que conocíamos, todo eso y más, en en unos instantes. Wall Street está
apostando a que, sin duda alguna, lo que estamos viviendo es un mal sueño y que estamos a
punto de despertar y ver que el sol brilla luminoso. La muestra más palpable de ese
demencial optimismo que desbordan los inversionistas, quienes están usando parte del
dinero de los rescates para comprar acciones que ellos consideran baratas, y no lo están, es
el sector de viajes y turismo, el cual ha repuntado casi 30% desde sus mínimos del 23 de
marzo, y que, no hay duda alguna, no verá ninguna recuperación significativa hasta muy
tarde el 2021, en el mejor de los casos. Pero el mercado está pagando por sus acciones como
si millones de personas ya mañana regresaran a los cruceros, a los parques temáticos y a los
tours por Europa. Difícilmente será el caso. Lo que veremos las próximas semanas, y peor, en
meses, será el reflejo sobre los resultados e ingresos de los compañías en todo el mundo (con
algunas excepciones como Amazon), de la más brutal crisis de los últimos noventa años.
No es necesario ser un oráculo, o feligrés sibilino, para saber qué es lo que viene: un
desplome en caída libre y generalizado de las ventas y las ganancias de la gran mayoría de las
empresas en el mundo. Con pocas excepciones, como algunas ligadas al sector tecnológico,
las ganancias corporativas, los dividendos a distribuir, las perspectivas de los negocios, se
abismarán como lo está haciendo la economía en su conjunto, dentro de la fosa económica
más profunda y oscura desde la Gran Depresión. ¿Puede Wall Street seguir inmune a esta
pandemia y seguir subiendo y subiendo como lo ha hecho las últimas cuatro semanas,
cegada por el velo de trillones de dólares de subvenciones públicas y crédito a tasas cero, a
toneladas por parte de los bancos centrales, a la enorme calamidad y penuria que el empleo,
los ingresos y la actividad de los negocios están sufriendo y sufrirán al menos dentro de los
próximos seis meses? Puede ser que sí. Pero si yo tuviera que apostar, diría que Wall Street
pagará caro su excesivo y desbordado optimismo, al cual es fácilmente proclive, y se hundirá
de nuevo rumbo a los mínimos.
Por ahora es todo; mientras tanto ¡!! AQUÍ SI PASA Y MUCHO ¡!! Para cualquier información,
favor de comunicarse a :
editorial@novedadesnews.com
y/o
tulmex@hotmail.com

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