La inflación, mal compañera

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por: Ing. Esteban Sanchez
Algo se rompió en la economía mundial después de la pandemia. Y por esa rotura se coló un
fantasma que había estado ausente del escenario global los últimos 40 años: la inflación. Las
generaciones más jóvenes ignoran lo que es la inflación. Acostumbrados a tener más bytes por
el mismo precio, más servicios por la misma tarifa, ignoran lo que es pagar más por un aguacate
o un limón. O por un par de tenis o por un teléfono móvil. El más reciente reporte del Banco
Mundial y el testimonio de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, tienen un
mensaje en común: la inflación elevada permanecerá entre nosotros un tiempo más. Es un
mensaje equivocado y peligroso.
El pasado martes 7 de junio, dos eventos coincidentes, buscando comunicar con transparencia el
estado actual de cosas, enviaron un mensaje que quizá no sea el correcto. Por un lado, la
secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, en su comparecencia ante el Congreso de
su país, aceptó que había errado en su juicio original de evaluar la inflación como algo pasajero,
para luego advertir que probablemente la inflación elevada, en sus mayores niveles de los
últimos 40 años, sería un fenómeno más duradero de lo que se creía, y que si bien en los
próximos meses veremos cifras descendentes, las tasas de crecimiento de los precios se
ubicarán por encima del objetivo de la Reserva Federal durante un tiempo considerable todavía.
“Sí, espero que la inflación permanezca alta, aunque sí me gustaría verla descender pronto”, dijo
Yellen en su comparecencia. El mismo día, aunque de manera separada, el Banco Mundial
publicó su actualización de pronósticos para las economías del mundo. La institución modificó
sus pronósticos en dos sentidos. En general, redujo sus estimaciones de crecimiento económico
e incrementó, al mismo tiempo, sus estimaciones de inflación, tanto en general como para la
mayoría de los países. El Banco Mundial fue más explícito que Janet Yellen, mencionando que la
actual circunstancia tiene reminiscencias de la complicada estanflación de la década de los 70.
Un periodo difícil, en el cual el estancamiento económico y la inflación convivieron durante un
lapso largo de tiempo. “El riesgo de estanflación es considerable”, dijo el economista en jefe del
Banco Mundial, David Malpass.
¿Cómo llegamos a este punto? ¿Por qué estamos en esta encrucijada en donde varios de los
principales líderes financieros y económicos temen, y así lo expresan, que tendremos bajo
crecimiento y elevada inflación? El primer factor es porque nos llovió sobre mojado. Porque a un
contexto difícil saliendo de la pandemia, en donde la disrupción del comercio y la logística
mundiales interrumpieron las cadenas de suministro de múltiples productos, se sumó
trágicamente el conflicto de dos países que son clave para los mercados globales de materias
primas: Rusia y Ucrania.
En términos boxísticos, la economía global sufrió de un uno-dos en un momento crítico, cuando
las mayores economías el mundo habían expandido sus balances fiscales y monetarios para
amortiguar el daño hecho a las economías por el confinamiento sanitario. Pero el segundo factor
fue un error de cálculo, aceptado ya por sus perpetradores, al pensar que la inflación resurgente
era transitoria y no duradera como resultó serlo. La Fed y el Banco Central Europeo cometieron
esa falla. Curiosamente, muchos de los bancos de países emergentes reaccionaron con más
oportunidad al repunte inflacionario, pero poco pudieron hacer ante el rompimiento del dique
antiinflacionario que representó por cuatro décadas la Fed. La inflación se desbordó en Estados
Unidos y en un mundo globalizado se desperdigó por casi todas partes.
La advertencia de Yellen y el Banco Mundial es pertinente: la inflación es un problema global
más complicado de controlar de lo que se creyó en sus inicios. Pero bien habrían hecho en
enfatizar que la inflación es algo con lo que no podemos acostumbrarnos. No podemos
normalizar la inflación. No puede ser nuestra amiga. La inflación es la peor enemiga del
bienestar de las familias y de las economías en el mediano y largo plazos. No basta reconocer
que será más duradera de lo que se pensaba.
Por ahora es todo; mientras tanto, ¡!! AQUÍ SI PASA Y MUCHO ¡!! Para cualquier información,
favor de comunicarse a:
editorial@novedadesnews.com
y/o
tulmex@hotmail.com

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