Kamala Harris ha elegido al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como su compañero de fórmula en la carrera por la presidencia de 2024, un movimiento que subraya su compromiso con un enfoque progresista en la política estadounidense. Walz, de 60 años, ha sido un destacado líder en su estado, llevando una agenda que equilibra el progreso social con el pragmatismo político. Su elección como candidato a la vicepresidencia refleja una estrategia para consolidar el apoyo en el Medio Oeste, una región clave en las elecciones presidenciales. Tim Walz, quien asumió el cargo de gobernador en 2019, ha sido una figura influyente en la política de Minnesota, trabajando para transformar el estado en un bastión del liberalismo. Su enfoque se ha centrado en políticas progresistas, incluyendo la expansión del acceso a la atención médica y la mejora de la educación pública. Estas políticas no solo han sido populares entre los votantes de Minnesota, sino que también han servido como un modelo para otros líderes progresistas a nivel nacional.

Walz es un veterano militar con una sólida carrera en el servicio público. Antes de convertirse en gobernador, fue miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, donde se destacó por su trabajo en temas de seguridad nacional y justicia social. Su experiencia en el ejército, combinada con su carrera política, le otorga una perspectiva única que puede resonar tanto con votantes de base como con aquellos preocupados por la seguridad y el liderazgo en tiempos de crisis.

Uno de los logros recientes de Walz ha sido la implementación de leyes que protegen a los consumidores en el mercado de eventos en vivo. Minnesota se convirtió en uno de los primeros estados en asegurar que los fans que compran entradas para conciertos y eventos no sean explotados por prácticas comerciales injustas. Este tipo de legislación ha aumentado su perfil como un líder comprometido con la protección de los derechos de los ciudadanos en el ámbito económico y cultural.

Walz también ha sido un firme defensor de la justicia social y los derechos humanos. Bajo su liderazgo, Minnesota ha adoptado varias reformas clave en respuesta a las demandas por justicia racial y equidad social. Estas reformas han incluido iniciativas para mejorar la formación policial, aumentar la transparencia en las prácticas de aplicación de la ley y fomentar un diálogo más abierto sobre la desigualdad racial y económica.

Además, el gobernador ha sido una figura prominente en la respuesta a la pandemia de COVID-19, trabajando para garantizar que los recursos de salud y las vacunas estén disponibles de manera equitativa. Su gestión durante la crisis sanitaria ha sido elogiada por su enfoque basado en la ciencia y la colaboración con expertos en salud pública, lo que refuerza su imagen como un líder competente y bien informado.

En términos de política económica, Walz ha promovido políticas que buscan equilibrar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente. Su administración ha apoyado la inversión en energía limpia y ha impulsado iniciativas para combatir el cambio climático, destacándose en un momento en que la sostenibilidad se está convirtiendo en una prioridad para los votantes estadounidenses. La elección de Walz también puede tener implicaciones estratégicas en la política electoral, dado su papel en un estado que ha demostrado ser un campo de batalla clave en elecciones pasadas. Minnesota ha sido históricamente un estado con un electorado dividido, y la inclusión de Walz en la fórmula presidencial podría ser un intento de asegurar una victoria en un estado crucial para el éxito de Harris en las elecciones de 2024.

La candidatura de Harris y Walz también podría ser vista como un intento de renovar el enfoque del Partido Demócrata, atrayendo tanto a votantes progresistas como a aquellos que buscan una administración más centrada en la práctica y la eficacia. Su combinación de experiencia en el gobierno y en el servicio militar, junto con un enfoque en políticas progresistas, podría proporcionar una propuesta atractiva para un electorado diverso.

En última instancia, la decisión de Kamala Harris de elegir a Tim Walz como su compañero de fórmula representa una apuesta estratégica para fortalecer su campaña presidencial, apelando a un amplio espectro de votantes con su experiencia y sus logros en Minnesota. La colaboración entre Harris y Walz será clave para la formulación de una plataforma política que busque abordar los desafíos contemporáneos y construir una visión compartida para el futuro de Estados Unidos.

Candidato que llama ‘raritos’ a los republicanos
Walz, el elegido, no era muy conocido a escala nacional hasta que hace unos días se hicieron virales unos comentarios en los que llamaba “raros” a los republicanos, lo que lo catapultó en la carrera vicepresidencial.

De joven se alistó en la Guardia Nacional, fue maestro y entrenador de fútbol americano en un instituto de la Minesota rural. Ejerció más de una década como congresista, una experiencia legislativa que Harris ha valorado a la hora de seleccionarlo.

Con la elección de Walz, a quien los republicanos llaman un “izquierdista radical”, Harris busca atraer a votantes blancos del cinturón industrial del país, especialmente de Wisconsin, Míchigan y Pensilvania.

En su primera aparición junto a Harris, Walz cargó contra los republicanos con lo que ya es su seña de identidad. “Es una observación mía. Lo tengo que decir. Estos tipos son espeluznantes, y sí muy raritos“, declaró desatando una ovación del público.

Se refería especialmente al candidato republicano a la vicepresidencia, J.D. Vance, que los republicanos publicitan como un ejemplo de superación personal, al provenir de una familia humilde, para ganarse las simpatías de las clases trabajadoras.

Walz reivindicó que, mientras él sí creció “con gente normal en el corazón del país”, Vance estudió en la prestigiosa Universidad de Yale ayudado por multimillonarios.

Además lo retó a un debate televisado, dando pábulo a un falso rumor que circula en redes de que Vance habría mantenido relaciones sexuales con un sofá. “No puedo esperar a debatir con el chico. Eso si es que está dispuesto a levantarse del sofá”, dijo.

Como educador, Walz enseñó historia, cultura e inglés estadounidense a estudiantes chinos en la Escuela Secundaria Foshan No.1, en la provincia sureña de Guangdong. Lo hizo en 1989, el año en el que cientos de miles de estudiantes chinos protestaron contra el gobernante Partido Comunista Chino en la Plaza de Tiananmen.

«China venía, y esa es la razón por la que fui», dijo Walz en una entrevista de 2007 con el medio The Hill.

Durante su período de enseñanza de un año en China, Walz fue apodado «Campos de China» por sus estudiantes, debido a su amabilidad.

Su estadía en el país tuvo un impacto en sus perspectivas de la vida de los chinos bajo el gobierno comunista.

«Si tuvieran el liderazgo adecuado, no hay límites a lo que podrían lograr», dijo en una entrevista con el Star Herald en 1990, describiendo la enseñanza en China como «una de las mejores cosas» que ha hecho.

Su interés por el grande asiático no se detuvo ahí. Al regresar a Estados Unidos, Walz y su esposa crearon una empresa llamada «Educational Travel Adventures» para coordinar viajes de verano a China para estudiantes de secundaria estadounidenses. Cinco años después de las protestas de la Plaza de Tiananmen y la violenta represión del gobierno chino, Walz regresó a China con su esposa para su luna de miel y, al regresar, trajeron con ellos a dos grupos de turistas de escuelas secundarias estadounidenses.

Walz continuó dirigiendo el programa de intercambio de verano a China para estudiantes estadounidenses con su esposa hasta 2003.

Defensa de los derechos humanos en China
Después de convertirse en miembro del Congreso en 2007, Walz continuó centrándose en cuestiones relacionadas con el país asiático. Durante su tiempo en el Congreso, Walz formó parte de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China, que se centra exclusivamente en temas de derechos humanos en el país.

Walz se estableció rápidamente como un crítico vocal del gobierno chino, celebrando reuniones periódicas con activistas de alto perfil de China y Hong Kong, incluido el destacado activista de Hong Kong, Joshua Wong, y el líder espiritual del Tíbet, el Dalai Lama.

En una entrevista con la VOA en 2014, Walz relató su impresión de presenciar cómo se desarrollaba la protesta liderada por estudiantes en la Plaza de Tiananmen. «Recuerdo despertarme y ver las noticias el 4 de junio de que había sucedido lo impensable», dijo.

Si bien la mayoría de los estadounidenses en ese momento decidieron abandonar China debido a preocupaciones de seguridad tras las protestas en 1989, Walz dijo que sentía que era «más importante que nunca ir» a China porque quería asegurarse de que «se contara la historia» y que el pueblo chino supiera que el mundo exterior estaba con ellos.

Además de colaborar con activistas de China y Hong Kong, Walz también copatrocinó varias resoluciones sobre cuestiones clave de derechos humanos, incluida la exigencia de la liberación del premio Nobel chino Liu Xiaobo y del activista chino Huang Qi, así como la firma conjunta de la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, en 2017.

En uno de sus discursos en Congreso, en 2016, Walz destacó la importancia de tener «diálogos constructivos» con Beijing para garantizar «la preservación de la cultura tibetana tradicional y la frágil ecología del Tíbet».

«Estados Unidos se fundó sobre las ideas de la libertad universal, y creo que debemos seguir instando al gobierno chino a proporcionar una libertad religiosa menos regulada a los tibetanos», dijo en ese momento. Impulso de la política exterior
Además de ser un crítico vocal del historial de violación de derechos humanos de China, Walz también expresó su preocupación por el intento del gobierno de ese país de expandir su presencia en el Mar de China Meridional en 2016, citando los esfuerzos de Beijing para construir islas artificiales en el agua en disputa como la razón para oponerse al intento de Washington de reducir el gasto militar.

A pesar de su firme postura, Walz continuó enfatizando la importancia de mantener la cooperación entre las dos potencias. «No entro en la categoría de que China necesariamente necesita ser una relación adversaria», dijo en una entrevista en video con Agri-Pulse Communications.

«Creo que tenemos que mantenernos firmes en lo que están haciendo en el Mar Meridional de China, pero hay muchas áreas de cooperación en las que podemos trabajar», agregó Walz. Algunos analistas consideran que las profundas conexiones de Walz con China y su historial en la diplomacia entre Estados Unidos y China podrían ayudar a la pareja presidencial demócrata a tomar decisiones más informadas sobre política exterior.

«Creo que [su aparición como candidato demócrata a la vicepresidencia] va a tranquilizar a mucha gente que se preocupa mucho por la política exterior estadounidense en esta parte del mundo, sabiendo que hay alguien en la boleta que está informado, ha pasado tiempo en la región y no está comenzando desde cero cuando se trata de aprender sobre la política exterior estadounidense en el este de Asia. «, dijo Lev Nachman, politólogo de la Universidad Nacional de Taiwán. Agregó que dado que Walz ha expresado muchas opiniones humanistas sobre el pueblo chino, el pueblo tibetano y los hongkoneses, el gobernador de Minnesota podría agregar más matices al debate político relacionado con China en Estados Unidos.

«Es posible que pueda articular la necesidad de hacer retroceder el autoritarismo y las violaciones de los derechos humanos de China en diferentes partes del mundo de una manera que no denigre a los ciudadanos chinos o que no se incline antagónicamente en esta retórica táctica abiertamente aterradora en la que creo que se ha convertido gran parte del discurso entre Estados Unidos y China en EEUU. «