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Dallas, Tx.- Defensores y legisladores latinos de Dallas y otras ciudades de Texas pidieron al gobernador Greg Abbott que rechace la propuesta de ciudadanía censal y se una a otros estados para demandar al gobierno federal. Grupos locales como el Centro de Derechos Humanos (CDH), Guatemaltecos y Salvadoreños Unidos de Dallas, Voces por los Inmigrantes (VUPI), entre otros, criticaron la medida tras argumentar que “decenas de miles de personas no querrán ser censadas por el temor de que esta información pueda ser compartida con las autoridades migratorias”. “Hemos visto como la comunidad migrante vive en pánico por las políticas antiinmigrantes del propio presidente Donald Trump y legisladores republicanos, por lo que los migrantes se negarán simplemente a contestar las preguntas del Censo, dañando así los resultados finales de este muy importate conteo”, aseveró Pedro González, uno de los dirigentes del CDH. Se supone que este proceso de contabilizar a la población, realizado por la Oficina del Censo de los Estados Unidos …una vez cada 10 años, cuenta a todos los que viven en los Estados Unidos para fines tales como la asignación de escaños en el Congreso y la distribución de fondos federales. La oficina también lleva a cabo la Encuesta anual de la comunidad estadunidense, que reúne más información de la que pide en el censo regular. En una conferencia de prensa efectuada hace unos días, el representante César Blanco, demócrata de El Paso, criticó la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos de pedirle a las personas que notifiquen su status de ciudadanía en los formularios del censo. La oficina entregó sus preguntas planificadas al Congreso federal, incluida la de ciudadanía. El problema no es partidista, es política, dijo el diputado demócrata. Texas recibió $43 mil millones de fondos federales en 2015 en base a datos guiados por el censo y podría perder hasta tres escaños en el Congreso si la población del estado no se cuenta con precisión. “Texas tiene una de las mayores poblaciones de inmigrantes en el país, por lo que como estado puede perder en grande”, aseveró Blanco. “Si Texas no se contabiliza, la conclusión es que el estado pierde”. Nuestros negocios pierden, nuestras comunidades pierden, nuestras familias pierden. Esto no es sobre política. Se trata de hacer que Texas tenga una buena cantidad de recursos”. El norte de Texas tiene la cuarta población de inmigrantes no autorizados más grande del país detrás de las áreas metropolitanas de Nueva York, Los Ángeles y Houston, de acuerdo con los cálculos del 2017 del Centro de Investigación Pew. La representante Mary González, vicepresidenta del caucus legislativo mexicoamericano, aseveró que como líder estatal no quiere que los texanos le teman al gobierno, y como legisladora, le preocupa la pérdida de fondos, así un recuento insuficiente de latinos e inmigrantes porque Texas recibe miles de millones de dólares para programas como Head Start y el de almuerzos escolares, ambos sumamente importantes para los niños de la entidad, manifestó la dirigente demócrata. “La política y la retórica antiinmigrante ponen a nuestros niños en peligro”, acusó González. Ann Beeson, directora general del Centro para Prioridades de Políticas Públicas, un grupo de expertos de orientación liberal, advirtió que si la información no es precisa, su organización y los funcionarios electos no pueden usarla para recomendar o implementar políticas.

SORDERA REPUBLICANA Abbott, quien regresa de una misión comercial de nueve días en la India, no ha hecho ningún comentario sobre la pregunta propuesta. El fiscal general de Texas, Ken Paxton, parece poco probable que se una a California y otros estados que demandan al gobierno federal por incluir esta pregunta. En febrero, el primer fiscal general adjunto Jeff Mateer solicitó a la Oficina del Censo que lo incluyera. Mateer afirmó en su carta que el censo incluía una cuestión de ciudadanía desde 1970 hasta 2000 sin ningún problema. Según NPR, la oficina solía enviar una forma corta y una forma larga. Cada hogar recibió el formulario corto, que no preguntó sobre la ciudadanía. Solo 1 de cada 6 hogares obtuvo la forma larga. El cuestionario de formato largo fue reemplazado por la Encuesta de la Comunidad Estadunidense en 2010.

TED CRUZ, A FAVOR El senador Ted Cruz elogió la decisión de agregar la pregunta. Publicó una declaración conjunta con los senadores republicanos Tom Cotton de Arkansas y Jim Inhofe de Oklahoma, en la que dijo que los senadores pidieron al Departamento de Comercio que incluyera la pregunta ciudadana para “recabar datos más precisos sobre el número de ciudadanos estadunidenses” que viven en el país. “Es imperativo que los datos recopilados en el censo sean confiables, dados los amplios impactos que tendrá en la política de Estados Unidos”, expresó Cruz. Jessica Azua del Proyecto de Organización de Texas, criticó con severidad la propuesta de la pregunta de ciudadanía tras apoyar la vigencia del programa de Acción Diferida para Llegadas en la Infancia (DACA), que protege a los jóvenes inmigrantes de la deportación, ya que este beneficio le permite permanecer en su ciudad natal de San Antonio. “Estoy aquí para decirle a Trump que no va a ganar”, aseveró. “No le temo a él ni a sus partidarios que odian a los inmigrantes. Mi familia y yo contestaremos el censo. No responderemos la pregunta de la ciudadanía. Instaré a todos los que puedan escuchar mi voz a que no respondan la pregunta sobre la ciudadanía”. “Estamos unidos en nuestra resistencia. Los texanos no se rinden ante el odio de Trump”.

MAS REDADAS EN DALLAS Agentes federales detuvieron a 89 personas, incluidas más de dos docenas en el norte de Texas, en una operación dirigida contra inmigrantes no autorizados y personas con antecedentes penales, de acuerdo con cifras preliminares del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos. La operación tuvo una duración de tres días y fue llevada a cabo en partes de Texas y Oklahoma por el brazo de ICE para Operaciones de Detención y Deportación, informó la agencia en una declaración escrita. De las 89 personas arrestadas, 88 eran hombres, 67 tenían condenas penales y 23 habían reingresado ilegalmente a los Estados Unidos después de ser deportados. Los detenidos cuentan con edades comprendidas entre los 19 y los 60 años y proceden de 10 países, incluidos México, Guatemala, Honduras, Pakistán y Vietnam. Ocho de los arrestos se realizaron en Dallas, cuatro en Fort Worth, tres en Denton, Garland, Plano y Rockwall, dos en Balch Springs, Lewisville y Alvarado y uno en Allen, Duncanville e Irving. Dieciocho arrestos fueron hechos en Oklahoma. Entre los detenidos se encontraba un ciudadano guatemalteco de 45 años detenido apenas el 20 de marzo en Mesquite. Había sido condenado por agresión sexual en 1991 y anteriormente había sido expulsado del país, indicó la agencia. También ese día en Fort Worth, los funcionarios arrestaron a un pandillero conocido de 28 años de México. El hombre tenía una convicción por hacer una amenaza terrorista. El 21 de marzo, un ciudadano mexicano de 28 años fue arrestado en Lancaster. El hombre tenía una orden para su arresto en Hidalgo, México, en relación con un homicidio. También tuvo una condena por DWI en Texas, señaló la agencia. ICE dijo que estas operaciones son rutinarias y que los oficiales también arrestan a otras personas que encuentran en estos operativos, pero que viven de manera ilegal en el país. Esos casos se evalúan individualmente y las detenciones se realizan “cuando corresponda”.