EL HABITO NO HACE AL MONJE…

En mi tiempo de preparatoriano fui a visitar a una tía.
Tan pronto como llegué me puso una buena regañada.
¿Vives en la calle?- preguntó
No tía- contesté.
¿Vienes de la labor?- volvió a preguntar.
No tía, vengo de la escuela- contesté.
¿Así fuiste a la escuela?- una vez mas preguntó.
Si tía- le contesté todo destanteado porque no sabia de que fregaos
estaba hablando.
¿Con esos zapatos fuiste a la escuela?
Si- fue mi respuesta
¿Así de sucios?
Pues si tía- ya no sabía que responder.
¿Que no te da vergüenza traer los zapatos sucios?
Están viejos tía- quise justificarme
¿Y desde cuando la limpieza esta peleada con lo viejo?
Se retiró y regresó con cepillo, tinta, trapos y grasa. Te me pones a bolear
tus zapatos y que sea la ultima vez que te veo con los zapatos sucios.
Desde entonces procuro que mis zapatos estén presentables… siempre.
Para no batallar y meterme en aprietos tengo varios pares de zapatos…
todos viejitos, pero bien limpios.
¿A qué viene esta anécdota? Sencillo. Esta semana que pasó a un
periodista se le ocurrió criticar los zapatos sucios del presidente Obrador.
Tan pronto como lo puso en las “redes sociales” le llovieron críticas al por
mayor.
Estoy de acuerdo con el periodista que lo criticó. Por la sencilla razón de
que no es propio que su presentación como primer mandatario mexicano y
que los ojos estén puestos en él, no solo en lo que diga y lo que habla sino
también en su presentación lo haga con los zapatos sucios.
Ahora que si lo que quiere parecer es sencillez pues tampoco se le puede
pasar su vestir.
Hay etiquetas para cada ocasión.
Por ejemplo: si anda en el campo pues es normal que sus zapatos estén
sucios. Y aun así después de salir del campo pues debe de ponerse otros
zapatos o si no tiene pues que los limpie… o se los limpien.
La sencilles o humildad no esta peleada con la limpieza… diría mi tía
María.
Porque simplemente, una familia pobre (económicamente) tendría como
pretexto no lavar la ropa, no asear su casa, no lavar los trastes… porque
son humildes, pobres… ¿así es?
He estado con familias pobres, mas pobres de lo que uno puede imaginar,
pero su casita impecablemente limpia.
No sé que piense Obrador de la limpieza, y mucho menos de los que lo
defienden…. Pero si me doy una idea.
Estoy de acuerdo de que muchas de las veces aparentamos una cosa y
somos otras, pero creo que aquí no cabe eso.
Hay un refrán… “el hábito no hace al monje, pero si lo distingue”. ¿Está
de acuerdo conmigo? Este dicho no lo inventé.
También hay otro dicho que dice… “la mona, aunque se vista de seda,
mona se queda”.
A lo mejor en su intento de aparentar sencillez o humildad quiere dar a
conocer que no usa zapatos caros… y esta en todo su derecho de hacerlo.
Pero volvemos a lo mismo… por muy baratos que puedan ser los zapatos
la limpieza no debe de estar ausente.
Somos el reflejo de lo que pensamos reza otro refrán.
Se que muchas personas, si por ellos fueran a Obrador lo pondrían como
un santo. Están en todo su derecho de creer o de hacerlo, pero eso no deja
a la limpieza fuera.
Estoy mas que seguro que si hicieran una estatua de Obrador y le pusieran
los zapatos sucios no les gustaría la imagen.
Ojalá y no se le ocurra presentarse con una camisa arrugada… o qué,
¿también lo van a defender si lo hace?
Creo que deben de cuidar si imagen los que lo rodean.
Si a él se le pasa este detalle, pues lo que están a su alrededor NO. Porque
entonces pensaremos que no están haciendo su trabajo
La lección que me dio mi tía María la aprendí muy bien. Recuerdo que
éramos pobres y muchas de las veces no tenía para comprarme zapatos y
los traía con agujeros… pero eso sí, bien boleados.
¿Qué tanto tiempo se puede uno en tardar en limpiar o bolear sus zapatos?
Podríamos decir: “dime como andas y te diré quién eres”.
¿Será que estará acostumbrado a andar así?
Sugerencias, comentarios y opiniones favor de hacerlos llegar a:
gamma9_10@yahoo.com

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