Le dice la esposa al marido…
-Quiero que vayas a traer pan para la cena-
El marido como si nada sigue viendo la tv.
-¿Me estas oyendo pedazo de animal?
-¿Qué pasa amor? pregunta el marido bien despistado.
-Te estoy diciendo… ordenando que vayas por pan para la cena-
-Claro que si amor- Pero no se levanta del sillón, sigue viendo
la televisión.
-Hijo de…. María Morales!!!!!!!!!-
-¿Qué pasa amor?
-Pedazo de bestia, te estoy diciendo que vayas por pan para la cena-
-Si corazón…- se levanta y le pregunta a su mujer… pan para la cena ¿verdad amor?
-Que sí. Que estas sordo o que… inútil. (estoy empleando esta palabra porque la otra no la puedo poner)
Sale de la casa y cierra la puerta. En menos de tres minutos regresa y le pregunta a su esposa…
-¿Quieres que traiga pan para la cena amor?
La mujer se le queda viendo muy furiosa y él entiende que sí.
La mujer se queda parada en la puerta esperando a su esposo.
En eso pasa una vecina y le pregunta que qué está haciendo.
-Estoy esperando a mi marido, pedazo de animal que lo mandé por pan… va a ver vecina que se le va a olvidar el pan.
Después de un buen tiempo regresa el marido.
-¿A que no sabes que pasó mi amor? La vecina de la otra cuadra, esa que está muy bien de sus… “facultades” me invitó a tomar un café. Estaba en ropa íntima. Después del café me invitó a la cama y a que no sabes que corazón… le hice el amor tres veces.
La mujer mira a su vecina y le dice…
-¿No le dije vecina?… se le olvidó el pan al desgraciado.
No podía creer lo que estaba leyendo. Mas de 1 800 vacunas estaban a punto de echarse a perder aquí en la ciudad de Dallas. No sé si lograron convencer a más gente para que se vacune.
Estaban desesperados buscando gente que se sintieran “conejillos de India”, perdón, que quisieran cooperar en el experimento… ¿otra vez?
No sé cuanto cuesta (alguien dijo que es gratis… ni las cachetadas son gratis) pero, echarse a perder 1800 vacunas como que es pecado, casi tirándoles a sacrilegio ¿no?
De que se echen a perder y que les hagan daño… pues que se echen a perder ¿no?
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Las chicas de la “mala nota” cansadas de que el cotorro las dejara al descubierto diciendo cada marranada (como dijera el “Piojo” Herrera) decidieron llevarlo a la iglesia católica a ver si se componía.
Tocaron a la puerta y dejaron la jaula tapada con una toalla.
Una de las asistentes a misa en esa hora recogió la jaula y la llevó con la madre superiora. La madre superior mando llamar a las novicias para que vieran lo que había llegado. Solo que había un problema, nadie se atrevía a destapar la jaula. Mandaron llamar al padre Juan y este sin más ni menos se atrevió a quitar la toalla de la jaula.
El cotorrito un poco destanteado mira a las novicias y pensando que sigue con las chicas de la “mala nota” empieza a decir mirando una por una… nueva, nueva, nueva, nueva… Hola padre Juan, nueva, nueva, nueva.
No sabía que los perros y gatos ya se podían registrarse como miembros de la familia.
El Instituto Mexicano del Registro de Caninos y el Instituto Mexicano del Registro Felino estuvieron promoviendo el registro de sus “agremiados” para que pudieran contar como miembros oficiales de una familia.
Hip hip hurra, hip hip hurra… ya pueden entonces llevar nuestros apellidos esos animales.
Que logro !Dios!!!!! Esto no es en todos los estados… solo en algunos, pero van por más estados. Pero también faltan más mascotas. Qué de las arañas, ratas, tortugas, cotorros, víboras…
Solo hay que aclarar que no se tiene que hacer un pago.  No, no es un pago, se le llama aportación por el certificado de familia. El animal solo tiene que poner su firma y listo.
Creo que a muchos marranos les gustaría llevar algún apellido.
Solo tengo una pregunta… ¿ya les preguntaron a sus mascotas si quieren ser miembros de la familia?
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gammaliel9.10@gmail.com