Cuando nacemos…
Cuando nacemos y somos separados de nuestra madre, (que es quien ha
provisto por nueve meses nuestras necesidades) lo primero que hacemos
es soltar un llanto que ayudará a que tomemos nuestra primera bocanada
de aire, que inflará nuestros pulmones y que nunca dejarán de trabajar
hasta el momento de dejar de vivir.
Los pulmones siempre tendrán un litro de aire aun después de una
expiración forzada.
Después de una inspiración profunda, podemos expulsar hasta cercas de
4 litros y medio de aire.
El tubo que se encarga de llevar el aire a los pulmones es la faringe-
laringe y tráquea… un mismo tubo que se le da el nombre dependiendo
su localización.
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