México.- Cruz Azul es un ‘ t o r o manso’ que lleva dos décadas sin embestir. Atendiendo a su pasado como forcado, Pedro Caixinha, nuevo timonel celeste, encara de frente y con intensidad el reto de regresarle al club la grandeza perdida. A diferencia de su antecesor Paco Jémez, el portugués desde su llegada dejó en claro que sabe en dónde está parado y la exigencia que tiene en puerta. De hecho, en tono de broma dijo que si es capaz de hacer campeón a La Máquina, quiere una estatua al lado de ‘Cantinflas’, uno de sus ídolos con quien se identifica debido a su pasión por la fiesta brava. Cruz Azul empezó bien el torneo. Cierto que son apenas dos partidos y el equipo ha tenido altibajos, pero ante Xolos mereció ganar y frente a las Chivas fue efectivo, luego de un pésimo primer tiempo en el que corrió con cierta dosis de fortuna, pues pudo salir con mayor desventaja que el 1-0 que después remontó. De acuerdo con las palabras de Caixinha al final del encuentro, la charla del medio tiempo que tuvo con sus jugadores fue clave, pues le pareció penosa la actuación que estaban ofreciendo y de alguna manera los hizo despertar. El europeo es un gran motivador y recurre de forma habitual a las analogías entre el balompié y los toros, pues concibe que ambas disciplinas tienen puntos en común: la concentración, la planeación, el manejo del temperamento y el trabajo en equipo. “Alguna vez (cuando dirigió a Santos) les puse el video de un forcado de cara, que es el primero que agarra al toro por los cuernos y que caía sin control. Todos los demás se han tirado encima de él para protegerlo aún arriesgando su propia vida. Son enseñanzas de amistad, solidaridad y brindar todo por el compañero sin importar nada, cosas que quiero haga mi equipo, darlo todo por los amigos”, reveló hace algunos años el entrenador. La Máquina, con Carlos Fierro como su principal estandarte, reaccionó en el complemento frente al Guadalajara, y en un partido acompañado de polémica arbitral, fue capaz de dar un golpe sobre la mesa y apuntarse una victoria que fortalece el inicio de un proyecto con Caixinha al mando. Obsesionado de la planeación y arduo luchador para combatir el miedo escénico, el técnico celeste ya advirtió que en Cruz Azul están obligados a pensar en grande, pues solo de esa manera lograrán revertir los años y años de decepciones que pesan sobre el equipo. Es apenas el arranque, pero Caixinha no parece tener intención de que el ‘toro’ llamado Cruz Azul siga dormido por mucho tiempo más.