Con la recta final cerca, Harris y Trump agudizan su estrategia electoral en EU
La compañía explicó a sus empleados en un mensaje interno que no apoya a ningún candidato en las elecciones estadounidenses, siguiendo una política de puertas abiertas para figuras públicas. Esta política permite que cualquier persona o candidato que reciba la aprobación del establecimiento pueda participar en actividades dentro del local. En este caso, fue el gerente del restaurante quien aceptó la visita del candidato, lo que provocó opiniones divididas entre el público.
En paralelo, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris intensifica su campaña en estados clave como Georgia. Harris ha estado visitando iglesias y convocando a los primeros votantes, buscando movilizar apoyo en distritos estratégicos. Esta actividad forma parte del esfuerzo por captar votos en los estados más competitivos de cara a las elecciones del 5 de noviembre.
Por otro lado, la campaña de Trump ha centrado su atención en Pensilvania, donde el expresidente busca reconquistar el apoyo de la clase trabajadora, vital en su triunfo de 2016. Durante su parada en McDonald’s, además de cocinar, Trump interactuó con empleados y clientes, generando imágenes que su campaña ha utilizado para destacar su «conexión» con el ciudadano común.
La postura de McDonald’s ante esta visita ha generado una mezcla de críticas y respaldo. Por un lado, hay quienes ven en la presencia de Trump una herramienta de propaganda política. Por otro, algunos defienden que McDonald’s simplemente sigue una política empresarial estándar, abierta a todo tipo de público sin discriminar afiliaciones políticas. La acción de Harris en Georgia contrasta significativamente con la estrategia de Trump Mientras él opta por apariciones en espacios no tradicionales para hacer campaña, ella se enfoca en llegar directamente a comunidades afroamericanas e iglesias, buscando reforzar su base demócrata. Ambas estrategias reflejan la importancia de los estados indecisos en esta elección presidencial, donde cada visita y aparición pública cuenta para ganar ventaja. La cercanía entre ambos candidatos en las encuestas demuestra que cualquier movimiento, incluso simbólico, podría influir en el resultado final. La campaña ha despertado discusiones sobre el uso de establecimientos comerciales como plataformas políticas. A pesar de la declaración de neutralidad de McDonald’s, la imagen de Trump cocinando papas fritas ha sido ampliamente difundida, posicionando al candidato en un contexto cercano y cotidiano. La visita del expresidente también ha resaltado el papel que las empresas deben jugar en tiempos electorales. Aunque muchas intentan evitar posturas políticas claras, la realidad es que las figuras públicas pueden usar cualquier escenario para promover su mensaje. Esto deja a las compañías en una posición compleja, tratando de mantener la neutralidad sin rechazar oportunidades de exposición.
El escenario actual refleja la polarización del electorado estadounidense, donde cada candidato intenta maximizar su presencia en los medios y conectar con diferentes sectores de la población. La elección del 5 de noviembre será decisiva y tanto Harris como Trump parecen dispuestos a explorar cualquier oportunidad para obtener ventaja.
En este contexto, McDonald’s se encuentra en una posición delicada, buscando balancear su imagen pública mientras navega en un entorno altamente politizado. La repercusión de esta visita demuestra que, incluso cuando las empresas intentan mantenerse al margen, las campañas encuentran formas de utilizar cualquier espacio disponible para alcanzar a sus votantes. Trump ha dicho que la visita a McDonald’s pretendía en parte ser una pulla a Harris, que dice que trabajó en la cadena de comida rápida durante sus años universitarios. Trump afirma que Harris nunca trabajó allí, pero no ha aportado pruebas que lo demuestren. En su campaña en Georgia, Harris, que cumplió 60 años el domingo, participó en dos servicios religiosos fuera de Atlanta el domingo.
En Divine Faith Ministries International en Jonesboro, Georgia, actuó el icono de la música Stevie Wonder, cantando su éxito «Higher Ground» y una versión de «Redemption Song» de Bob Marley. Harris instó a la gente a votar. «Estamos todos juntos en esto. Tenemos mucho más en común de lo que nos separa», afirmó. Harris, que fue educada en las enseñanzas de la iglesia negra y cantó en el coro de una iglesia, habló antes en la iglesia New Birth Missionary Baptist de Stonecrest, Georgia. Allí, trazó un agudo contraste con la retórica dura y divisiva del clima político actual, aunque no mencionó a Trump por su nombre.
«En este momento en toda nuestra nación, lo que sí vemos son algunos tratando de profundizar la división entre nosotros, difundir el odio, sembrar el miedo y causar el caos», dijo. «En este momento, nuestro país está en una encrucijada y hacia dónde vamos depende de nosotros».
De iglesias a McDonald’s, Bill Clinton hace campaña por Kamala Harris en Georgia
El expresidente de EE.UU. Bill Clinton (1993-2001) hizo campaña este domingo y lunes por la vicepresidenta Kamala Harris en el estado de Georgia, enfocándose en movilizar el voto de los afroamericanos a través de visitas a iglesias, festivales de pescado frito y hasta una parada en un McDonald’s. Clinton, que sigue gozando de gran popularidad en la comunidad negra del sur de EE.UU., se convirtió estos dos últimos días en el arma secreta de Harris, logrando la atención de la prensa local antes de que comience este martes la votación por anticipado en Georgia. En un evento el domingo en una zona rural del sur de Georgia, Clinton explicó la razón por la que ha decidido centrarse en encuentros más íntimos en lugar de grandes discursos.
¿Por qué Clinton apoya a Kamala Harris?
“Cuando me ofrecí para ayudar a Kamala Harris, les dije: envíen a otra persona a los grandes lugares, a alguien que necesite la cobertura televisiva. A mí envíenme al campo, sé que ahí es donde pertenezco”, afirmó Clinton, que antes de ser presidente ejerció como gobernador de Arkansas. De esa forma, Clinton comenzó el domingo con un servicio religioso en Albany, un lugar simbólico por su papel en la lucha por los derechos civiles, y luego se dirigió a Fort Valley, una zona que es principalmente rural a unas dos horas al sur de Atlanta, para participar en un festival de pescado frito.
Además, hizo una aparición en un McDonald’s, donde se le vio conversando con empleados y posando para una foto con una mujer que inicialmente lo confundió con el presidente, Joe Biden. “¿Eres Joe?”, le preguntó la mujer a Clinton, antes de darse cuenta de su error y correr alrededor del mostrador para tomarse una foto con él.
Durante su campaña de 1992, Clinton se distinguió por su afición a hacer paradas en McDonald’s.
“Acabarán lamentándolo toda su vida”
Este lunes, Clinton participó en otro evento en un aparcamiento en la ciudad de Columbus, en el que instó a los votantes a acudir a las urnas para elegir un futuro que beneficie a sus hijos y nietos. “Si deciden que tienen cosas mejores que hacer, acabarán lamentándolo toda su vida”, dijo, generando gritos de aprobación entre los asistentes.
Estos encuentros pequeños forman parte de la estrategia de Harris para movilizar a votantes demócratas e independientes en áreas más conservadoras. El objetivo de la campaña en Georgia y otros estados bisagra no es convertir esas zonas conservadoras en demócratas, sino reducir la ventaja que obtendrá el expresidente Donald Trump en esos condados, buscando que el total del estado favorezca a la vicepresidenta. Trump, por su parte, planea contrarrestar la estrategia de su rival con al menos tres discursos en Georgia esta semana y la próxima.
Georgia, estado clave
En las elecciones de 2020, Biden ganó Georgia frente a Trump. Esa fue la primera vez que un demócrata se llevó el estado desde el propio Clinton en 1992. Cuatro años después, Clinton perdió el estado frente al republicano Bob Dole, pero ganó la reelección. Clinton es visto por los demócratas como alguien que puede movilizar tanto a votantes rurales como a votantes afroamericanos. Sin embargo, el expresidente es especialmente popular con las generaciones más mayores que vivieron durante su Presidencia y es una figura mucho menos conocida entre los jóvenes.
Las encuestas muestran que, aunque Harris lidera en apoyo de votantes afroamericanos, las generaciones más jóvenes, especialmente los hombres, en algunos casos favorecen a Trump, según se refleja en el último sondeo del New York Times y Siena College.
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