CLAVE: MOSQUITOS
No estas para saberlo ni yo para contarlo, pero creo que estoy a punto de
lograrlo. No sé si me falta mucho o casi nada, no lo sé todavía, pero de
que estoy trabajando en eso no hay duda. Bueno, en realidad todavía no lo
sé a ciencia cierta, pero de que estoy trabajando… lo estoy.
Creo que muy pronto tendrás noticias en las revistas de ciencia o en el
Discovery Chanel acerca de mi logro.
Me atrevo a decir que sí no gano un Oscar… perdón, un Premio Nobel de
perdido el de la Paz… me voy a sacar un Premio Nuestro. Que no sé para
que carajos me pueda servir, pero lo bueno es que voy a salir en tv.
Tengo más o menos la idea de lo que tengo que hacer… el asunto es que
no sé cómo.
Mi objetivo es hacer que los mosquitos en vez de chupar sangre… chupen
grasa. Con uno solo que logre atrapar haciendo esto podré lograr mi gran
invento.
Tengo varias teorías:
¿Recuerdas como le hicieron para “modificar” el coronavirus? Pues es el
mismo método que pienso hacer.
La primera: hacerles un lavado de cerebro para que chupen grasa.
La otra opción es cambiar el ADN de los mosquitos para que en vez de
desear chupar sangre chupen grasa.
¿Ves cómo ya tengo la idea? Ahora es saber qué es lo que tengo que hacer
para que si no me da resultado uno… me lo dé el otro.
¿Te imaginas si logro esto que quiero hacer? Las dietas van a valer un
cacahuate, los “tes” para bajar de peso ya nadie querrá probarlos. Los
Gym ya no tendrán tanta gente. Es más, la gente que va a la zumba… ya
no van a querer ir.
Si logro lo anterior mi siguiente negocio será crear una crema para que te
la untes en donde quieras que los mosquitos hagan su trabajo.
Espero que el gobierno no sabotee mi trabajo.
Luego te digo como espero tener mosquitos en panales (como el de las
abejas) para reproducirlos al mayoreo… y luego exportarlos.
CLAVE: ENTRENADOR
Tengo más o menos idea de que es lo que quieres, pero no estoy muy
seguro.
Me dices que entrenas a un equipo de futbol y que la temporada está a la
mitad y que tienes problemas porque no te va muy bien. No quiero saber
cuantos partidos llevas perdidos, pero creo que son… muchos.
Dices que ya no tienes más ideas de lo que tienen que hacer tus jugadores.
Que has llevado a una bruja para que los “barra con hojas de pirul” y nada.
Les cambiaste los colores de la camisa para saber si esto atraía fuerzas
positivas y nada.
Has hecho que un médium vaya y espante a los demonios que crees que
les esté impidiendo que ganen… y nada.
¿Sabes? Te falta algo que muchos entrenadores hacen… no sé cuál es el
porcentaje de buenos resultados, pero sí lo siguen haciendo es porque son
muy tercos o… si les funciona.
¿Por qué no le rezas a un santo? Pero, a uno que sepa de futbol… ¿sabes?
mejor no, que no sepa de futbol. Porque si ve jugar a tu equipo los va a
mandar por un tubo.
La gran ventaja de pedirle ayuda a un santo es que al final de la temporada
tienes a quien echarle la culpa si no les va bien. Ahora que, si les va bien
pues haces como que la virgen te habla y la gloria es toda tuya.
Creo que San Martin de Porres te puede ayudar. Ya ves que todo el mundo
pregunta que si reencarnó en Pelé.
¿Una virgencita? Con todos mis respetos… no saben de futbol… ni lo
intentes ¿ok?
Si sé de otro remedio ten la seguridad que te lo dire… por lo pronto busca
un buen santo… que no sea muy conocido, porque los que ya se conocen
no saben de futbol… ¿estamos?
Otra cosa, si te cobran por rezarle a un santo… mejor pon en penitencia a
tus jugadores.
Un ejemplo: en vez de trotar por la cancha mejor que se vayan de rodillas
rezando unas Aves Marías. Puedes darles una veladora a cada jugador.
Con unas 5 vueltas que le den de rodillas vas a ver que empiezan a ganar.
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