Desde su apertura al público, la queja era común: eran demasiado estrechos y los vehículos constantemente golpeaban contra las pequeñas islas. Nuevo Laredo, Tams.- La garita del puente internacional Número Dos en su ingreso a México tenía una queja común entre los usuarios; los estrechos carriles que era delimitados por un cordón de concreto, luego de varias semanas de ser una constante en los señalamientos de los ciudadanos, fueron reemplazados por boyas o topes amarillos. Desde que fue abierto al público -a pesar de que la obra no ha sido concluída- lo estrecho que se tornaban los carriles para vehículos que eran delimitados por el cordón de concreto que tenía las características de una delgada banqueta denotaba marcas de llantas y desgaste en su material ante las dificultades de los automovilistas de poder maniobrar en tales condiciones, especialmente quienes conducen camionetas y los viajeros con ejes -o “trailas”- adicionales. “Estaba muy angosto incluso para los carros pequeños y aquí en los Laredos la gente usa trocas y para los que traemos camionetas pues era mucho más incómodo, por eso estaban todos los llantazos y las mordidas en el cordón de la banquetita, no sé que pensaban los que diseñaron eso, pero creo que no pensaron en los que traemos trocas, y sobre todo los paisanos que siempre vienen con troconas y trailitas bien cargados”, expresó Agustín Villareal, usuario frecuente de la garita. Múltiples usuarios atribuían una presunta falta de fluidez en el ingreso a México por el Puente 2 a lo estrecho de los carriles, pues los automovilistas suelen reducir su velocidad aún más de lo usual para evitar topar con la banqueta. Otras quejas comunes entre los usuarios es tener que rodear por el bulevar Colosio para ingresar a la ciudad, ya que al salir de la aduana topan con la calle Degollado -con sentido norte-, además de tener que esperar a que pasen los carros de la calle Victoria y de la Degollado que también van hacia el bulevar.