Por: Ing. Esteban Sanchez

Muy distinguidos precandidatos: disculpen que los distraiga de su muy ocupada agenda de recorrer el país y preparar discursos para las militancias de sus respectivos partidos. Porque estoy consciente que de eso se ha tratado este tiempo la precampaña: de convencer a los militantes de los partidos de que ustedes son los meros meros, aunque parezca obvio, porque son los únicos aspirantes de sus respectivas coaliciones. Sé que es necesaria toda esta peregrinación porque los tres la necesitan. Uno, porque no es militante del partido que lo postulará, aun cuando ésa sea, paradójicamente, la causa de la postulación. Otro, porque es el candidato del partido del agua, que por primera vez en una elección presidencial hace alianza con el partido del aceite, y pues nunca se ha visto una unión así y hay que convencer al agua de la conveniencia de unirse al aceite, y viceversa. Y el tercero, porque, a pesar de tener una feligresía fiel que le perdona todo, anda viendo dónde pesca inconformes de otros lados para unirlos a su culto, a cualquier precio, incluso ofreciéndoles las candidaturas que les regatea a los adeptos más entregados a su causa. Insisto, estoy consciente de que la lectura de esta carta los está distrayendo de esa tarea urgente. Pero precisamente quiero aprovechar que estoy escuchando tooooodos los mensajes que les están dirigiendo a las militancias –entre otras razones, porque ustedes hacen todo lo posible para que todo el mundo los oiga–, para decirles, sinceramente, que por ahí no va la cosa. Sé que es muy importante decirles a las militancias que, si seguimos dividiendo, no vamos a avanzar o que estaríamos mejor con ya saben quién. Y también entiendo la ultraurgencia de uno de ustedes por mostrar que ya hizo un dúo con el único personaje popular de la temporada, el niño Yuawi (yo haría lo mismo, la verdad es que me cae muy bien). Pero, la mera verdad, no le veo mucha utilidad. Ni a esos mensajes ni a las giras en las que hasta el momento han predominado las propuestas vagas que no tienen la mínima resonancia entre la gente. Por supuesto, no me refiero a la utilidad para ustedes, sino a la de los ciudadanos, que financiamos este periodo con nuestros impuestos. Así que, si me permiten el atrevimiento, me gustaría que supieran que los ciudadanos tendrían mayor empatía con ustedes si se dieran cuenta hasta qué punto la inseguridad se ha tornado insoportable. Ya lo reconoció el propio secretario de Gobernación. Aunque se den pasos para retornar al funcionamiento de cuerpos policiacos, plenamente, civiles, aún no es el momento de que los integrantes de las fuerzas militares regresen a sus cuarteles. El horno sigue sin estar para bollos, dirían en mi pueblo. Y en la ciudad capital, la delincuencia está desatada. Con mayor frecuencia escuchamos la noticia de alguna víctima de asalto en restaurantes, plazas comerciales, colonias y avenidas conocidas. Las estadísticas de robos aumentan según todos los reportes, oficiales o de organizaciones privadas, y es fácil documentarlas porque sobran los testimonios. Frente a esta amenaza, es descorazonadora la escasa mención que este tema ha tenido en las precampañas. Y si hubo un caso que resume todos los males en la materia es el del joven Marco Antonio Sánchez Flores, desaparecido tras ser detenido por cuatro policías, en un caso del que aún seguimos sin saber exactamente qué pasó, pero lo que ya sabemos documenta los peores vicios en el funcionamiento de nuestro sistema de justicia: violación (o, de plano, ausencia) de protocolos, extorsión, cámaras inservibles e inútiles para proseguir cualquier investigación. Impunidad, pues. Bueno, y si realmente están interesados en que México continúe como parte del Tratado de Libre Comercio, por favor, háganle caso a la cúpula empresarial en su exhorto de que ya se resuelvan los pendientes del Sistema Nacional Anticorrupción, demanda que dio a conocer Excélsior en su edición del pasado 30 de enero. En una de esas reuniones que tengan con los militantes de sus partidos, por favor sensibilícenlos de esa necesidad, para que a su vez ellos las transmitan a sus dirigencias, y a su vez a los legisladores y a los funcionarios responsables de dar seguimiento a esa encomienda. Claro, en el tiempo que a estos últimos les quede libre entre la urgencia de moverse para estar en las próximas candidaturas. Como aclaré desde un principio, no quiero distraerlos de sus prioridades. Agradezco de antemano su atención a esta misiva, cuyo único propósito era distraerlos con la realidad. Por ahora es todo; mientras tanto, ¡!!AQUÍ NO PASA NADA ¡!! Para cualquier información, favor decomunicarse a: editorial@ novedadesnews.com y/o tulmex@hotmail.com.