Dallas, Tx.- Agentes de Dallas encontraron a tres personas muertas en la zona de Far East de esta ciudad después de que un hombre informara que le había disparado a su esposa y sus dos hijos, informó la Policía.

El subjefe Rubén Ramírez dijo que después de que los oficiales fueron llamados alrededor de las 11 am a un complejo de apartamentos en la cuadra 2600 de John West Road, cerca de Big Town Boulevard, detuvieron al hombre para ser entrevistado en la sede de la Policía.

James Lee Webb, de 57 años, fue arrestado más tarde por homicidio capital. Su fianza no se había fijado hasta el cierre de esta edición el lunes y no estaba claro si tenía un abogado.

Cuando la Policía hizo una búsqueda preliminar del apartamento, encontraron a tres personas que habían recibido disparos mortales: Victoria Bunton, de 35 años, y dos adolescentes, de 16 y 13 años. Se encontraron una pistola y casquillos de bala dentro de la casa.

Los nombres de los adolescentes no se han hecho públicos.

“Esta es una escena horrible”, dijo Ramírez. “Este es un incidente horrible. Nuestros corazones están con todos los que se han visto afectados por esto».

Según una declaración jurada de la orden de arresto, Webb les dijo a los detectives que había comenzado a discutir con Bunton alrededor de las 10 am porque tenía dolor de cabeza y los niños estaban haciendo demasiado ruido.

Le disparó a Bunton al menos dos veces, luego disparó a los adolescentes, dice la declaración jurada. Después de eso, esperó una hora y luego llamó al 911 a través de un dispositivo de alerta médica, según el documento.

LOS  

HECHOS  

En una entrevista con los detectives, Webb dijo que estaba cansado de que las tres víctimas gritaran y dijeran que no le pasaba nada, así que les disparó, se indica en la declaración jurada.

Los detectives de homicidios obtuvieron una orden para registrar el apartamento mientras los residentes estaban detrás de la cinta policial en el complejo.

Chanel Lockhart, quien dijo que era la vecina de las víctimas, quedó desconsolada por la noticia.

No identificó a las víctimas, pero recordó a la mujer por su amabilidad y dijo que los adolescentes eran inteligentes.

«Muy inteligente», expresó Lockhart. “Muy inteligente, todos ellos. Y… [la mujer] tenía corazón. Ella era tan dulce con todos».

HOMICIDO  

EN O. CLIFF  

Un hombre fue asesinado a tiros en el oeste de Oak Cliff, informó la Policía de Dallas.

La corporación encontró a la víctima alrededor de las 10 de la noche. El hombre, identificado por la Policía como Oscar Ramírez, de 27 años, murió más tarde en un hospital.

Una portavoz de la Policía explicó inicialmente que el lugar del tiroteo era la cuadra 1100 de Dumane Street, pero las primeras investigaciones arrojaron más tarde en una publicación de blog que el tiroteo tuvo lugar cerca del 1218 Phinney Ave., la dirección de Donald Leadership Academy, una escuela primaria de Dallas ISD.

WFAA-TV (Canal 8) informó que el tiroteo tuvo lugar en el patio de recreo.

La Policía no proporcionó detalles sobre posibles sospechosos o lo que provocó el fatal tiroteo.

Cualquier persona que tenga información sobre el tiroteo puede comunicarse con el detective Theodore Gross al 469-792-5142 o theodore.gross@dallascityhall.com y consultar el número de caso 154321-2020.  

ASESINATO  

POR HONOR  

Amina Said, de 18 años, y Sarah Said, de 17, fueron encontradas muertas a tiros en el taxi de su padre el día de Año Nuevo de 2008. Su padre, Yaser Said, había desaparecido.

Después de 12 años de fuga, incluso eludiendo a los agentes del FBI en 2017, Said fue arrestado el miércoles en Austin. Su hijo y su hermano fueron arrestados en Euless ese mismo día y acusados de albergar a un fugitivo federal. Said podría enfrentar la pena de muerte.

En 2008, mientras la comunidad musulmana lamentaba la pérdida de las dos hermanas, otros comenzaron a señalar con el dedo la fe de Said y la acusación de que estaba molesto por las citas con sus hijas.

Un «asesinato por honor», lo llamaron, avivando la islamofobia que ya prevalecía en los años posteriores al 11 de septiembre. Una docena de años después, eso es lo que la gente recuerda: la antigua práctica en algunas culturas de asesinar a un miembro de la familia que se cree que trajo deshonra a una familia.

“Esa fue la parte repugnante”, dijo Salem, fundador y director ejecutivo de Facing Abuse in Community Environments, una organización sin fines de lucro que se ocupa del abuso en la comunidad musulmana. “No tiene nada que ver con el honor. No tiene nada que ver con la religión. Estos dos bebés murieron porque este hombre necesitaba tener el control».

Tal asesinato no es islámico y está en contra de la ley islámica. El Corán proclama que el asesinato de una persona inocente «es como si matara a toda la humanidad». Pero la idea falsa de que la fe de Said de alguna manera excusó los asesinatos de sus hijas se quedó en la cabeza de muchos no musulmanes.

NUEVOS  

TEMORES  

El estereotipo de que las muertes fueron de alguna manera justificadas por el Islam causó un trauma secundario para la comunidad en duelo. Ahora, el arresto de Said ha provocado nuevos temores de que reaparezcan los estereotipos islamófobos, aseveró Salem.

“No podemos ni siquiera estar con el resto de los estadunidenses con solo dar un suspiro de alivio de que esta persona haya sido detenida, porque existe la sensación de que lo van a hacer sobre el Islam”, expresó. «¿Hay algún tipo de respiro?»

FANATISMO  

RELIGIOSO  

Una práctica no ligada a la religión

Durante años, el imán Moujahed Bakhach, eximán de la Asociación Islámica del condado de Tarrant, se preguntó qué le había sucedido a Yaser Said después de los asesinatos de Sarah y Amina.

También recuerda cómo, poco después de su muerte, muchos se apresuraron a etiquetar los asesinatos como asesinatos por honor.

Bakhach denunció la práctica y dijo que los asesinatos por honor no están vinculados a la fe islámica.

«No hay asesinato en absoluto en el Islam», enfatizó. «Los asesinatos por honor son un sistema tribal, un sistema cultural, que la gente practica».

En 2008, amigos y familiares creían que Said había matado a sus hijas después de enterarse de que estaban saliendo con unos amigos. Bakhach dijo que Said puede provenir de un entorno conservador que rechaza la noción de una sociedad occidentalizada.

MAS  

EVIDENCIAS  

Las autoridades encontraron evidencia de otras tensiones en la casa de Said, lo que sugiere otros motivos potenciales, por ejemplo, acusaciones de abuso sexual y físico, pero la narrativa del asesinato por honor se mantuvo.

Basheer Ahmed, psiquiatra del condado de Tarrant y expresidente de la Asociación Médica Islámica, dijo que los conflictos entre padres e hijos ocurren en todas las culturas. Las acciones de Said no deben estar ligadas a su fe, enfatizó Ahmed.

“A veces la gente viene aquí y trae consigo sus valores culturales, pero eso no es parte de la religión”, aseveró Ahmed. “La gente usa la palabra ‘asesinato por honor’. Es una pena decirlo. ¿Cómo puede ser un honor matar? »

Como mediador familiar y director del Instituto de Mediación del Norte de Texas, Bakhach señaló que trabaja con familias en todo el país que luchan con esta dinámica a diario.

Muchas de estas familias están formadas por padres inmigrantes que están criando a sus hijos en una cultura diferente a la de donde crecieron, indicó. Pero hay formas de abordar estos problemas.

“Necesitas darles tiempo a tus hijos”, dijo. “Necesitas sentarte con ellos, hablar con ellos, comer con ellos juntos, reír con ellos, orar con ellos, entenderlos. Eso es lo que realmente falta».

ABUSADOR  

DOMESTICO  

Los asesinatos de las hermanas Said alimentaron una narrativa prejuiciosa de que los musulmanes son violentos y discriminan a las mujeres, dijo el Imam Omar Suleiman del Instituto Yaqeen de Investigación Islámica de Irving. Tales suposiciones permitieron que la retórica antiislámica definiera la narrativa en torno a los asesinatos.

«Esto unió ambos tropos en uno», dijo Suleiman. “Como, ‘Dios mío, estas personas matan a sus mujeres’.»

Para Salem y Suleiman, el caso habla de un problema más amplio de violencia global contra las mujeres.

Salem dijo que aunque el comportamiento de las niñas pudo haber desencadenado a Yaser Said, sus acciones fueron las de un abusador doméstico, no un asesinato sancionado religiosamente.

«Parece muy plausible que los haya matado por comportarse de esta manera», dijo Salem. «Para mí, eso habla de misoginia más que nada».

Pero cualquier conversación sobre el motivo es intrascendente, afirmó. En cambio, la atención debe centrarse en castigar el delito.

“Para mí, todo esto está en la periferia. Al final, este hombre asesinó a sus hijas”, dijo. «Al final, se trata realmente de que esas dos niñas sean asesinadas».