Por: Gamaliel Espinoza

Un toro de cierta comarca tenía la fama de que ningún jinete le duraba montándolo mas de 5 segundos. Todos los jinetes que se decían buenos no se atrevían a montarlo. De todos era conocido que a mas de diez valientes los había mandado al hospital… y que mas de uno estaba en silla de ruedas de por vida. Cierto día hubo una exhibición de toros y en ellos estaba “satanás”… así le decían al toro. Curiosamente en esa exhibición los jinetes brillaban por su ausencia. En el último día de exhibición el encargado del evento toma el micrófono y anuncia que se le darán 10 mil dólares al que dure 8 segundos arriba del toro. Nadie se levantaba de su lugar. 10 mil dólares al que logre aguantar 8 segundos arriba del toro. Un abuelo que había llevado a sus nietos a la exhibición de sementales levantó la mano – Yo lo puedo montar- – ¿Que te pasa abuelo? ¿Sabes de que toro se está hablando?- – Yo lo monto- – Te va a matar abuelo- La gente que estaba a su lado empiezan a echarle porras al abuelo. – El toro lo va a matar- decían los nietos. – Déjenlo, es muy su gusto del viejito- El anunciante se da cuenta de que hay alguien que se atreve a montarlo y lo hace pasar. Después de firmar un escrito en donde no se hacen responsable si algo le llega a pasar al anciano, se dispone a montar al toro. Lo sueltan y pasan los 8, 20, 40 segundos… después de dos minutos el animal dejó de moverse. Los nietos no podían creer lo que el abuelo había hecho, y le preguntan cómo es que le había hecho para aguantar ese tiempo – Es que cuando le hacía el amor a la abuela me gustaba hacerla enojar y por mas que quería tumbarme nunca pudo… menos este torito. No puedo creer que la ciencia me haga a un lado después de tanto tiempo de ser excelente persona… ya desde aquí le digo a la ciencia que se vaya mucho al carajo. ¿Sabe porque? Porque no me gusta Harry Potter. Y según un estudio científico los amantes de Potter son excelentes personas. Lo dudo… es mas, no lo creo. ¿Solo porque no me gusta Harry Potter ya no soy buena persona? No manchen. Es mas, de una vez les digo (*&^% $##%&*&*&*&**(*(&T^%$$##… hasta que cambien de opinión. ——————————————– ——————————————– ———————————————

Ciertos hombres llegaron a un pueblito y se fueron a dar un paseo por el lugar recordando su infancia y juventud. Ya cansados se sentaron en la plaza en un lugar donde vendían unos ricos tacos. Ahi mismo estaba un papá con su hijo comiendo. El papá era un poco sordo y el hijo le tenía que gritar. Los recien llegados al pueblito empezaron a recordar sus andanzas. – ¿Te acuerdas de la Marianita?- – Como no me voy a recordar… era la mas buenota de este pueblo. – ¿Recuerdas cómo le teníamos muchas ganas?- – Como no… yo me quedé con las ganas de “llegarle”. – Pues yo no me quedé con las ganas. – ¿En serio? Estaban tan entrados en la plática que no se dieron cuenta de que todos los que estaban en la fonda habían dejado de platicar y los estaban escuchando. – Pues así es… ¿te acuerdas del jardincito que estaba detrás de la secundaria? Pues ahí la hice mía, muchas veces. – ¿En serio? – Lo que mas me gustaba de ella era ese lunar en sus pompis… vaya que si estaba muy bien la Marianita El papá que estaba comiendo con su hijo le pregunta a su hijo que de que estaban platicando los señores. – Parece que uno de ellos conoce muy bien a mamá- ¿Que la paternidad hace subir de peso a los hombres? Hay algo de razón en eso… ya no se queman calorías con la esposa. Ahora hay que estar sentadito durmiendo al niño y comiendo un poco mas. y mas que nada se hace en solidaridad con la pareja… que no se sienta sola en su aumento de peso por su embarazo y parto. Pero nada mas por eso. Bueno, aparte de que si uno quiere salir a dar la vuelta con los amigos… se va a quedar con las ganas porque la esposa nos va a recordar que el bebé también es nuestro. Sugerencias, comentarios y opiniones favor de hacerlos llegar a: gamma9_10@yahoo.com y editorial@novedadesnews.com